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Álvaro Nieto

Sánchez ya puede hacer las maletas

El presidente del Gobierno está completamente achicharrado. Su destino ya está escrito, sólo falta saber cuándo se producirá su salida definitiva de La Moncloa

Opinión
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Sánchez ya puede hacer las maletas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | EFE

Se venía intuyendo en los últimos meses, pero los andaluces lo acaban de confirmar: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está completamente achicharrado. Los dos partidos que forman su Gobierno, PSOE y Podemos, han sido arrasados por una marea de votos en el principal caladero de la izquierda española. Tras cuatro años en La Moncloa, y a pesar del BOE, los fondos europeos y una potente máquina de propaganda, los ciudadanos de la región más poblada de España han dado la espalda al líder socialista.

El resultado de las elecciones autonómicas andaluzas celebradas el 19-J es el último dato que necesitábamos para certificar que el actual inquilino de La Moncloa tiene los días contados como presidente y que ya puede comenzar a hacer las maletas. La tendencia está clara: el PSOE está en caída libre y, mientras tanto, el Partido Popular logra lo que parecía imposible, una mayoría absoluta.

Se ha constatado que, a pesar de que el centroderecha sigue fragmentado en tres marcas diferentes, sus votantes entienden que ahora mismo la prioridad es concentrar el voto en torno al partido que más opciones tiene de arrebatarle el poder al PSOE. Entre ese electorado, el odio a Sánchez es más fuerte que el deseo de castigar al PP por sus pecados, de ahí que Ciudadanos y Vox también hayan salido trasquilados de las urnas andaluzas.

Por tanto, el presidente del Gobierno sabe que los españoles le han calado definitivamente. Sus trucos ya no valen. No hay marcha atrás. Por mucho que confíe en su proverbial buena suerte, su manual de resistencia ha dejado de funcionar, y prueba de ello son las alarmantes señales que se vienen produciendo desde el 4 de mayo de 2021.

Veremos hasta qué punto la UE está dispuesta a sostener por mucho tiempo a un cadáver andante cuando ya hay lista una alternativa para hacerse con los mandos del país

Seguramente Sánchez intentará ahora dar un nuevo giro de guión, hacernos ver que ha entendido el mensaje, que se va a moderar, que piensa centrarse, abandonar a los independentistas y buscar el abrazo con Alberto Núñez Feijóo… pero muy torpe tendría que ser el gallego para caer en esa burda trampa. El destino de Sánchez ya está escrito, sólo falta saber cuándo se producirá su salida definitiva de La Moncloa.

Esa es ahora mismo la única baza que tiene Sánchez, la de elegir cuándo quiere morir en las urnas. Como le conocemos ya bastante, no es difícil imaginar que intentará estar de presidente hasta el último minuto del último día, para así poder disfrutar, entre otras prebendas, de la presidencia de turno de la Unión Europea durante el segundo semestre de 2023.

Sin embargo, la situación económica quizás le impida seguir el plan previsto, pues ya hemos llegado a ese precipicio del que algunos venimos alertando hace meses. El Gobierno más indisciplinado de Europa desde el punto de vista presupuestario va a tener muy complicado aguantar hasta enero de 2024 sin hacer los temidos recortes. Veremos hasta qué punto la UE está dispuesta a sostener por mucho tiempo a un cadáver andante cuando ya hay lista una alternativa seria para hacerse con los mandos del país.

Tratar a los votantes como imbéciles

Por lo demás, la histórica victoria del PP en Andalucía nos deja también un mensaje esperanzador: la gente no se traga cualquier bazofia. Los resultados han dejado un Parlamento en el que dos tercios de sus miembros son de partidos de centroderecha. Como es obvio, y tras muchos años de mayorías de la izquierda, es imposible que los andaluces se hayan vuelto todos de derechas de repente.

Lo que ha pasado simplemente es que los andaluces han podido probar por primera vez un gobierno conservador y, en contra de los siete males que siempre anunció el PSOE que llegarían a Andalucía si gobernaba el PP, se ha visto que no era así: siguen funcionando las cosas y no se ha estropeado nada.

A pesar de ello, la izquierda ha insistido en los mensajes tramposos y planteó estas elecciones apelando a la famosa alerta antifascista y, curiosamente, al final ese discurso lo único que ha hecho es engordar a Juanma Moreno, que tendrá manos libres y no dependerá de Vox durante los próximos cuatro años.

O el PSOE y lo que queda a su izquierda cambian sus discursos, innovan y plantean una alternativa adulta, o será realmente complicado que puedan volver pronto a gobernar en Andalucía, pues ha quedado comprobado que los votantes no quieren que les traten como imbéciles.

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