MyTO

Tragasables y contorsionistas: ¿hasta cuándo?

«Pedro Sánchez, lejos de moderarse, está decidido a ir ‘a por todas’. ¿Para qué? No lo sabemos pero, dados los precedentes, nada bueno está por llegar»

Opinión

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | EP

El 14 de octubre de 2019 el Tribunal Supremo publicó su fallo condenando a los líderes del ‘procés’. Al día siguiente, yo escribí un artículo titulado «Próxima estación: el indulto». Aquello podía sonar a ‘boutade’ pero, como el texto explicaba, se trataba de información: Esquerra Republicana, con alguno de cuyos dirigentes yo había hablado aquellos días, daba por descontado que al final habría perdón por parte del Gobierno.

Por escribir aquel artículo recibí numerosas críticas. Y hasta compañeros de profesión muy respetados llegaron a discrepar de mi texto calificando de «locura» el hecho de contemplar siquiera como posibilidad que el Gobierno llegara algún día a plantearse perdonar a los independentistas condenados por el Supremo. El indulto acabó llegando y, los que habían descartado por completo su mera hipótesis, lejos de pedir disculpas o mostrarse sorprendidos, justificaron su concesión en aras de una supuesta «reconciliación con el pueblo catalán».

Después vino la abolición del delito de sedición, con parecido preámbulo y similar desenlace. Y este viernes 9 de diciembre se va a consumar también en el Congreso de los Diputados la reforma del delito de malversación, que hasta hace un mes era vista como «imposible» por multitud de sesudos analistas. Todo con tal de beneficiar a los independentistas y sin importar lo más mínimo si el Estado se desarma con ello frente a los corruptos y los golpistas.

Y el último episodio ya lo habrán leído ustedes esta mañana en los periódicos. El Gobierno aprovecha el último día hábil para presentar enmiendas en la reforma de la sedición para colar por sorpresa no sólo la reforma de la malversación, sino también dos cambios en leyes clave que regulan la Justicia: la del Poder Judicial y la del Tribunal Constitucional (TC). El objetivo: culminar la operación de asalto al TC en el plazo más breve posible, con la incorporación del exministro Juan Carlos Campo y el nombramiento de un presidente fiel a Moncloa.

Todo ello confirma que Pedro Sánchez, lejos de moderarse ante la proximidad de las elecciones, está firmemente decidido a ir «a por todas», tal y como nos anunció, y a seguir moldeando la democracia española a su imagen y semejanza. En vez de frenar, está acelerando. ¿Para qué? No lo sabemos a ciencia cierta pero, dados los precedentes, nada bueno está por llegar.

Que Sánchez ha emprendido una deriva totalitaria no hace falta ser un lince para verlo, pero lo verdaderamente decepcionante es cómo le sigue aplaudiendo un ejército de tragasables y contorsionistas. Gentes con estudios que no tienen el más mínimo rubor en cambiar de opinión todas las veces que haga falta con tal de dar siempre la razón al amado líder. Da igual si deja de castigarse la malversación después de años de lucha contra la corrupción, si se mantiene caprichosamente la obligación de llevar mascarillas en el transporte cuando hace 212 días que la UE recomendó lo contrario o si se fija la temperatura máxima de la calefacción en invierno en unos escasos 19 grados. Lo que diga el Gobierno va a misa, no hay error posible ni se puede discrepar. Y el que se atreve a hacerlo es un fascista, por supuesto.

¿Qué tiene que pasar para que periodistas amigos, politólogos paniaguados y militantes y cargos del PSOE dejen de hacer el ridículo y digan basta?

La verdad es que es admirable esa capacidad para tragarse lo que sea, pero casi es más meritorio el contorsionismo con el que algunos nos deslumbran a diario para ir adaptando su opinión sobre la marcha. Un ejemplo dramático de ello se pudo ver el pasado 14 de noviembre. Ese día nos desayunamos con unas declaraciones del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, exigiendo el cambio de la malversación. Esa mañana, el ejército de tragasables despreció lo dicho por Aragonès y descartó tajantemente que el Gobierno fuera a recoger el guante. Pero, para su desgracia, resultó que ese mismo día hasta tres ministros del Gobierno salieron a confirmar que se estaba negociando ese punto. Y, al día siguiente, en un ejercicio de contorsionismo que a cualquier mortal le hubiera roto en mil pedazos la cadera, los que habían dicho A pasaron a justificar B.

