'Mano de piedra' Sánchez vs. 'Sugar Ray' Feijóo
«Sánchez no concede un cuerpo a cuerpo al PP, sino que se concede a sí mismo un cuerpo a cuerpo desde la certeza de que ganará fácil y recuperará terreno»
En Moncloa han preparado el debate de hoy como un duelo, como un cuerpo a cuerpo para acabar a golpes con las expectativas de Feijóo. Quieren pelea: la velada del Senado. Ese es el plan de los promotores. Inicialmente Sánchez y su equipo, desde el confort de Moncloa marcando la agenda, habían rechazado la iniciativa del aspirante, pero después rectificaron entendiendo que ahora tienen más que ganar. Desde la convicción de una superioridad sobrada para tumbar al líder de la oposición, airean la milonga del «duelo decisivo». Bobadas.
La velada del Senado de hoy no será un duelo decisivo, pero sí un debate interesante. Va a medir el nivel de desesperación y de riesgos que están dispuestos a asumir en Moncloa para remontar; como ya se ha visto en la impúdica campaña del Gobierno de la Gente, acusando a la oposición de ser la marioneta de los poderes oscuros, o ayer en el casting desahogado del Tengo una pregunta para usted. Eso anticipa que en ningún caso les preocupa el rigor dialéctico; solo debilitar a Feijóo. Aunque éste vaya mucho mejor colocado en las apuestas, léase encuestas, ‘Mano de Piedra’ Sánchez está persuadido de que lo puede noquear sin dificultad. Él y su equipo lo retratan como un contrincante menor, sin conocimiento, sin experiencia, sin perseverancia y sin voluntad. A eso va ‘Mano de Piedra’ Sánchez hoy al Senado: a descargar golpes.
El presidente, claro está, no tiene el menor interés en analizar y consensuar nada con Feijóo. Ni siquiera tiene el menor interés en escuchar a Feijóo, tanto que se niega a convocarlo o incluso a despachar con él por teléfono, como a su antecesor, algo que parece considerar rebajarse humillantemente. Ya le ha remitido a su secretaria para pedir cita. No hay que equivocarse: ‘Mano de Piedra’ no concede un cuerpo a cuerpo al PP, sino que se concede a sí mismo un cuerpo a cuerpo desde la certeza de que ganará fácil y recuperará terreno. En las últimas semanas, de hecho, Moncloa ha desatado una campaña de descrédito contra su rival, acusándolo de vago, de negacionista, de saboteador frívolo, o de incompetente. Otra cosa es la credibilidad que puedan tener Pilar Alegría, Diana Moran o incluso María Jesús Montero para socavar la confianza en Feijóo de sus partidarios. En todo caso, aquí sólo se trata de desacreditarlo con sambenitos a golpe de repetición, y la verdad poco importa.
«Sánchez, en sus delirios cesaristas, pretende que sea la oposición la que se ofrezca a apoyar al Gobierno haga lo que haga»
Feijóo, o si quieren ‘Sugar Ray’ Feijóo puesto que en el Senado van a imponer la lógica del ring, tiene tres ventajas: él no necesita arriesgar; no tiene por qué enredarse en el debate técnico, tanto más a sabiendas de que los formatos en las Cortes siempre corren a favor del presidente; y a cambio tendrá los focos para enfatizar las debilidades de Sánchez, en particular su sociedad de intereses mutuos con Esquerra y Bildu para preguntarle si cree que se puede hacer política de Estado pactándola con quienes quieren destruir el Estado. Casi le puede llegar con acreditar las mentiras del presidente y no cometer errores, como sí ha cometido en algún precedente. Sólo necesitará añadir un poco de ironía gallega para caricaturizar las arremetidas ad hominem de ‘Mano de piedra’ esquivando el cuerpo a cuerpo.
En la cultura democrática, es el Gobierno el que toma iniciativas y trata de sumar apoyos parlamentarios también entre la oposición para ensanchar los consensos. No al revés. Sánchez, en sus delirios cesaristas, pretende que sea la oposición la que se ofrezca a apoyar al Gobierno haga lo que haga, proporcione ese apoyo gratuitamente, y todavía después despacharlos con desdén para contentar a sus aliados. Esto no sólo da una idea de las convicciones del equipo de Moncloa, sino del talante con el que ‘Mano de Piedra’ Sánchez acude hoy al Senado con la intención inequívoca de golpear duro.
En la lógica del ring, hay un trabajo que sus propagandistas ya tendrán preparado: anunciar muy rápido, inundando las redes, que ‘Mano de piedra’ ha ganado la pelea sobre un rival verde sin entidad para liderar el Estado. Por KO o a los puntos, ese es el objetivo de todo esto. Golpes y titulares.