Inmigrantes e integración
Como una manada hambrienta de hienas que acorrala a sus víctimas, cachorros asustados escapando por sus vidas, así aterrorizó la horda de inmigrantes de origen árabe a centenares de mujeres en el centro de Colonia durante la última Nochevieja. Un repugnante ataque sexual masivo que ya acarrea más de medio millar de denuncias y ha sacudido a la sociedad alemana. El hecho de que muchos de esos criminales sean refugiados en busca de asilo ha herido profundamente a los germanos que abrieron sus brazos cuando aquellos necesitaron ayuda. Ante la racanería de muchos países en Europa con la crisis migratoria de los meses pasados, Alemania se alzó admirablemente como un ejemplo moral acogiendo decenas de miles de refugiados que escapaban de la muerte, la desolación y la hambruna que asolan sus países de origen debido a las guerras y a los terroristas del infame Estado Islámico. Por eso, quizás, duele más el crimen.
Como una manada hambrienta de hienas que acorrala a sus víctimas, cachorros asustados escapando por sus vidas, así aterrorizó la horda de inmigrantes de origen árabe a centenares de mujeres en el centro de Colonia durante la última Nochevieja. Un repugnante ataque sexual masivo que ya acarrea más de medio millar de denuncias y ha sacudido a la sociedad alemana. El hecho de que muchos de esos criminales sean refugiados en busca de asilo ha herido profundamente a los germanos que abrieron sus brazos cuando aquellos necesitaron ayuda. Ante la racanería de muchos países en Europa con la crisis migratoria de los meses pasados, Alemania se alzó admirablemente como un ejemplo moral acogiendo decenas de miles de refugiados que escapaban de la muerte, la desolación y la hambruna que asolan sus países de origen debido a las guerras y a los terroristas del infame Estado Islámico. Por eso, quizás, duele más el crimen.
Sabemos ahora que durante varios días estos ataques se trataron de minimizar u ocultar desde las autoridades policiales y gubernamentales de Colonia, por miedo a estigmatizar a todo el colectivo de los refugiados. Monumental error que se ha llevado por delante al jefe policial de la ciudad. Ante unos crímenes tan nauseabundos, el peso de la ley debe caer con fuerza sobre los delincuentes, y si son inmigrantes en busca de asilo, el Estado de derecho debe permanecer fuerte y castigarlos ejemplarmente, negándoles la residencia, deportándolos o, en su caso, encarcelándolos. Debe quedar claro para toda la comunidad de refugiados en Alemania y en todo Europa ―la inmensa mayoría de los cuales intentan integrarse y llevar una vida decente y productiva que enriquezca a la comunidad en la que se asientan― que los valores liberales y el respeto a la ley sobre los que descansa nuestra sociedad son inviolables, y quien no acepte las normas, debe pagar las consecuencias. Por eso parece necesario que se establezca algún tipo de acuerdo vinculante de integración para todos aquellos inmigrantes y refugiados que quieran asentarse dentro de nuestras fronteras. Solo así se podrá construir una sociedad segura, diversa y próspera.
