Divina triada de la democracia
«Es imprescindible recordar el legado de las personas que empujaron en la Transición: Adolfo Suárez, Torcuato Fernández-Miranda y el rey Juan Carlos»
La celebración de la Constitución se ha convertido en una celebración abstracta, en la que un político se marca una frasecilla pomposa o bien decide sacar a medio arco político de la fiesta y de la Constitución (véase la intervención de Sánchez). Errejón decía que una Carta Magna «no se mide por los relatos sobre el pasado sino por sus efectos sobre el presente», lo cual es toda una declaración de intenciones. Yo creo que es imprescindible recordar el legado de las personas que empujaron en la Transición, esos hombres de talante democrático. La energía la puso Adolfo Suárez, la cabeza Torcuato Fernández-Miranda y el patrocinio el rey Juan Carlos. Son los hombres que necesitábamos y los aniversarios no son realistas si no recuerdan el proceso constituyente y a los que idearon la cosa. Además, mientras el PP pepea, Sánchez va inventando una memoria democrática paralela, una que insinúa que el franquismo dura más o menos hasta la llegada de los socialistas al poder.
Yo creo que esto lo conoce todo el mundo, pero no es malo recordarlo en tiempos de desmemoria democrática. Adolfo Suárez, don Juan Carlos y un tercero en la sombra, Fernández-Miranda, de perfil aquilino y estrategia precisa, trabajaron para ir arrastrando el régimen franquista hacia la democracia, logrando que la mitad excluida (la izquierda) se incorporase al nuevo sistema. Sabemos que la mente sibilina de don Torcuato, el verdadero guionista de la Transición, había elegido el talante de Suárez porque sintonizaba con la calle. Después idea el proceso y crea el instrumento que abre la puerta a la democracia. La meta última de todo el proceso de transición era «que los gobiernos del futuro sean el resultado de la libre voluntad de la mayoría de los españoles» (Suárez). Por tanto, el cuarto protagonista de esta historia no es otro que el pueblo español. En cuanto a don Juan Carlos, no está de más recordar que podría haber sido rey ateniéndose a los principios fundamentales del movimiento y sin embargo supo leer muy bien su tiempo y estuvo bien asesorado por Fernández-Miranda.
«España debe desempolvar toda la historia del 78 en cada aniversario»
No dejemos que los arribistas y sus socios improvisados en sus cotos de caza o aldeas medievales separatistas nos despisten y borren de la memoria el espíritu del 78. En cuanto a la Constitución, la ratificamos los españoles en referéndum. En el País Vasco y en Cataluña la votaron, digan lo que digan. Todo esto está en la historia y en las hemerotecas, al margen de las nuevas leyendas de la desmemoria. La Constitución ha contribuido durante 44 años a construir una democracia avanzada pese a que en este Gobierno el respeto a las propias reglas constitucionales y la búsqueda del consenso hayan ido decayendo. España debe desempolvar toda la historia del 78 en cada aniversario y recordar el espíritu que hizo posible todo el proceso. Y Torcuato Fernández-Miranda, a quien tenemos medio olvidado en su mundo y su tiempo, es una de esas figuras que un Gobierno de todos los españoles debe traer a la memoria cada 6 de diciembre.