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Bildu, la realidad y el deseo

«Ni los actos de Bildu, ni sus objetivos declarados, se alinean con la tesis de que ha renegado del terror»

Opinión

La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, en la segunda jornada de la 26 edición del Debate sobre el Estado de la Nación. | Eduardo Parra (EP)

  • David Mejía es doctor por la Universidad de Columbia y profesor de Filosofía y Humanidades en IE University.

Los juicios oficialistas sobre Bildu me sorprenden tanto como al hipster de Gascón la estructura heteropatriarcal del gallinero. No recuerdo mayor ejercicio de wishful thinking (ya saben, aquello de atribuir condición de realidad a los deseos) que el que han desplegado políticos y periodistas sobre las palabras acartonadas que pronunció Mertxe Aizpurua en la tribuna de Congreso: «sentimos mucho su dolor y nos comprometemos a tratar de mitigarlo». En realidad, estas no son las palabras de Aizpurua, sino las que Otegi pronunció hace un año, pero nos valen, porque se parecen tanto que cualquiera diría que es un guion aprendido. 

Sin embargo, pese al tufo a argumentario y la habitual vaguedad patibularia, con su «daño causado» y sus «todas las víctimas», las palabras de Aizpurua fueron recibidas como el gesto definitivo que consagra a Bildu como un aliado legítimo. «¡Han pedido perdón!» Wishful thinking, porque sentir el dolor ajeno, y estar dispuesto a contribuir a mitigarlo, no implica condenar aquello que provocó el dolor. Yo siento que la familia de Bárcenas sufra por no tenerlo en casa, pero eso no implica que lamente o condene su ingreso en prisión. De igual modo, no dudo que en Bildu sientan el dolor de un hijo, al tiempo que consideran que quien asesinó a su padre lo hizo dentro de un conflicto que lo justifica. 

Es evidente que si Bildu quisiera condenar explícitamente la actividad de ETA, lo haría. Aunque las palabras no son lo más importante; si el oficialismo rebusca la absolución en la palabra es porque no la encuentra en los hechos. Insistir en que Bildu condena el terrorismo es una forma de delirio, porque toda la evidencia disponible apunta en la dirección contraria. Ni los actos de Bildu, ni sus objetivos declarados, se alinean con la tesis de que ha renegado del terror.

«Bildu no pretende mejorar la calidad de vida de los españoles, sino reescribir el relato del terrorismo para lograr la excarcelación de los presos a medio plazo»

Sortu (o sea, Batasuna) es la formación mayoritaria dentro de Bildu. Y en su dirección está David Pla, el último jefe de ETA. Y Bildu eligió a Arnaldo Otegi como coordinador general con más del ochenta por ciento de los votos. ¿Son estos los pasos que da un partido que pretende desvincularse del terrorismo? Y antes de que lo diga usted, se lo digo yo: repetir que ETA no existe no es un argumento; el nazismo dejó de existir en 1945 y Amanecer Dorado sigue siendo un partido nazi.

Pero ni siquiera esto es lo más grave. Los alcaldes de Bildu permiten que sus pueblos estén decorados con las fotos de asesinos condenados y participan alegremente en sus homenajes. No reniegan del terrorismo, ni siquiera se ponen de perfil: lo veneran. Al tiempo, cultivan en sus municipios el ecosistema del miedo que inauguró ETA para sofocar cualquier aliento no nacionalista. Y si hablamos de objetivos, Bildu no pretende mejorar la calidad de vida de los españoles, sino reescribir el relato del terrorismo para lograr la excarcelación de los presos a medio plazo. 

Y esto es lo que dice la realidad sobre la relación entre Bildu y el terrorismo a cualquiera que quiera ver más allá de los deseos, e intereses, de Pedro Sánchez.

4 comentarios
  1. 23xtc

    con estos temas de nacionalistas supremacistas usted va al árbol no al bosque y solo le sirve a usted, no a dejar claro a la gente de donde viene, porque es legal y sus consecuencias para esta país, como ya ha pasado en 1861 en el actual EEUU, Yugoslavia o Ucrania, o en España hace mucho y muchas veces.

    Personas como usted ya hay demasiadas en las tv y radios de este país..

  2. Derry

    Qué podemos esperar de un pueblo que tiene como deportes populares arrastrar moles con bueyes, cortar troncos y levantar piedras?. Debe ser por el RH diferencial como decía el padre Arzallus.. En las vascongadas no se te ocurra entrar en una lúgubre herrico taberna con una bandera de España, en esa región te siguen llamando »puto andaluz», »puto castellano» con más odio que en el año 1976, año que viví en esa región primitiva del norte de España. Sería un lugar estupendo para veranear o vivir si ni hubiera tanto radicalismo paleto, si no hubiera tanto vasco radical y tanto odio al que no es de allí.

  3. Psilvia

    Muy bien razonado, David. Cuando Aizpurua dijo la frase de marras habría que haberle preguntado a ella e incluso a Sánchez ¿Cómo piensa tratar de mitigar el dolor de las víctimas cuando en la ley de memoria democrática se omite por completo a las víctimas de ETA? Sin duda, es la prueba más contundente de su falso «sentimos mucho el dolor…» y de su burla grotesca que el cínico Sánchez y cía consienten para justificar que aceptan a Bildu como animal de compañía. Que los opinadores fieles del sanchismo o las terminales mediáticas den por bueno el sentimiento de dolor de Aizpurua o que quieran pensar que ETA ya no existe o que celebren como retrasados mentales que ETA ya no mata, no solo denota la estupidez de sus paños calientes, también el miedo que subyace a la banda y que les impide enfrentar la realidad.
    Convertir su «ya no matan» como motivo necesario y suficiente para entrar en el club de los buenos demócratas es una forma servil y humillantel de rebajar la exigencia con ellos. Es como si implícitamente nos dijeran al resto: «Pero qué más quereis si ya no matan». «Cómo vais a pedirles encima que no acosen, que no intimiden, que no hagan homenajes a sus terroristas en las plazas públicas…es que no os conformais con nada»

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