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Nostalgia de una izquierda liberal

«La tradición socialdemócrata se caracteriza por cuidar lo social sin descuidar lo demócrata»

Opinión

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, charla con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. | Europa Press

  • David Mejía es doctor por la Universidad de Columbia y profesor de Filosofía y Humanidades en IE University.

Los amigos se desesperan cuando escuchan mis lamentos por la izquierda que debería ser. A veces se callan, otras me chillan: ¡la única izquierda es la izquierda real! Según su tesis, izquierda y derecha serían contenedores vacíos que se rellenan al gusto de los tiempos: la nacionalización de las empresas estratégicas puede ser una medida izquierdas hoy y de derechas mañana si aparece en el programa de un partido conservador. Yo discrepo: si Supermán decide convertirse en villano no altera la definición de superhéroe; es él quien pierde la condición. Existen en los paradigmas ideológicos principios rectores esenciales, y por eso es posible decir que la actual izquierda española obra según valores contrarios a la tradición que emana de la Revolución Francesa.

Vuelvo a esta tribulaciones tras leer las cifras de desempleo (estamos por debajo de los tres millones por primera vez desde 2008) y recordar la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, la Ley de Eutanasia y la subida histórica del Salario Mínimo Interprofesional. Es un buen balance social para un gobierno socialdemócrata, y por eso lamento que su balance en otras esferas sea peor que deficiente. Quizá haya olvidado que la tradición socialdemócrata se caracteriza por cuidar lo social sin descuidar lo demócrata.

Da reparo recordarlo, pero no hay democracia sin respeto a los principios liberales sobre los que se sustenta su ideal, y por esta razón hablar de izquierda democrática es necesariamente hablar de izquierda liberal. Aprovecho para recordar a quienes rehúyen el término «liberal» -como antes a quienes rehúyen el término «izquierda»- que el liberalismo tiene una tradición intelectual que trasciende a Isabel Díaz Ayuso; existe un liberalismo real como existe una izquierda real. Y los principios del liberalismo son claros: democracia como sistema de organización social, imperio de la Ley, separación de poderes, respeto por los derechos individuales, igualdad entre ciudadanos, libertad de expresión y defensa del pluralismo, respeto a la ciencia y rechazo a la superstición. Y sobre este suelo debería erigirse todo proyecto político que aspire a ser democrático.

Nuestra izquierda se ufana en blindar privilegios y es cómplice de aquellos que pretenden deshacer el Estado como unidad de decisión, legalidad y justicia redistributiva. Pero además de su entrega del ideal ciudadano a cambio de identitarismos baratos, este Gobierno traiciona el ideal liberal en su decidido afán de colonizar de las instituciones, despreciar los procedimientos y violentar la separación de poderes. Es por todo ello que urge reivindicar la dimensión liberal que toda izquierda democrática debe tener. No es justo tener que elegir entre socialdemocracia y Estado derecho.

3 comentarios
  1. ToniPino

    Es muy triste que nuestro PSOE haya tenido esta deriva que describe David Mejía, pero así es. También yo añoro esa izquierda liberal, que tanto ha aportado a la prosperidad económica y estabilidad política. Yo no soy muy ideológico, pues todas las ideologías me parecen una visión parcial de la realidad, que tienden a ser sesgadas y en el peor de los casos sectarias, pero en todas las ideologías democráticas veo rasgos positivos.

    Creo que lo mejor es aplicar pragmáticamente medidas socialdemócratas o liberales, según exijan las circunstancias económicas, políticas o sociales. Incluso una dictadura autárquica e intervencionista como la franquista, supo ser pragmática y aplicar medidas liberalizadoras de la economía en los años 60 y 70 con buenos resultados de crecimiento económico y desarrollo material.

  2. espivo

    Entre izquierda, derecha, real e imaginario, ha salido una confusa columna de análisis mágico o, más bien totémico.

    ¿ Para cuándo el baile de la yenka como metodología de análisis político?

    En cuanto a caracterizar la izquierda por la cifras de desempleo (son cifras de ‘ registro’ de parados las que se han publicado esta semana; no es lo mismo), en España no ha habido nadie más de izquierdas que José María Aznar. Ahí están los datos, oiga.

  3. Pinton

    Sin ser santo de mi devoción, desde que Feijoo se ha puesto al frente del partido de enfrente, le está señalando al socialista (que no socialdemócrata) de qué vale presumir el aprobar leyes si en la puesta en práctica va de desastre en desastre. Gestión, gestión y gestión.
    Además, todas esas leyes españolas a la que usted señala como socialdemócratas, ¿ por qué no las están aprobando los otros gobiernos socialdemócratas europeos? Igual es que son otra cosa (las leyes, digo), como otra cosa está siendo el progresismo que nos lleva al retroceso con estos dos partidos en coalicion.
    En el contenedor de colocados sin libertad de expresion en que se ha convertido el partido socialista, cualquiera que tuviera inquietudes liberales salió por la ventana en cuanto vió a Zapatero meter por la puerta a Largo Caballero. Y ahí siguen con ese elefante en la habitación…

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