Hay que hacerse a la idea de que el fanatismo nacionalismo ha llegado también a España y el problema ahora es cómo desarticularlo; probablemente hará falta una generación para que se recupere el sentido común. Los partidos constitucionalistas han conseguido que se moviera su voto, que estaba oculto, pero tienen que ir más allá en su esfuerzo por conseguir ilusionar a millones de españoles que hoy no se sienten bien representados con este PP y este Psoe. Lo de Ciudadanos es punto y aparte: en Cataluña ha ganado Arrimadas, en el resto de España está por ver que logren tan buen resultado.