Je suis Homs

No sé cuántos muertos son necesarios para que en Occidente los progres sensibleros y los capitalistas de Wall Street y los burrócratas de Bruselas y los masones y los sionistas monten el numerito de propaganda como hicieron con la operación de falsa bandera de «Charlie Hebdo». En Homs, los salvajes del Estado Islámico y sus aliados americanos, europeos, israelíes, árabes, ingleses y demás han asesinado a 120 personas, incluyendo unas cuantas decenas de niños. Lo de los niños, en un mundo que aborta a millones cada año, lo entiendo: mejor que haya menos niños, menos bocas que alimentar de razas que los racistas ya citados desprecian sin compasión. Vidas baratas, en resumen.

La propaganda delata que lo de Charlie Hebdo fue un montaje macabro: las campañas tan bien orquestadas no se montan espontáneamente y tan rápido. El “pásalo” del 11M no fue espontáneo. Y solo a un publicitario se le ocurre titular “America under attack” cuando el hecho era, en aquel momento, que un avión se estrellaba contra un rascacielos. El publicitario recibía órdenes y dinero, claro.

Hoy, mañana, ¿cuántos periodistas rojos, liberales, demócratas, neoconservadores o “independientes”, van a ponerse un “Je suis Homs”? Ninguno. Los rojos, esos como Pablo Iglesias -que tanto alaba Julio Anguita-, no lo harán porque lo de rojo viene de la sangre que vierten cada vez que se acercan al poder. Los demócratas de toda la vida son mas ladinos y solo matan limpiamente, con bombas atómicas, como Harry Salomon Truman. Que la basura periodística y política se mezclan en un hedor insoportable y oscuro no pasa solo en España, como denuncia Enrique de Diego.

Estoy hasta las narices de lo “políticamente correcto” y de las meretrices mediáticas de la “libertad de expresión”.

Je suis Homs. Entérense: Je suis Homs. Otro crímen contra la humanidad que pasará desapercibido porque unos pocos tienen el monopolio de la pena, desde que en Nüremberg perder una guerra se convirtió en delito. Da asco.