¿Hasta cuándo va a seguir esta situación? ¿Hasta cuándo van a seguir aplaudiendo? ¿Qué tiene que pasar para que periodistas amigos, politólogos paniaguados y militantes y cargos del PSOE dejen de hacer el ridículo y digan basta? ¿No contemplan dejar de jalear a Sánchez en ningún momento? No pedimos que pasen a criticar al Gobierno, que para eso hay que ser un poco valientes, pero sí al menos que tengan la decencia de taparse un poco.

Y procede hablar también aquí de la Unión Europea, que lleva riendo las gracias del Gobierno desde el minuto uno. Que Sánchez sea el primer líder español que habla inglés con fluidez y que sea alto y guapo no son motivos suficientes para que en Bruselas sigan mirando para otro lado ante todo lo que hace. Igual que han realizado importantes advertencias a Polonia o Hungría, bien harían los mandamases de la UE en tomarse en serio lo que pasa en España.

El Gobierno presenta dos reformas sorpresa para forzar el cambio de mayoría en el TCEl Gobierno presenta dos reformas sorpresa para forzar el cambio de mayoría en el TC
26 comentarios
  1. Patton

    Mutación constitucional se llama el mecanismo
    No cambia la Constitución pero se cambian todas las leyes que establecen los mecanismos de control del Gobierno para convertirlos en apéndices del poder
    Quienes han utilizado este mecanismo? Chávez, Maduro, Ortega, Putin, Orban …… lo mejor de cada casa
    A quien le gustaría hacerlo y lo va a hacer si tiene ocasión? Trump
    El sanchismo trumpista se prepara para dar el golpe definitivo a la democracia y la libertad en España de donde se infiere que la eliminación de la sedición no es para favorecer a los nazionalistas catalanes o a los filoetarras sino para proteger a Sánchez y sus secuaces

  2. ProfesorM

    Muy buenas a todos:

    No se engañe señor Nieto. A Pedro Sánchez le importa un bledo lo que digan periodistas, paniaguados, militantes y demás. Su interés es conservar la Moncloa A TODA COSTA. Son sus 120 diputados los verdaderamente importantes y los cooperadores necesarios de la voladura constitucional que estamos sufriendo.

    Cada vez tengo más incertidumbre a lo que ocurrirá el día de las elecciones generales en España. Porque este sujeto, por perpetuarse en el poder es capaz de todo… literalmente.

    Un saludo a todos

  3. danif

    ¿ Les dará tiempo a El País y a los que han apoyado con tanta sumisión a Sánchez ( “ un insensato sin escrúpulos”) a pedir perdón a los ciudadanos ? .
    Sánchez va a por todas» y a por todos, y , especialmente a los que están contando lo que pasa , sin sumisión , que no hay tantos.,
    El problema es que el estado es insostenible y durante este período, su deficiente gestión, nos llevará a una gran crisis económica sobre todos, de cualquier ideología, edad o sexo.
    Sánchez ha agravado el problema por su política económica dirigida más a engrandecer el estado clientelar que le permite asegurar su puesto de trabajo que a ampliar la dimensión y competitividad del sector productivo del que depende la renta y el trabajo de los ciudadanos y hacer sostenible el estado del bienestar y el sistema de pensiones.
    Hay que tener en cuenta que la actual “tranquilidad social” obedece , principalmente , a que se está cubriendo el exceso de gasto social sobre los ingresos públicos con crédito exterior pero esto tiene un límite, un coste y un fin, como lo están señalando todos los economistas e instituciones más solventes.
    La pérdida de soberanía por otra gran crisis como la de ZP ,nos obligará a reducir los costes del sistema público.
    Es previsible que, cuando llegue la hora del ajuste de gastos y la gente vea cómo se le reduce otra vez su renta y su futuro, la reacción social dé lugar a una época de convulsión política y de cambios importantes.
    Cuando llegue este momento, muchos de los que hoy están impasibles o defienden este tipo de política económica tan antisocial, seguramente exclamarán “indignados” «¡ No me digas Pedro que el Estado no puede financiar los costes de los servicios públicos y las prestaciones sociales , porque has utilizado los presupuestos en tu propio beneficio! . En esta situación, mas próxima que lejana, no se lo van a perdonar ni a él ni tampoco al sector político, informativo e intelectual que le han apoyado. Y aunque tarde , reconocerán el valor de los que como los periodistas de THE OBJETIVE , han denunciado el camino hacia la ruina económica de Sánchez y la conversión del sistema democrático de la transición en un régimen autoritario. Todos pasarán a la historia pero con diferente valoración .

1 6 7
Inicia sesión para comentar