THE OBJECTIVE
Carlos D. Lacaci

Kabul: Unidad frente al terrorismo

El pasado viernes, pocos minutos antes de las 18:00, hora de Kabul, una gran explosión sacudió a la capital de Afganistán. Los denominados insurgentes o talibanes, asesinos en todo caso, volvieron a sus andadas, en esta ocasión, haciendo estallar un coche bomba a pocos metros de la embajada española. El resultado: Dos policías españoles y cuatro agentes afganos vilmente asesinados.

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Kabul: Unidad frente al terrorismo

El pasado viernes, pocos minutos antes de las 18:00, hora de Kabul, una gran explosión sacudió a la capital de Afganistán. Los denominados insurgentes o talibanes, asesinos en todo caso, volvieron a sus andadas, en esta ocasión, haciendo estallar un coche bomba a pocos metros de la embajada española. El resultado: Dos policías españoles y cuatro agentes afganos vilmente asesinados.

Desconozco cómo se gestiona el duelo por la sangre derramada en otros países, más allá del sentimiento de dolor y repulsa común que estos actos de terrorismo causan a todas las personas de bien. Lo que sí conocemos porque, por desgracia, de terrorismo algo o mucho tuvimos que aprender en España, es a cómo se debe combatir a los asesinos en estos casos. Una de las claves para ganar la batalla es la Unidad de todos los españoles, así, con mayúsculas, sin fisuras.

Desde el mismo momento en que supimos que habían caído dos de nuestros compatriotas, únicamente procede cerrar filas, primero, para apoyar y respetar el duelo de sus familiares, segundo, para lanzar un mensaje inequívoco de unidad frente a los terroristas y, tercero, para seguir trabajando para esclarecer todos los cabos que puedan quedar abiertos para dar con los responsables materiales e intelectuales de este nuevo atentado.

Los que no sigan estas pautas, que con tanto dolor hemos tenido que aprender en España, harán un favor a los enemigos de la democracia. Lo importante, casi imprescindible, sigue siendo lanzar este mensaje de fortaleza, traducido en la unidad del pueblo español. Para reclamar otro tipo de responsabilidades de la gestión del gobierno sobre el particular, siempre habrá las vías adecuadas. Aunque, conviene aclarar que, en este tipo de actos terroristas, solo hay un culpable: Los asesinos.

No hay más. No debe haber más cosas sobre las que hablar de los asesinatos del subinspector de la Policía Nacional, Jorge García Tudela y del también policía, su compañero Isidro Gabino San Martín. Mi más sincero pésame y apoyo incondicional para sus familiares y amigos. D.E.P.

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