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Un PP para todos los públicos

«La imagen de Feijóo como hombre moderado, que no se deja arrastrar por los más escorados, es útil para atraer el voto que deambula por el centro del tablero»

Opinión

Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo. | Europa Press

  • David Mejía es doctor por la Universidad de Columbia y profesor de Filosofía y Humanidades en IE University.

La manera más eficaz de convertirse en el protagonista de una fiesta es ausentarse con una mala excusa. Tu nombre se menciona, los corrillos especulan y te atribuyen motivaciones ocultas. Debe saberlo Feijóo, cuya ausencia en la manifestación del domingo en defensa del cumplimento de la(s) sentencia(s) del 25% le ha traído mayor foco mediático que a cualquiera de los asistentes. Es imprescindible, insisto, que la excusa sea mala, por ejemplo, una Interparlamentaria del PP en Toledo. No es un funeral de Estado, un positivo en COVID o una resaca de psicotrópicos. ¡Una Interparlamentaria! 

Además de una mala excusa, es importante medir las reacciones. Se recomienda no mostrar demasiado fervor por la fiesta ni sus convocantes, pero tampoco completo desdén. La indiferencia justa, el entusiasmo preciso. Feijóo lo clavó: «cordialidad lingüística». Sin duda un horizonte deseable, pero como receta parece insuficiente ante una realidad social que hace unos meses definió como «apartheid lingüístico».

Las críticas a Feijóo han proliferado en medios a priori afines y entre militantes del PP que exigen, desde los aciagos años del rajoyismo, mayor firmeza frente al rodillo nacionalista. Pero el territorial no es el único frente donde bullen las discrepancias. Los ententes de Feijóo con el Gobierno, por ejemplo, respecto al impuesto a las compañías eléctricas no son del agrado de Isabel Díaz Ayuso, que ha definido la medida como una ocurrencia de última hora. 

«Sería un error concluir que la discrepancia interna es un debilidad; las posturas enfrentadas amplían la oferta electoral del partido»

Tanto en la cuestión territorial como en los debates sobre tasas y gravámenes parecen existir en el PP ánimos distintos a los de su presidente. Sin embargo, sería un error concluir que la discrepancia interna es necesariamente una debilidad; las posturas abiertamente enfrentadas no hacen sino ampliar la oferta electoral del partido. La imagen de Feijóo como hombre moderado, que no se deja arrastrar por los más escorados, es útil para atraer el voto que deambula por el centro del tablero y que es sensible a las etiquetas que dispensan los prescriptores mediáticos. Y la beligerancia de Ayuso, tanto contra el Gobierno central como contra el socialismo en su versión más caricaturesca, contiene la migración de voto a la derecha

Me dirán que esto puede ser una casualidad, no una estrategia. Puede ser, aunque empiezo a pensar que Feijóo deja pocas cosas al azar. De todos modos, la idea de un partido con una oferta electoral ajustada a sensibilidades diferentes no es nueva. Fíjense en el Partido Socialista, donde conviven personas como Guillermo Fernández Vara, María Chivite, Emiliano García Page, Idoia Mendía o Josep Borrell. La discrepancia interna puede ser una estrategia electoral interesante. El problema, claro, es que el día que uno alcanza el poder hay que tomar decisiones.

Feijóo empleará «todas las herramientas del Estado» para lograr «la cordialidad lingüística»Feijóo empleará «todas las herramientas del Estado» para lograr «la cordialidad lingüística»
12 comentarios
  1. farmyardcheek

    Pues que tenga mucho cuidado en sus relaciones con el traidor PNV, lo mismo se le van votantes a VOX

  2. Techlogic

    Lo que pasa es que no tiene que fingir ser, ni hacer un papel, ni usar el cis; tan solo tienen que mirar su curriculum, es decir mirar en la realidad.
    Realidad frente a postureo.
    Elijan.
    Es lo que hay.
    .

  3. ToniPino

    Feijóo está utilizando una estrategia muy medida, que, como todas, no se sabrá si es eficaz o no hasta las elecciones. De momento, a mí me parece acertada y la más conveniente para el PP: alejarse de Vox, que ahora anda perdido como pollo sin cabeza, e intentar captar voto moderado por su izquierda. A muchos votantes de Ciudadanos (derecha moderada no conservadora) ya los tiene, y su objetivo es atraer un número quizás no muy alto, pero sí significativo de votantes de izquierda moderada. Yo no creo que haya muchos votantes de “centro” puro, a no ser que entendamos por centro ser de derecha o izquierda moderada.

    Daba igual que Feijóo fuera o no a la manifestación de Barcelona, pues el tema lingüístico catalán importa de verdad a no mucha gente, incluso en Cataluña, como se vio en el número de manifestantes, y no digamos en el resto de España, muy cansado ya del tema catalán y con otros problemas en su cabeza. No creo que vayan a castigar a Feijóo por su ausencia en la manifestación.

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