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Carta abierta a los jóvenes: sois menos inteligentes que vuestros padres

«Solo se requiere de una sociedad de incultos históricos sin capacidades analíticas, que vivan en su burbuja del presente, para que el poder manipule a placer»

Opinión

Un grupo de jóvenes en un parque de Madrid. | Europa Press

  • Vivo en Londres y trabajo en un banco de inversión. Soy novelista, pero mis novelas no nacen de una vocación literaria, sino de una necesidad vital. Observo la realidad con distanciamiento.

Primero, queridos jóvenes lectores, quiero excusarme por un título tan sensacionalista, pero para llamar vuestra atención y conduciros a leer un artículo largo que exige capacidad de concentración, he pensado que este encabezamiento era un buen cebo.

Los hechos son los siguientes. Recientes estudios sobre la capacidad intelectual (IQ tests o Intelligence Quotient en inglés) en los jóvenes llevados a cabo en muchos países desarrollados demuestran que estáis perdiendo capacidad intelectual en comparación con vuestros mayores. Tras una época dorada desde los años 30 del siglo pasado hasta finales del siglo XX, donde se generó el llamado efecto Flynn (aquel sustancial y sostenido crecimiento de los resultados en las pruebas de inteligencia en el tiempo – es decir que la humanidad se estaba haciendo más inteligente a medida que pasaba el tiempo), vemos que los resultados recientes de las pruebas de inteligencia desarbolan esa tendencia.

Resumiendo, las nuevas generaciones parece que tenéis un cociente de inteligencia menor que las anteriores. Las implicaciones de esta regresión podrían estar detrás del crecimiento del populismo, fake news, la radicalización, manipulación y división de la sociedad, y la falta de cultura y preparación política y analítica. ¿Cómo es posible este retroceso en los resultados de IQ, os preguntareis?

Antes quería comentaros que los estudiosos del tema (entre ellos el propio James R. Flynn) argumentan que la inteligencia (y por lo tanto los resultados de estas pruebas de IQ), se deben fundamentalmente a razones genéticas, al estudio y la lectura, pero también al ambiente familiar en el que se ha vivido. Un ambiente familiar donde se lee mucho, o es muy artístico, por ejemplo, garantiza un resultado mayor en las pruebas. Anecdóticamente, también incrementa nuestra inteligencia tener amigos o parejas inteligentes. Y también, disfrutar de una buena alimentación ayuda a que nuestra inteligencia florezca.

La razón fundamental de este preocupante cambio de tendencia (en opinión de una mayoría de expertos), podría estar en parte en el exceso de uso de las plataformas digitales, a los nuevos planes de estudio donde no prima ni el esfuerzo ni la exigencia, a la caída en los índices de lectura, a la falta de esfuerzo intelectual complejo y de capacidad de concentración. Los jóvenes tenéis todas estas nuevas capacidades tecnológicas a vuestro alcance, con toda la información posible en vuestros terminales, pero quizá estéis anclados en el presente, sin tener el recurso a lo que el propio Flynn llama «una dimensión histórica». Eso provoca que potencialmente tengáis una visión más simplista de los temas y problemas de la actualidad, convirtiéndoos potencialmente en víctimas de manipulación maliciosa por parte de políticos oportunistas y populistas, por los medios de comunicación y sobre todo por las redes sociales.

«Si no leéis opiniones distintas a las vuestras, con razonamientos que os hagan dudar, nunca llegaréis a vuestras propias conclusiones»

Pero aun estáis a tiempo de recuperar el impulso. Sois las generaciones con más instrumentos de crecimiento intelectual a vuestro alcance. Tenéis que leer y aprender historia para aprender del pasado, porque os aseguro que muchos de los problemas que tenemos en la actualidad ya han ocurrido en tiempos pretéritos, aunque con variaciones distintas. La historia nos da unos antecedentes esenciales sobre las crisis que han afectado al mundo, lo que nos permite formarnos nuestras propias opiniones sobre los temas políticos actuales. También os recomendaría leer libros y novelas de cierta complejidad, para ser capaz de desenmarañar problemas complejos que requieren de inputs cuantitativos, sociales y emocionales. Además de resultar un ejercicio ameno, os proporcionara un instrumento esencial: la capacidad de concentración necesaria para plantearos la resolución de problemas complejos. Finalmente, os animo a que realicéis un verdadero esfuerzo por informaros fuera de las redes sociales. Porque si no leéis artículos de opinión largos y bien argumentados, solo tendréis como recursos los análisis breves y simplones que los algoritmos de la inteligencia artificial os ponen a vuestra disposición. Es decir, solo accederéis a una información reducida y que refuerce vuestros puntos de vista, por lo que no estimulareis vuestra capacidad crítica. Si no leéis opiniones distintas de las vuestras, con razonamientos que os hagan dudar, nunca llegareis a vuestras propias conclusiones. Es decir, solamente estaréis escarbando la superficie de vuestras capacidades, estancados como seres unidimensionales. Hay que leer la opinión de mentes más inteligentes que las vuestras, empezando por aquellas opiniones con las que estéis en desacuerdo. Así tendréis convicciones firmes, bien ancladas en argumentos sólidos y procesos analíticos propios, y os alejareis de las consignas mediáticas populistas. Además, podréis también cambiar de opinión, algo que en contra de lo que dicta la sociedad, tiene y requiere de un gran valor.

