El consenso del 78 y la crisis catalana
En elSubjetivo Jorge San Miguel analiza el régimen del 78, las fracturas que han aprovechado ciertos grupos como los promotores del procés y las consecuencias tal vez inesperadas de sus acciones.
En elSubjetivo Jorge San Miguel analiza el régimen del 78, las fracturas que han aprovechado ciertos grupos como los promotores del procés y las consecuencias tal vez inesperadas de sus acciones.
Nuestro colaborador Fernando Hernández Valls reacciona a la noticia de la dimisión de la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y analiza quién está detrás de las filtraciones que han terminado con su carrera política.
Tal es el remolino de escándalos que azota a Washington (el ex-director del FBI, James Comey, y su nuevo libro revelador; Michael Cohen, abogado del imperio Trump, a escasos pasos de la cárcel; el reciente ataque a Siria; los gastos personales de Scott Pruitt, director de la Enviromental Protection Agency; las compras de silencio desde el partido republicano a ‘playmates’ y amantes de políticos del mismo; la robótica defensa de Zuckerberg, dueño de Facebook, ante la revelación del mayor escándalo de privacidad de la historia; la impetuosa investigación de Mueller ante la influencia rusa en las pasadas elecciones; etc, etc, etc) que lo que sucede un lunes ya el viernes se ha olvidado. Más aún si se trata de la emisión de una nueva estadística, afónica ante tanto ruido. Pero resulta que el pasado lunes ocurrió la noticia más importante ya no de la semana, sino de lo que va de año. Y es, por supuesto, un numerito, publicado con cierta timidez por la Oficina de Presupuestos del Congreso: 1,000,000,000$. Un trillion* de dólares.
Este artículo está escrito con un estado de ánimo tan exaltado que no estoy seguro de que deban leerlo quienes me consideran una persona ecuánime, pero es que la alcaldesa de Barcelona me ha puesto de los nervios al considerar que es más digno de rememoración un payaso que un soldado. No es una anécdota que esta mujer insípida se permita dar una calle a un actor que si fuera de derechas sería machista, mientras desprecia al Almirante Cervera. Es la confirmación de que se ha instalado en la ortodoxia un síndrome político que podemos caracterizar por los siguientes síntomas:
Hace unos días se inauguró en Gerona la plaza 1 de octubre, hasta entonces plaza de la Constitución. La alcaldesa Marta Madrenas (PDeCAT) encabezó la fiesta y descubrió una placa conmemorativa con el siguiente texto: «Durante el referéndum del 1 de Octubre de 2017, la ciudadanía de Girona sufrió la brutal agresión de las fuerzas de seguridad españolas cuando ejercía de forma libre y pacífica su derecho de voto. Esta plaza quiere dejar testimonio de admiración, memoria y recuerdo del digno comportamiento del pueblo y de su coraje». Si existe una constante en el nacionalismo catalán es su capacidad de engrosar su colección de agravios; un acontecimiento tiene interés solo si es posible reinterpretarlo como un ultraje al pueblo, para posteriormente eslabonarlo a una tradición victimista: 1714, la Guerra Civil, la sentencia del Estatut, el 1-O, el 155 o el penalti en el último minuto. Esta tendencia no es anecdótica: responde a un modo muy concreto de entender la realidad y, por tanto, la política. Se trata de una arraigada cultura de la victimización.
Inicia sesión en The Objective
¿Aún no te has registrado? Crea tu cuenta
Crea tu cuenta en The Objective
¿Ya te has registrado? Accede a tu cuenta
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective
¿No necesitas cambiar contraseña? Accede a tu cuenta