THE OBJECTIVE
Marta Martín Llaguno

El 'top 5' de esperpentos políticos de la semana

«Me estoy encontrando alumnos de Comunicación que ya no leen ni consumen nada de prensa porque piensan que los gobernantes no sirven para mucho y son todos iguales. Parte de razón no les falta»

Opinión
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El ‘top 5’ de esperpentos políticos de la semana

La ministra de Igualdad, Irene Montero. | Efe

Hace unos meses, el Digital News Report, del Reuters Institute, alertaba de que en nuestro país se estaba produciendo una evitación selectiva del consumo de noticias. Este trabajo, realizado desde la Universidad de Navarra a partir de una encuesta a 92.000 personas en 46 países señalaba que el interés y la confianza en la información están en España en niveles históricamente bajos: uno de cada tres ciudadanos ni se lee ni se cree lo que le dicen los medios. 

La desconexión con la información está estrechamente vinculada a la desconexión con la política. De hecho, como apuntan Joseph N. Cappella y Kathleen Hall Jamieson en su libro La espiral del cinismo en la medida en que las noticias se hacen eco de los motivos y el estilo de los políticos se alimenta el cinismo, y se produce un descenso de la participación en la democracia. La verdad, viendo cómo está el patio, no me extraña.

Como Catedrática de Comunicación, como exdiputada y como ciudadana, me preocupa que la gente, especialmente los más jóvenes, ‘pasen’ de la vida pública. Me estoy encontrando alumnos de Comunicación (incluso de Comunicación Política) que ya no leen ni consumen nada de prensa porque piensan que los gobernantes y los diputados no sirven para mucho y son todos iguales. Parte de razón no les falta. 

Así las cosas, he preparado un ejercicio para que debatan los cinco temas públicos que les provocan más desafección esa semana. Lo llamamos «El ‘top 5’ de esperpentos políticos».

Confío en que no se me depriman al leerme en esta mi primera colaboración. Les presento aquí mi selección de ‘perlas’ y adelanto ya mi conclusión: no me extraña que queramos evadirnos. Pero hay que recordar siempre que la desinformación y la ignorancia son las principales herramientas del sometimiento y la manipulación.

  • Esperpento 1. La apología de la «pedofilia» (accidental o voluntaria) de la ministra de Igualdad

Irene Montero ha vertido unas declaraciones no sólo vergonzosas sino potencialmente delictivas. Caben únicamente dos explicaciones: a) que se equivocase y no hubiese manejado bien su discurso (sería incompetente) y b) que no se equivocase y lo hubiera manejado correctamente (sería una depravada). La verdad: no sé qué es peor. En cualquier caso, y dado que, habiendo tenido la oportunidad, no se ha explicado ni disculpado, creo que la cosa es grave. O se marcha, o la deberían cesar. Me malicio que ninguna de las dos cosas se va a dar.

  • Esperpento 2. El compromiso de 573,5 millones de dinero público en el marco de la campaña de imagen personal de Sánchez en Nueva York

En la preparación de su futuro -allende y dentro de nuestras fronteras- Moncloa ha reconocido estar vendiendo a Sánchez como «actor global». Lo cierto es que este estereotipo le es mucho más rentable reputacionalmente que el de «resolutor de problemas».

Sánchez ha pasado así de reuniones con ciudadanos fake a viajes, cumbres internacionales, encuentros con multimillonarios y teatrillos de la corbata. El último pseudoevento con June Sarpong, la presentadora de la Fundación Bill Gates, en el que Pedro apareció con y sin corbata, ha estado bien muy tirado: le ha catapultado a televisiones en el contexto de su postulación a la Internacional Socialista. 

Pero el problema no es que Pedro Sánchez tenga una ambición personal desmedida… ni siquiera que quiera dar un giro a su imagen. El problema es el uso del dinero público que se hace en este contexto

Hay una pregunta debe que ser aclarada urgentemente. Los millones comprometidos por nuestro «actor global2 patrio en Nueva York ¿tenían o no referencias presupuestarias?  Es decir, el enorme gasto de la semana pasada, ¿estaba o no aprobado previamente por el conjunto del Parlamento o se ha habilitado su uso ad-hoc por el Consejo de ministros? 

