Cuotas
Spike Lee se ha cabreado porque no ha habido ningún negro nominado a los Oscar de este año. Jada Pinkett Smith lo ha secundado. Dicen que la Academia de Cine de EE.UU es racista, que son unos premios para culitos blancos y algún que otro cholo.
Spike Lee se ha cabreado porque no ha habido ningún negro nominado a los Oscar de este año. Jada Pinkett Smith lo ha secundado. Dicen que la Academia de Cine de EE.UU es racista, que son unos premios para culitos blancos y algún que otro cholo.
Lee y Smith no acudirán a la ceremonia y piden a sus colegas que secunden su boicot. Supongo que Spike Lee sólo volverá a los Oscar cuando se imponga una cuota de nominaciones para negros, incluso solo cuando la academia deje de estar controlada por los blancos y los magnates de Hollywood no sean judíos o amarillos de Sony y Wanda.
Es el signo de nuestro tiempo, cuotas para todo y en todo. Paridad sexual en los parlamentos y en los consejos de administración, cuotas para negros, cuotas para gays, cuotas para chinos, cuotas para blancos pelirrojos y cuotas para cobrizos, cuotas para bajos y para altos, cuotas para gordos y para tísicos, para lectores de Almudena Grandes y para fans de Star Trek, para moros de la morería y para seguidores de Charlie Manson y el Helter Skelter. ¡Ah! Y una cuota para izquierdistas millonarios, para cuando le den el Oscar a Bardem, ¡qué coño!
La cuestión es poseer algún tipo de distintivo social para exigir una cuota, tener en definitiva, señas de identidad, que diría el morisco Goytisolo. La presidenta del parlamento autonómico catalán, Carmen Forcadell, podría aprovechar la coyuntura para pedir una cuota de catalanes y que nominen a Joel Joan todos los años, de lo contrario Curucull se verá en la difícil tarea de catalanizar a Steven Spielberg, Jack Nicholson o Meryl Streep.
Por cierto, que Spike Lee no se queja de que en pruebas de velocidad los negros sean casi exclusivos. Ni blancos, ni hispanos, ni amarillos, ni cobrizos. En estas circunstancias, casi podríamos considerar a Pietro Mennea como el Hattie McDaniel del atletismo. Algún día de estos exigiré una cuota para mí solo. Al fin y al cabo soy un espécimen único.