¿Cómo resolver el problema del amor?

Estas noches, antes de abandonarme al sueño profundo, he estado viendo Modern Love, la nueva serie de Amazon Prime que adapta una famosa columna de The New York Times -que ayer cumplía 15 años de antigüedad- cuya narrativa también se amoldó de forma impecable al ámbito sonoro gracias a un podcast homónimo, uno de los más escuchados durante años.

Lo primero que he pensado al ver los ocho episodios que componen la primera temporada de esta serie es que el amor que describen es menos complejo y moderno del que anuncian en el título: sólo una de las ocho historias, por ejemplo, está protagonizada por un amor homosexual. Es cierto que hay otros tipos de amor extraordinarios e insólitos en la serie, pero cuesta comprender la torpeza en este sentido.

Viendo la serie recordaba algo que Svetlana Alexiévich ha dicho y escrito en más de una ocasión, que “los hombres no recuerdan sus historias de amor”. Sí sus carreras profesionales o su infancia pero bastante poco sus historias de amor. He leído algunas críticas elogiosas de la serie donde se afirma que son “deliciosos” y “enternecedores” episodios. Yo creo, más bien, que el amor devasta, que nos arrebata toda lucidez y que, como afirma la Premio Nobel bielorrusa, “a partir de los 30 años todo el mundo le teme al amor. Lo quieren, pero lo temen”.

¿Qué hacemos entonces con el problema del amor? Decía el escritor y filósofo colombiano Nicolás Gómez Dávila que “los verdaderos problemas no tienen solución sino historia”. Pues bien, ¿qué historias nos estamos contando entonces en torno al amor? Modern Love es una estupenda serie que puede llegar a reinventar, en cierto modo, el género de la comedia y el amor romántico en la era de Tinder pero, ¿es de verdad el amor algo “amable y ameno”, como dicen algunos de los que más elogian esta serie?

Yo creo que el amor se parece más a otro podcast, el canadiense The Shadows, que a Modern Love. The Shadows -escrito, dirigido y protagonizado por Kaitlin Perst- es un retrato íntimo de una relación entre dos artistas jóvenes. A lo largo de seis episodios podemos escuchar el tránsito de esa complicidad, cómo la gente enamorada se habla a altas horas de la noche, cómo arruina una relación, incluso cómo suena algo tan indecible como el deseo. Lo sorprendente de este podcast es su radicalidad, su cercanía devastadora, como si estuviéramos espiando esa relación intensísima. The Shadows, además, está construida con una narrativa que juega con el tiempo y la perspectiva, algo tremendamente complejo -y a la vez efectivo- en una semántica sonora.

Nos lo mostró también Raymond Carver cuando afirmó en su famoso relato De qué hablamos cuando hablamos de amor que “lo terrible, aunque también lo bueno, la gracia salvadora, podríamos decir, es que si algo nos pasara a alguno de nosotros, perdonadme que lo diga, si algo nos pasara a alguno de nosotros mañana, creo que el otro, la otra persona, lo pasaría mal una temporada, entendéis, pero, luego, el que sobreviviese saldría y volvería a amar, tendría a alguien muy pronto”. El amor sería entonces recuerdo o ni siquiera eso.

Así que si algo podemos decir del amor no es que sea amable, delicioso o enternecedor. Se trata de una criatura simple e infinitamente compleja al mismo tiempo. Por eso cuesta tanto domarla.