Dispuestos a señalar al rey desnudo
«Nos encontramos ante una nueva e inopinada constelación limitadora que no es fácil de explicar, o probablemente lo habrían abordado ya otros»
El escritor Mario Vargas Llosa durante la presentación de su último libro, 'La mirada quieta (de Pérez Galdós)'. | Europa Press
La Cátedra Vargas Llosa, que promueve el legado intelectual del hispano y madrileño más reconocido hoy en el mundo, inaugura un proyecto intelectual al que se suma voluntarioso The Objective Media, una plataforma joven que a su vez representa una manera nueva y sensata de observar y explicar el mundo.
¿Por qué? Porque cuando comenté con su intrépida editora, Paula Quinteros, la recesión de libertades expresivas y creativas a que parecemos abocados, y la aparente falta de valentía, hoy, para hacerse las preguntas adecuadas, se iluminó y me hizo ver que ella sí era valiente y que su equipo sí se hacía preguntas. Su director, Álvaro Nieto, lo resumió así: «Este tema es vocacionalmente nuestro. Queremos estar con vosotros en ese barco».
«La libertad se ha convertido en sospechosa como en otros tiempos de oprobio»
Y aquí estamos. Abriendo el melón que pocos parecen dispuestos a sajar más allá de las conversaciones de café o ascensor. Somos la Cátedra y THE OBJECTIVE, y la Casa de América, y Centro Centro, y esperamos sumar a muchos más: medios, agentes culturales y sociedad.
Todos son pocos si nadie se atreve a decir en voz alta que el rey está desnudo. Así que están todos invitados a señalar.
Nos encontramos ante una nueva e inopinada constelación limitadora que no es fácil de explicar, o probablemente lo habrían abordado ya otros.
Cambios modernizantes y reivindicaciones lógicas se cruzan con intransigencias emergentes y olas de puritanismo clásico, nuevas técnicas telemáticas se entrevera con intereses larvados, la evolución de la lengua se tropieza con la dominación orwelliana, el emergente centralismo tecnológico se aúna con nuevos dirigismos gubernamentales, nuevas maneras y cortesías derrapan hacia el fin de la ironía y de la risa como remedio sanador.
No es fácil y, nuestra experiencia preparando con la Cátedra este ciclo es que quien decida abrir este melón no va a hacer muchos amigos en el viaje.
A todas luces, la libertad se ha convertido en sospechosa como en otros tiempos de oprobio. Han leído bien. No es oír libertad y sacar la pistola, como antes, pero les aseguro que cuando se pregunta o se invita a cooperar, lo miran a uno regular y se nota que uno acaba de ingresar en alguna lista poco grata; de la que ya no saldrá.
Paradójicamente hay más gente, al parecer, en Rusia dispuesta a encarar 15 años de cárcel por hablar en voz alta que aquí, donde vivimos en seguridad y libertad.
En el Día de la Libertad de Prensa y de palabra, la Cátedra Vargas Llosa quiere abanderar un foro de estudio para medios y agentes culturales en torno a la deriva de la libertad cultural hoy, que promueva una cortesía y civilidad sin censura, en la convicción de que otra corrección es posible: la del respeto, siempre; la de la imposición puritana, nunca.
