... y Pedro Sánchez de vacaciones
«Un presidente de gobierno, al igual que el director de una empresa o un jefe de familia, debe estar al frente de sus responsabilidades en situaciones de emergencia»
Tiene derecho a unas semanas de descanso, pero un presidente de gobierno, al igual que el director de una empresa o un jefe de familia, debe estar al frente de sus responsabilidades en situaciones de emergencia. Ejemplos hay, para aburrir, de presidentes que han renunciado a su descanso para estar junto a los ciudadanos en momentos graves.
Los españoles no sufren hoy una catástrofe natural, un atentado o un accidente de gravísimas consecuencias, pero la suma de noticias alarmantes deberían tocar alguna fibra sensible de Pedro Sánchez de manera que no fuera tan inconmensurable, y tan hiriente, la imagen de un Sánchez disfrutando de todos los lujos de la mansión que regaló el Rey Hussein al Rey Juan Carlos, o del palacio de las Marismillas en Doñana, mientras los españoles están en vilo.
Sufren una ola de calor asfixiante, insoportable, que solo pueden aguantar los privilegiados que cuentan con aire acondicionado y, lo más importante, unos ingresos que les permitan pagar el recibo astronómico que van a recibir. Sánchez se encuentra de vacaciones mientras su vicepresidenta del ramo echa la culpa de la factura eléctrica al gobierno anterior -Sánchez lleva tres años en Moncloa, tiempo más que suficiente para haber tomado las medidas adecuadas- o echa la culpa a Europa, cuando los restantes socios de la UE han sabido cómo agenciarse una factura energética mucho más barata que la española. Sánchez está de vacaciones mientras su gobierno se convierte en un gallinero en el que ministros socialistas discrepan de los anuncios que hacen sus propios compañeros ministros socialistas, ministros de Podemos discrepan de lo que defienden otros ministros de Podemos, y el bloque de ministros socialistas las tiene tiesas con el bloque de ministros de Podemos.
El presidente vacaciona mientras la Fiscalía General discrepa de la decisión de Grande Marlaska de devolver a Marruecos a los 800 menores que entraron ilegalmente en Ceuta el mes de mayo. Aparte de la Fiscalía, han expresado su posición contraria, por presunta ilegalidad de la devolución, el Defensor del Pueblo y las más importantes organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos de los menores, mientras la UE observa la operación por si fuera contraria a la política de inmigración europea. Todo sea para arreglar el desaguisado con Marruecos que el gobierno adjudica a González Laya, pero que la ex ministra hizo con el visto bueno del presidente.
Sánchez vacaciona mientras los talibanes se hacen con Afganistán, situación que alarma a la comunicad internacional, tendrá consecuencias gravísimas para la población y obliga a Defensa e Interior a tomar medidas de evacuación de los españoles destinados en Afganistán y también de sus colaboradores afganos, independientemente de que desde ya se iniciará un éxodo dramático de centenares de miles de personas que tratarán de entrar como sea en otros países huyendo del terror talibán y sus espantosos crímenes.
Sigue la cruz de las altas temperaturas sin que nadie del Gobierno proponga medidas inteligentes para bajar el recibo energético más allá de las ideas demagógicas –como casi todas- de Podemos, además los independentistas siguen en su misma línea, y además la nueva ministra de Educación se saca de la manga unas matemáticas disparatadas que abundan en la imagen de la España disparatada que defiende el Gobierno de coalición.
Pero a Sánchez no le preocupa nada de esto. Está de vacaciones y nadie le va a fastidiar sus días de disfrute.