MyTO

Victimización política con perspectiva de género

«Esta operación para transformar a Irene Montero en mártir transcurre de forma coetánea a la lapidación pública de Pablo Motos emprendida por Igualdad»

Opinión

Pablo Motos e Irene Montero. | The Objective

  • Soy licenciada en Derecho, abogada en ejercicio y gerente del bufete NOVALEX SPAIN. Autora del libro ‘Populismo punitivo’ (2020 Ed. Deusto)
    Antes, columnista en Disidentia y Vozpópuli y colaboro en la tertulia del programa Herrera en Cope. Mis críticos me acusan de ser una extremista de la presunción de inocencia, algo de lo que yo me congratulo.

Lo de la perspectiva de género es una cosa maravillosa. Es tan ambivalente como la violencia política, que lo mismo sirve para justificar un linchamiento político-mediático como para condenarlo, en función del carné del partido del linchado y del linchador. Un líder progresista puede permitirse llamar fascista, machista, franquista, saqueador o corrupto a cualquier miembro de un partido del centroderecha. También puede atemorizar a los hijos de políticos organizando escraches a sus padres en las puertas de su casa. O incluso ridiculizar a una ministra de Exteriores señalando que sufre alguna secuela psíquica tras haber sido tratada de un cáncer.

Pero absténganse el resto de realizar actos equiparables o utilizar expresiones equivalentes, porque ellos no toleran que se les prescriba la misma medicina que recetan alegremente al resto: en el combate por la monopolización del debate público, ellos han sido, son y serán siempre las víctimas. Tienen licencia para menospreciar, vejar y acosar, así como para presentarse como mártires cuando el atacado se revuelve. Son como el verdugo que lloriquea ante un exabrupto del que va a ser decapitado mientras sostiene en sus manos la pesada hacha con la que hará rodar su cabeza.

No es nada sorprendente, por lo tanto, la reacción melodramática y ridícula de la izquierda tras la impostada indignación mostrada por Irene Montero cuando una diputada de Vox expuso en el Congreso sus vínculos sentimentales con Pablo Iglesias como causa de su cargo en el Ministerio. Algo que los predicadores de la corrección política consideran intolerable y fuera de lugar, aunque el aludido hubiese empleado términos similares años atrás para referirse a una exalcaldesa de Madrid. Una pena que sus radares para localizar discursos de odio no estuviesen activos cuando Rufián afirmó, desde la misma tribuna, que con la despenalización de la sedición les han quitado el juguete a los jueces fascistas.

«Podemos y sus terminales mediáticas nos obligan a soportar linchamientos casi diarios a periodistas, magistradas y ciudadanos»

Pero la victimización política no solo es una tapadera para desviar el foco de los temas realmente importantes: es su eslogan fundacional y el instrumento sobre el que están conformando una nueva forma de represión y censura, que utiliza la perspectiva de género como coartada. Una herramienta óptima para colonizar las instituciones e instrumentalizarlas con el fin de aprobar leyes y financiar campañas públicas que criminalizan al varón, desprestigian a los jueces y señalan a españoles de a pie.

Mientras Podemos y sus terminales mediáticas nos obligan a soportar linchamientos casi diarios a presentadores, periodistas, youtubers, magistradas o incluso a ciudadanos anónimos, por el mero hecho de que sus discursos u opiniones se desmarcan de los dogmas de la perspectiva de género, Irene Montero se ha erigido en la musa del victimismo, convirtiéndose en el objeto de edulcorados y lacrimógenos homenajes. Una de sus últimas apariciones ha sido ante las cámaras de la televisión pública española, donde se ha afanado en explicar que «la violencia política no es un insulto puntual, es una estrategia continuada por la cual, desde muchos altavoces, durante muchos días, meses y años se lleva a cabo una estrategia de destrucción personal de la persona».

Tiene narices que la ministra se rasgue así las vestiduras por las críticas a su incompetencia tras evidenciarse las nefastas consecuencias de la aplicación de la ley del solo sí es sí. Debía de esperar aplausos mientras las rebajas de condenas y excarcelaciones de agresores sexuales se suceden, tras haber ella rechazado categóricamente que algo así pudiera acontecer y tildando a las advertencias de «propaganda machista».

«‘No señales y no serás señalado’, proclaman sin pudor para justificar su abierta invitación a la autocensura»

Pero lo más indignante de toda esta operación para transformar a Irene Montero en mártir es que transcurre de forma coetánea a una lapidación pública emprendida por el Ministerio de Igualdad para propiciar la muerte civil de Pablo Motos, presentador de un programa de entretenimiento, por no respetar los cánones de la inquisición feminista. Se han sumado al linchamiento no solo los sospechosos habituales del Congreso, sino también ese vertedero de activistas en el que se ha transmutado buena parte del periodismo. Exactamente la misma estrategia que denunciaba sufrir Irene Montero en el programa de RTVE, solo que como al señalado se le acusa de machismo, la violencia política es descartada: el patriarcado merece ser aleccionado.

«No señales y no serás señalado», proclaman sin pudor para justificar impúdicamente su abierta invitación a la autocensura. Mas me permito advertirles a todos éstos que, contrariamente a lo que ellos asumen, los límites de la crítica admisible son más amplios respecto a los cargos políticos que para los particulares. Tal y como nos recuerda la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, los primeros se exponen a un control minucioso de sus actuaciones y actitudes por parte de periodistas y ciudadanos, debiendo en estos casos interpretarse las excepciones a la libertad de expresión de una forma más restrictiva.

