Cuando la lógica y el sentido común brillan por su ausencia
Dejamos un nuevo año atrás, bajo mi punto de vista un buen año a nivel de aprendizaje personal, pero un año perdido a nivel político. No es mi deseo darle la razón a Salvador Sostres, con quien suelo estar en desacuerdo en la forma, no tanto en el fondo, pero en esta ocasión, comienzo a pensar que en España necesitamos realmente mucho mas nivel político y de exigencia.
Dejamos un nuevo año atrás, bajo mi punto de vista un buen año a nivel de aprendizaje personal, pero un año perdido a nivel político. No es mi deseo darle la razón a Salvador Sostres, con quien suelo estar en desacuerdo en la forma, no tanto en el fondo, pero en esta ocasión, comienzo a pensar que en España necesitamos realmente mucho mas nivel político y de exigencia.
Si, en parte estoy culpando, de un modo fino y educado a una parte de la sociedad que no exige, que no duda, que no piensa antes de realizar una acción. Y eso hunde un país. Una nación que no fomenta el debate, el conocimiento, el diálogo y la comunicación (por no hablar de la inteligencia emocional) es un país que no avanza y sintiéndolo mucho, España no avanza porque muchos no dejan que avance, y dentro de esos “muchos” no solo encontramos a políticos y empresarios corruptos.
Hablar de corrupción, de mentiras, de incumplimientos, de prepotencia o de pensamientos retrógrados hoy en día es inútil, no sirve de nada perder el tiempo en algo que quien debe tomar decisiones no tiene en cuenta. Cuando la lógica y el sentido común brillan por su ausencia, el miedo, el caos y el odio suelen cobrar vida, ha pasado y por desgracia, seguirá pasando mientras no suba el nivel de exigencia. Nuestros políticos deberían repasar dos películas: El Puente de los Espías y The Walk. Dos filmes totalmente distintos, pero que confluyen en un mismo mensaje: perseguir un sueño y creer en lo que uno hace. El abogado que interpreta Tom Hanks en el filme de Spielberg tiene muy claro cuales son sus valores y sus objetivos, y el funambulista francés que cruza el World Trade Center en el filme de Zemeckis, tiene muy claro que el que la sigue, la consigue. ¿Tanto cuesta aplicar dichos valores a nuestro día a día, tanto a nivel político como a nivel social y empresarial?. Si, cuesta…y mucho, porque muchos siguen anclados en el pasado, sin avanzar, sin pensar, sin dudar…moviéndose por intereses y no por ideas.
Feliz Año Nuevo.