Dime cómo eres y te diré cómo votas
«Existen ciertos sesgos que pueden explicar el voto al aplicar diferentes enfoques y miradas»
Uno de los momentos que más me llama la atención en las películas y series de médicos es la ágil descripción que hacen del paciente cuando lo bajan de la ambulancia a toda prisa antes de meterlo en urgencias: “Varón, 32 años, herida inciso-contusa en la pierna derecha…”. La mínima información necesaria para dirigir la camilla al lugar correspondiente una vez dentro del hospital.
Evocando estas escenas y rebañando un poco más los resultados de las pasadas elecciones[contexto id=»383899″] hoy trataré de hacer ese ejercicio cambiando pacientes por votantes, es decir, colocar a cada votante en su box electoral adecuado.
Pero antes de empezar es conveniente refrescar un dato: la suma de los votos de los partidos de izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Compromís) fue prácticamente la misma que la del bloque de la derecha (PP, Cs, VOX y Navarra Suma). En porcentaje de voto válido, 43,7% frente a 43,2%, respectivamente. Podemos decir, al abrigo de los datos, que en abril era prácticamente igual de probable votar al bloque de la izquierda que al de la derecha.
El escrutinio de esa noche electoral dio como resultado la configuración de dos bloques iguales en tamaño que agregaban 9 de cada 10 papeletas.
Pero que los bloques pesen lo mismo no quiere decir que su estructura sea la misma y que sus votantes piensen de forma similar. Por ejemplo, la intuición nos dice que es más fácil que un empresario vote por un partido de derechas y que una persona en paro vote por un partido de izquierdas. Y los datos confirman esos presentimientos.
Esas diferencias significativas, que existen dependiendo del ángulo y enfoque que tengamos en cuenta, las podemos detectar buceando un poco en los propios resultados oficiales y en los datos de la encuesta postelectoral del CIS.
Aquí va una batería de miradas que nos ayuda a descubrir los distintos matices y aristas que hay entre un bloque y otro, márgenes de error mediante. Se podría plantear a modo de juego: dime cómo eres y te diré cómo votas.
- Si has nacido en democracia, es decir, después de 1977, es más fácil que votes al bloque de izquierda (45,8%) que al de derecha (41,9%).
- Si vives en un municipio de más de 50.000 habitantes, es decir, en la mitad más urbana de España, es más probable que votes a la derecha (44,9%) que a la izquierda (43,8%).
- Si en tu Comunidad Autónoma se habla una segunda lengua cooficial es mucho más probable que votes al bloque de la izquierda (42,5%) que al de la derecha (31,8%).
- Si estás casado es más frecuente que elijas el bloque de derechas (46,0%) que el de izquierdas (41,7%). También sucede con los que viven solos, que eligen más a la derecha (47,5%) que a la izquierda (41,8%).
- Si eres jubilado o pensionista tendrás más inercia de votar al bloque de la derecha (47,7%) que al de la izquierda (42,0%).
- Si eres licenciado o diplomado te sentirás más atraído por el bloque de la derecha (43,8%) que por el de la izquierda (40,9%).
- Si eres camarero tenderás a votar más al bloque de la izquierda (50,4%), al igual que si eres un vendedor en tiendas y almacenes (52,8%).
- Si eres un trabajador autónomo sin asalariados a tu cargo lo normal es que hayas votado al bloque de la derecha (51,6%).
- Si crees que la economía va a ir a peor, no hay muchas dudas, votarás a la derecha (85,5%). Los optimistas con la marcha de la economía eligen la izquierda (77,2%).
- Si piensas que estas elecciones fueron más importantes que otras elecciones generales estás mucho más inclinado a votar a la izquierda (50,7%) que a la derecha (35,3%).
- Si la política te interesa mucho lo más normal es que prefieras un partido de izquierdas (47,0%) que de derechas (37,8%).
- Pensar que votar es una obligación es una creencia más de derechas (46,4%) que de izquierdas (43,6%).
- Si te consideras católico, ya seas practicante o no, es más probable que elijas un partido de derechas (53,7%) que uno de izquierdas (36,4%). Pero si te encuentras en el grupo de los ateos, no creyentes o agnósticos tenderás a votar mucho más a la izquierda (62,9%) que a la derecha (17,9%).
- Si políticamente te defines como feminista, como hace 1 de cada 10 españoles, es mucho más habitual votar por un partido de izquierdas (67,4%) que por uno de derechas (12,5%).
- Sin embargo, si te consideras liberal, como hace el 18% de la población, la expectativa de votar por el bloque de la derecha (63,9%) es mucho más alta que la de votar por la izquierda (25,9%).
- Si estás satisfecho con el funcionamiento de la democracia es más probable que elijas el bloque de la izquierda (49,8%) en lugar del de la derecha (42,9%).
- Si has asistido a un acto electoral en la pasada campaña es más fácil que acabaras votando izquierdas (42,8%) en lugar de derechas (39,2%).
- Si eres miembro de una asociación deportiva tienes alguna opción más de votar a la derecha (41,6%) que a la izquierda (37,8%).
- Si formas parte de la asociación de madres y padres del colegio votas algo más a la derecha (44,8%) que a la izquierda (41,1%).
- Si tu periódico de referencia es El País es muy probable que votes a la izquierda (67,2%), pero si te informas a través de El Mundo lo más probable es que votes a la derecha (76,1%).
- Si tu canal de televisión favorito para informarte de política es TVE votarás más a la derecha (57,5%) que a la izquierda (38,7%).
- Si la Cadena SER es tu radio preferida es casi seguro que votarás al bloque de izquierdas (74,2%). Pero si te gusta más la COPE el bloque de derechas será tu destino (88,0%).
- Si te informas a través de Facebook es más habitual que acabes votando por la izquierda (45,6%) que por la derecha (39,5%).
- Si cambiaste tu voto después de ver los debates es un poco más probable que votaras por un partido de izquierdas (50,7%) que de derechas (47,8%).
- Si tuviste en cuenta las encuestas que se publicaron durante la campaña estás más cerca de votar partidos de izquierda (49,8%) que de derecha (42,8%).
- Si el candidato fue el motivo más importante para decidir tu voto es probable que votaras a la derecha (47,2%) antes que a la izquierda (45,0%).
- Si te planteaste no ir a votar en algún momento de la campaña es más frecuente el voto a la derecha (47,9%) que a la izquierda (41,4%).
- Si tenías decidido tu voto mucho tiempo antes de que comenzara la campaña seguramente votaste por un partido de izquierdas (45,7%) antes que por uno de derechas (41,5%).
- En cambio, si esperaste hasta el último día para decidir tu voto lo más probable es que acabaras votando al bloque de la derecha (47,2%).
- Si el día de las elecciones votaste después de comer, hay más opciones de que votases a la izquierda (46,1%) que a la derecha (40,8%).
En definitiva, sin ánimo de colectivizar las motivaciones personales de cada votante, ya que cada uno con sus ‘cadaunadas’, sirva este ejercicio para poner de relieve la existencia de ciertos sesgos que pueden explicar el voto al aplicar diferentes enfoques y miradas.
Mientras tanto, seguimos a la espera. Aún quedan dos semanas antes de deshojar el último pétalo de la eventual repetición electoral.