La cuestión no es baladí. Habría que aclarar hasta qué punto estas donaciones y créditos han servido (o no) a un beneficio personal. Si así fuera, el hecho sería extremadamente grave, especialmente en un contexto en el que muchos contribuyentes están atravesando graves dificultades. 

  • Esperpento 3. La bronca teatralizada de García-Page. 

Mientras Sánchez trabajaba por su grandeur en Nueva York (el estado plurinacional se le ha quedado pequeño), García Page ha entrado en campaña. Lejos de hacer un ‘striptease corbatero’ como el presidente, el manchego se ha lanzado a la contienda «marcándose un pimpinela». No es algo nuevo: cíclicamente, sin renunciar a su cargo, ni romper carné, él y algunos otros barones dicen pelarse con Ferraz al estilo del dúo de «Olvídate y pega la vuelta».

Así, quienes tienen en sus comunidades autónomas caladeros de votos, no extremos ni nacionalistas, se autoproclaman herederos de las esencias del PSOE y afean públicamente a Sánchez sus cuitas y sus cuentas. Por el contrario, quienes compiten en campaña con ‘indepes’, nacionalistas o podemitas (como Puig o Armengol) azuzan al sanchismo doblando apuestas. Al final, nunca pasa nada y todos consiguen colocarse, alimentando un PSOE bifronte, que, al fin y al cabo, no deja de ser la misma máquina de colocación.

  • Esperpento 4. La ausencia de Feijóo en la defensa del uso del español (y su crítica por parte de algunas otras algunas fuerzas) 

Feijóo ha cogido la calculadora de contar votantes. Parece que la pandemia, la guerra y la crisis nos han dejado con poco cuerpo para pelearnos por razón de identidades (miren como está el independentismo). Mi percepción es que el gallego ha avistado que, hoy por hoy, confrontar con la cuestión lingüística es menos eficiente electoralmente que hacerlo con la tributaria, que, además, le provoca menos ruido interno. 

De ahí la ausencia del presidente del Partido Popular en la manifestación de Barcelona para la defensa del uso del español como lengua vehicular. Una ausencia que ha sido aprovechada por Vox y Ciudadanos para criticarle a él y a su trilingüismo. Lo sorprendente para mí no es la postura de Feijóo (que lleva implantando su modelo cuatro legislaturas en Galicia) sino la de Ciudadanos que le acusa de «haberles copiado» al tiempo que le echa en cara que «reclamar el 33% es seguir en la trampa del nacionalismo separatista». Vamos una cosa y su contraria.  

Lo cierto es que la propuesta del 33% es la que Ciudatans ha llevado y defendido siempre en su programa. El núcleo catalán de Ciudadanos intentó en su día trasladar esta propuesta a territorios como Navarra o Valencia donde, por la zonificación lingüística, se necesita responder de otra manera a esta realidad. Pero no lo entendían. Durante años, Xavier Pericay y yo peleamos con quienes ahora reniegan del modelo para incluir la «libertad de elección de los padres» que tanto defendí. Hoy, ésta sólo sigue contemplada en el programa de Ciudadanos en Baleares y en el de Comunidad Valenciana. También se defendió en su día en Navarra donde se presentaron en coalición. 

Me alegro de que haya habido finalmente un cambio de postura, que imagino que explicarán a sus votantes, especialmente a los catalanes. 

  • Esperpento 5. El culebrón de Vox y Olona

No quiero finalizar esta columna sin referir el desencuentro de Vox y Olona al que la mayoría de los españoles asistimos anonadados (algunos asustados, porque se les desinfla el trampantojo). 

En algún momento escribí que para tener una visión correcta en este tipo de asuntos hay partir de dos máximas: que todo el mundo tiene su límite… pero, también, y a la vez, que todo el mundo tiene su precio. Límites y precios van a ser claves para entender y juzgar estos movimientos, pero lamentablemente sólo se van a poder determinar correctamente con el tiempo y los hechos. 

De momento, lo cierto es que para el mero espectador saber quién tiene la razón no es fácil y, por ahora, como dicen los guionistas parece que el final está abierto.

En fin: el tiempo y los votos lo dirán.

Aprovecho para desearles una buena semana y les animo a no evitar, seleccionar pero sobre todo OLVIDAR ninguna noticia. Especialmente si es un esperpento político y especialmente a la hora de votar.

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