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En la ‘Dinamarca del sur’ nadie dimite

«Aunque se empeñen en diferenciarse de España, su narcisismo de las pequeñas diferencias se desvanece cuando se trata de asumir responsabilidades»

Opinión

Andreu Dalmau | EFE

  • Laura Fàbregas (Barcelona, 1987) se licenció en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona. Sus primeros pasos en el periodismo los dio en Catalunya Ràdio, cubriendo la información política desde Madrid. También trabajó en la corresponsalía de Roma de la emisora radiofónica Cadena Ser, y posteriormente estuvo cinco años trabajando para la delegación catalana de El Español hasta incorporarse en la sección de Nacional, donde abarcó la actualidad del Gobierno. Su última etapa antes de desembarcar en The Objective fue en Vozpópuli como redactora de política.

En Cataluña, la palabra dimitir sigue siendo un nombre ruso. Aunque se empeñen en diferenciarse de España, su narcisismo de las pequeñas diferencias se desvanece cuando se trata de asumir responsabilidades. Entonces ya no somos la Dinamarca del sur sino la república bananera de siempre.

El vicepresidente catalán Jordi Puigneró se ha saltado las normas sanitarias para ir a celebrar una paella en «la Catalunya Nord». No es solo que se ría de todos aquellos jóvenes en Cataluña que llevan más de un año sin poder celebrar sus cumpleaños con 20 amigos (el número de comensales de Puigneró en la paella) sino que, además, mintió al afirmar que cumplía con las normas de Francia.

Milagrosamente, la «Catalunya Nord» pasó a ser Francia cuando las cosas se le complicaron. Pero no es verdad. En el país vecino están prohibidas «las concentraciones, reuniones o actividades en la vía pública en la que participan más de 10 personas a la vez».
Que nadie espere que Puigneró dimita, ni que se sienta impelido a exhibir cierta ejemplaridad. Ni siquiera que el presidente Aragonès critique su actuación sirve de nada. Esto no es la Dinamarca del Sur sino la Cataluña de siempre.