George Orwell, en su famosa novela distópica 1984, ya describió una sociedad futura donde el gobierno reescribe la historia y manipula a la sociedad. ¿No os suena esto en la actualidad, en relación a los libros de texto de los nacionalismos, a las recientes leyes de memorias históricas, y a los revisionismos actuales tan en boga en Hispanoamérica? Recordad que solo se requiere de una sociedad de incultos históricos sin capacidades analíticas, que vivan en su burbuja del presente para que el poder manipule a placer. Una sociedad en una potencial crisis de inteligencia será incapaz de vivir en libertad, pues caerá bajo el yugo de los simples y de la dictadura de las religiones laicas. Y en ningún caso será capaz de responder a los grandes retos que nos plantea el futuro, como la inteligencia artificial, los retos energéticos, el potencial calentamiento global, o la lucha contra las aquellas políticas de genero disparatadas.

Como conclusión y como reto, os propongo ayudar a crear una sociedad culta, esforzada, solidaria y exigente, porque una sociedad así, con todas las capacidades tecnológicas al alcance de la mano es sencillamente imparable.

¿Qué futuro preferís?

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Alejandro Gómez Miguel
8 comentarios
  1. ToniPino

    Interesante artículo. Sí, parece que podría haber una correlación entre los niveles medios de inteligencia y la prosperidad y estabilidad de la que en Occidente ha disfrutado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta hace poco. Es como si estuviéramos regresando a aquellos terribles y oscuros años 30 y 40 del siglo pasado, de precariedad, populismos, guerra y polarización, aunque no en el extremo de entonces, pues la historia nunca se repite. No sé cómo es la relación de causalidad. Seguro que es todo más complejo y hay muchos los factores influyentes.

  2. Ubimoras

    Prohibieron a sus profesores que les enseñaran… porque no podían con tanto.
    Hubo intereses en que no se formaran y aprendieran, no son responsables.

  3. Alfiolo

    Primero de todo, sería muy interesante referir qué estudios son en los que se apoyan dicha conclusión. No es que dude de ella, porque mi percepción apunta en la dirección que expone el artículo, pero si hay estudios que los demuestran, me gustaría consultarlos, sobre todo para reforzar la percepción de que efectivamente los jóvenes son menos inteligentes en cada generación.

    El problema está en que el paradigma de lo que entendemos como inteligencia ha cambiado. Ahora no es más inteligente el que tiene capacidad para resolver problemas, analizar, debatir y cuestionar, o el que ha estudiado más sobre diferentes temas (fuera del adoctrinamiento universitario).

    Hoy basta con enseñar tu título universitario, obtenido en universidades donde se imparten clases de género, auto percepción y filosofía posmoderna. Basta con mostrarte muy enojado con el cambio climático, acusar a la sociedad de patriarcal y racista, y decir que eres un despierto (woke) que empatiza con las minorías y detestas el capitalismo, la libertad de expresión y la presunción de inocencia para pasar por inteligente.

    Para ser inteligente hoy en día basta con declararte de izquierda y haber leído algún libro sobre feminismo o ecologismo. Luego si el mismo concepto de inteligencia está adulterado, qué nos garantiza que el día de mañana (ya está ocurriendo) no pasen por inteligentes aquellos que no lo son, y haya tribunas donde se califique de idiotas, aparte de fascistas y reaccionarios, a aquellos que cuestionan la superstición ideológica y el irracionalismo que nos azota y avanza sin signos de debilitamiento.

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