Hernández de Cos no se casa con nadie
«No se puede consentir que con una inflación galopante y la tasa de paro más alta de Europa se prometa lo que no se puede prometer porque es engañar a la gente»
No debe ser plato de buen gusto que a las pocas horas de hacer público el Gobierno su proyecto de Presupuestos Generales del Estado, salga el Banco de España con unos pronósticos de futuro que echan abajo las previsiones de Calviño y Montero que servían de base para esos presupuestos.
El gobernador, que no se casa con nadie, que es lo que debe hacer un buen gobernador de banco central, pone los puntos sobre las íes triunfalistas de los sanchistas, pero no hace falta ser doctor en Economía para llegar a la conclusión de que Hernández de Cos acierta más que el equipo de Moncloa: cualquier familia endeudada hasta las cejas intenta reducir gastos, y comprende que la política de la ministra Montero de repartir dinero a espuertas, lleva directamente a la quiebra.
Más allá del tinte electoralista, que es lo que ha llevado a prometer una subida de pensiones imposible, dar 100 euros a centenares de miles de familias con hijos menores de tres años, mantener indefinidamente los transportes gratuitos por tren y prorrogar subvenciones de todo tipo, se comprende la inquietud de la llamada clase media, a las que se va a crujir a impuestos para financiar lo que el Gobierno presenta como los presupuestos más sociales jamás conocidos. El papel lo aguanta todo, pero la realidad es dura: no se puede sacar dinero de donde no lo hay. Y no se puede consentir que en esta España empobrecida con una inflación galopante y el índice de paro más alto de Europa se prometa lo que no se puede prometer porque, sencillamente, es engañar a la gente.
A Pedro Sánchez se le esperaba en la clausura del Foro La Toja, pero se excusó porque tenía covid. Excusa aceptada, intervino por videoconferencia. El runrún en la isla gallega era que el presidente ya estaba bien, pero no quería ir a la fiesta del PSOE gallego en Oroso, en La Coruña, que se celebraba esa tarde. Visto lo visto en días anteriores, en los que recibió gritos y abucheos en varias comparecencias públicas, se comprende. A nadie le gusta pasar un mal rato.
«La tensión entre ERC y Junts favorece a Sánchez y al PSC»
En Moncloa siguen con atención máxima lo que se vive estos días en Cataluña, las tensiones entre ERC y Junts y la decisión de consultar a la militancia de JxC sobre el futuro de la coalición de Gobierno. Esa tensión favorece a Pedro Sánchez y al PSC, y las especulaciones sobre un tripartito PSC-ERC y En Comú están a la orden del día.
Gente conocedora de qué se cuece en el Palau de la Generalitat descarta el tripartito. Cuentan en primer lugar que Aragonés está convencido de que no habrá ruptura como tal con Junts, y si la hay es muy probable que algunos de los conselleres de ese partido decidan quedarse en el Gobierno, o al menos lo pidan. Si se produce la ruptura que promueve Puigdemont, Aragonés no tiene intención de ningún tripartito, sino de llegar al final de la legislatura buscando pactos puntuales con PSC y En Comú. Le preocupan las municipales, las primeras elecciones en el calendario. Para ERC es fundamental conseguir un buen resultado, para que tire de las autonómicas cuando llegue el momento.
Entre sus objetivos, que Gabriel Rufián sea elegido alcalde de Santa Coloma. Otra cosa es que el portavoz en el Congreso esté encantado con esa posibilidad. Le gusta la vida que lleva en Madrid, es una figura en la Carrera de San Jerónimo y no tenía en mente ser candidato a la alcaldía de su pueblo. Conservará el escaño hasta conocer el resultado del 28 de mayo, y después, sea o no alcalde… ya verá lo que hace. O lo que le manden hacer, que en los partidos es obligado obedecer al jefe.
«La marca del PP hoy en Cataluña es Feijóo»
Siguiendo en Cataluña, en círculos empresariales están muy pendientes de Feijóo, que ha viajado allá varias veces desde que fue elegido presidente del PP. No solo ha establecido contacto con personas de muy diferentes sectores sino que les ha pedido información con datos de primera mano sobre qué está pasando hoy en esa complicada región en la que el independentismo empieza a perder fuerza.
Feijóo todavía no ha tomado decisiones sobre candidatos, y uno de esos empresarios de renombre cuenta a esta periodista que, al contrario de lo que ocurría en años pasados, importa menos el candidato que la figura nacional. La marca del PP en Cataluña es hoy Feijóo. De él depende conseguir un buen resultado en las municipales y, después, en las generales. Feijóo lo ha repetido hasta la saciedad desde preside el PP: es fundamental ganar escaños en Cataluña. Si no, tendrá difícil alcanzar la presidencia del gobierno.
Aunque, si tiene razón Hernández de Cos, el que tiene difícil mantenerse en Moncloa es Pedro Sánchez.