Personalmente, me preocupa que los ataques zafios y barriobajeros de índole personal por parte de quienes ostentan cargos de poder ya no solo se dirijan contra otros políticos -algo que ya de por sí degrada la calidad democrática del país-, sino que hayan puesto en su diana a los españoles. Cualquiera de nosotros que ose mostrarse crítico con este nuevo catecismo laico y autoritario travestido de feminismo puede ser el siguiente. Como país, no nos podemos permitir normalizar que, desde las instituciones, se acometan linchamientos a ciudadanos de forma recurrente, costeados con dinero público.

22 comentarios
  1. 23xtc

    Ortega, Figaredo, Castro abogados como usted que se pronunciaban contra la inversión de la carga de la prueba en las elecciones primeras andaluzas, a las del congreso, en contra de las asociaciones feministas y sus chiringuitos, palabras textuales de Abascal. MAÑANA PIDEN LA INCONSTITUCIONALIDAD PORQUE LA LEY DEL SI, SI, SI EN LA MODIFICACIÓN DEL CONSENTIMIENTO DE LAS MUJERES, ES MUY O DEMASIADO LAXA, DEJA LIBRES A VIOLADORES Y AGRERSORES SEXUALES.

    Es decir Sra. la contradicen desde VOX, niegan su argumentación repetida en este medio, en el Cascabel cuando estuvo y en V P cuando estuvo en ese medio con Nieto.

    Yo de usted me pensaría mucho que hacer con sus ambiciones políticas, se pillará las manos y los pies usted sola

  2. 23xtc

    Sra. voy a copiar literalmente que van a hacer mañana VOX en el T C, Vox interpondrá un recurso de inconstitucionalidad contra la ley del sólo sí es sí, de la que ya se han beneficiado más de 40 agresores sexuales.
    Esta acción por parte de la formación conservadora tiene como objetivo derogar una ley que ya ha reducido las penas de 41 abusadores sexuales en todo el territorio nacional.
    el nuevo texto aprobado recoge lo siguiente en cuanto al consentimiento expreso para mantener actos sexuales: «Sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona».
    Desde Vox han rechazado de plano esta nueva modificación del Código Penal y han denunciado que es laxa hacia los violadores y agresores sexuales culpando a Irene Montero de haber confeccionado una ley que libera condenados.

  3. Grossman

    No hay que extrañarse de nada, todo es tan antiguo como el leninismo y el stalinismo.

    Toda esta gente vienen del comunismo, es más, son comunistas hasta la medula, travestidos de mil causas “justas” para arrastrar y tiranizar a las masas.

    El feminismo en su origen no es como manifiesta esta payasa, realmente denunciaba una situación de marginación histórica de la mujer.

    Estos empaquetaron el producto y lo manipularon, la lucha proletaria ya no les valía porque el propio capitalismo había acabado con gran parte de sus problemas, así que utilizaron las técnicas que ya dominaban para inyectar en la sociedad su moral de odio y opresión.

    Lenin lo entendió perfectamente, había que crear una doctrina no cuestionable y después implantarla por la violencia mediante una sumisión total al partido que era quien dictaba que es lo que había que pensar.

    Stalin siguió al pie de la letra esta ideología totalitaria eliminando físicamente al disidente o sospechoso para homogeneizar el pensamiento.

    Lógicamente Irene Montero no puede practicar el leninismo/stalinismo el estado no se lo permite pero usa metodología violenta verbal y a veces física porque lo importante es acallar al disidente, crear un estado de opinión totalitario en el que nadie pueda expresar libremente la disidencia política.

    Están ante una oportunidad histórica, demoler los poderes que controlan al ejecutivo, TS, CGPJ, medios de comunicación públicos TVE, El Pais (Pravda), aquí con la colaboración de la Botin que va a comprar acciones de un medio ruinoso, más las terminales mediáticas La Sexta, y casi todos los canales.

    El tiempo se les acorta, las leyes salen a borbotones, amenazas a los jueces a los que acoquinan con insultos como machistas, fascistas, alertas antifascistas del macho alfa, cuando los votos no les cuadran, desmontar todo el aparataje legal de defensa del estado.

    Lenin sabía que si no actuaba pronto y con contundencia perdería el tren de la revolución y destruyó el sistema democrático burgués en días, sabía que a la larga los votos le abandonarían, de hecho nunca ganó unas elecciones.

    Adaptan sus técnicas a los tiempos, como el movimiento LGTBI, lo más stalinista que he visto en mi vida, solo puedes ser gay, lesbiana o lo que sea como ellos digan y pensar lo que ellos digan, y, si no, eres homofobo, etc

    Es impresdinble acabar con la crítica política, con el humor, con las bromas entre personas de distinto sexo, con el deseo de la belleza, no podemos, mirar, oír, sentir, hablar, disfrutar de la vida con Libertad porque todo será un delito, como los generales griegos que prohibieron la palabra z que en griego significa Libertad.

    O los chinos que se manifiestan con papeles en blanco porque todo es delito.

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