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No es el franquismo, es ETA

«ETA, que solo entre 1978 y 1983 asesinó a 346 personas, fue el principal obstáculo para la consolidación de nuestra democracia»

Opinión

Foto de archivo de una manifestación de repudia al asesinato de Miguel Ángel Blanco en 1997. | Europa Press

  • David Mejía es doctor por la Universidad de Columbia y profesor de Filosofía y Humanidades en IE University.

La mayoría de los españoles coincidimos en lo esencial: la guerra civil fue una tragedia provocada por un golpe de Estado contra un gobierno legítimo. El franquismo fue un régimen dictatorial y homicida que merece la condena sin paliativos de cualquier demócrata. Tanto las víctimas de la Guerra como las víctimas de la dictadura deben ser honradas. Aquellas que todavía yacen en fosas comunes tienen derecho a una sepultura digna y es responsabilidad del Estado garantizar que así sea.

Sospecho que son pocos los españoles que no asumen estos trazos básicos del pasado; nostálgicos del franquismo quedaban pocos ya en diciembre de 1976, cuando más del 96% de los españoles votó a favor del Proyecto de Ley para la Reforma Política. Es importante tener esto claro para no dejarse confundir: con independencia de cuáles sean sus intenciones, la Ley de Memoria Democrática no reescribirá la historia del franquismo, ni del advenimiento de la democracia, sino la historia de ETA. Será un paso más en el indulto moral que se extiende progresivamente a la banda desde que dejó de matar. 

«El principal legado de la Ley de Memoria no será reparar a las víctimas de la Guerra, sino transfigurar a los asesinos de ETA en adalides de la libertad»

Este indulto se enmarca en lo que el historiador Gaizka Fernández Soldevilla llama el «boom de la narrativa del ‘conflicto vasco’»: la adopción, total o parcial, de los postulados del nacionalismo por colectivos ajenos a él. Esta narrativa tiene dos ejes: concede a ETA un papel, si no clave, por lo menos heroico, en la lucha antifranquista, y diluye todos sus crímenes en la cenagosa retórica del «conflicto». Sucede que ETA es responsable del 93% de las víctimas del «conflicto», pero la finalidad del cuento es que sus crímenes se disuelvan en una supuesta corriente de sufrimiento colectivo. 

Esencial para el relato es asumir que, al menos desde el siglo XIX, existe una confrontación abierta entre España y las naciones subalternas que ha provocado la opresión sistemática, entre otros, del pueblo vasco. Así, la lucha armada sería un recurso defensivo para lograr la liberación nacional. Es a estos luchadores «por la consolidación de la democracia, los derechos fundamentales y los valores democráticos» a quienes pretende reparar la disposición adicional propuesta por Bildu. Y por ello, el principal legado de la Ley no será reparar a las víctimas de la Guerra, sino transfigurar a los asesinos de ETA en adalides de la libertad. 

ETA, que solo entre 1978 y 1983 asesinó a 346 personas, fue el principal obstáculo para la consolidación de nuestra democracia. Su actividad nunca fue contra Franco, sino contra España, y tanto sus pistoleros como sus adeptos sabían que lo más peligroso para sus fines era una España democratizada. Que esto no se olvide es la tarea más urgente de nuestra memoria democrática.

5 comentarios
  1. Psilvia

    «ETA, que solo entre 1978 y 1983 asesinó a 346 personas, fue el principal obstáculo para la consolidación de nuestra democracia»

    Hace bien en recordarlo, David. Y en atención a ese engendro de ley, hay que decirlo alto y claro estas 346 personas asesinadas no tienen consideración de víctimas para Sánchez y los de su banda. Hay que decirlo bien claro: NO, estas 346 personas asesinadas entre 1978 y 1983 son víctimas de la organización terrorista ETA y no del franquismo, aunque en la ley de la desmemoria se omitan, se olviden y se las haga desparecer porque incomodan a los de la banda terrorista y les hacen un borrón de tinta en su relato. La actividad terrorista en esos años consistía en hacer uso de una violencia extrema e indiscriminada, matar de la forma más vil y cobarde y sembrar el pánico en la población, hasta que un día se vieron sin un duro, acorralados por las fuerzas de seguridad y repudiados por la sociedad española. Solo entonces se plantearon dejar las armas. Y a grandes rasgos esa fue la mayor contribución que hicieron a la democracia. española.

  2. Gloria

    Respeto mucho a este periodista pero, estando muy de acuerdo en casi todo en este artículo, me gustaría añadir una cosa:
    El régimen franquista fue una dictadura, por supuesto, pero lo de homicida te lo compro si admites que la deriva de la II República tb lo fue. Lo explica mucho mejor ToniPinto en sus aclaraciones 1 y 2.

  3. Fredo

    Habría que plantearle a los partidos políticos, a excepción de los que ya sabemos que pretenden acabar con España, reivindicar y hacer un gran homenaje a los españoles que fueron perseguidos y asesinados por sus ideas o sus creencias, fueran cuales fueran, que no hicieron daño a nadie, es inadmisible blanquear a asesinos y políticos, que por su criminal acción o ideas sectarias, fueron los causantes de aquella gran desgracia, también hay que decir que ETA y ese movimiento secesionista, pretendían implantar una dictadura comunista, a imagen de la que existían en Albania, y que los ciudadanos, del País y Vasco, sobre todo simpatizantes del Pnv, deberían darle las gracias a la democracia española surgida del 78, porque de haber caído en manos de los Otegui y compañía, hubieran sido sus víctimas, como lo fueron en cambio muchos guardias civiles, policías y ciudadanos, así mismo, doy fe, porque lo presencié, que había gente que disculpaban los asesinatos, con aquella despreciable frase, «algo habrán hecho», por eso, no es de extrañar que a algunos les molesta reivindicar a las víctimas del terrorismo, no todo es trigo limpio en la política y en la sociedad española.

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