Podemos: ha fracasado su golpe de mano inicial
El partido político Podemos y sus líderes, encabezados por Pablo Iglesias, han jugado mal sus cartas en los inicios de la legislatura española. Pensaron que con cinco millones de votos y 69 diputados sobre 350 podían iniciar en España la Revolución Bolivariana. Se han equivocado.
El partido político Podemos y sus líderes, encabezados por Pablo Iglesias, han jugado mal sus cartas en los inicios de la legislatura española. Pensaron que con cinco millones de votos y 69 diputados sobre 350 podían iniciar en España la Revolución Bolivariana. Se han equivocado.
Se equivocaron cuando al inicio de la legislatura fueron a “ocupar” escaños en las primeras filas del Congreso de los Diputados. Se equivocaron cuando una rica diputada dio de mamar a su bebé en pleno hemiciclo y cuando prometieron de modo burlesco hacia las instituciones sus cargos.
Se equivocaron cuando creyeron que el PSOE era un partido de paja y le hicieron el gobierno a Pedro Sánchez, nombrándole al vicepresidente y a varios ministros clave. Se equivocaron en la negociación de la Mesa del Congreso, quedando relegados de la mayoría. Se equivocaron negociando (o mejor no negociando) la ubicación de los diputados en el Congreso. Y finalmente se han equivocado haciendo gala de este aire chulesco y prepotente dando a entender a los españoles que ellos, y solo ellos, son los genuinos representantes del pueblo pues han ganado muchos escaños (69).
La realidad les ha dado un baño de humildad para estos jóvenes que no son nada humildes. Han sido ninguneados en la Mesa del Congreso, han sido colocados en el gallinero de los escaños y finalmente han conseguido que el PSOE, Europa y medio mundo se les haya puesto en contra.
Las consecuencias serán: no entrarán en el gobierno de España, ni tendrán influencia sobre él; obligarán al PSOE a no contar con ellos; el grupo Podemos, formado por una amalgama de partidos pequeños y entre ellos formaciones independentistas entrará –ya ha entrado en crisis en Cataluña—en serias contradicciones con rupturas internas, protestas y descoordinación.
En definitiva, Podemos ha fracasado en dar un golpe de mano a la política española basado en la debilidad del PSOE y del PP, y entrar de golpe a tomar los timones del gobierno. Ahora lo tendrá mucho más difícil.