THE OBJECTIVE
Miguel Ángel Benedicto

Qatar sale del armario en Bruselas

«La autoridad moral del Europa queda dañada y le pasará factura cuando se enfrente a expedientes de respeto al Estado de derecho en Polonia o Hungría»

Opinión
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Qatar sale del armario en Bruselas

La exvicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili conversa con un emir de Qatar. | Reuters

Aunque el colectivo gay no pueda salir del armario en Qatar, sí lo hacen los maletines con billetes que presuntamente Doha habría utilizado para blanquear su imagen en Bruselas. Varias bolsas con fajos de dinero fueron incautadas por la policía belga en el apartamento de la exvicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili.

El objetivo de este presunto caso de soborno sería hacer lobby en las instituciones europeas para influir en proyectos de ley como el del levantamiento de los visados para los cataríes en la UE, y convertir a eurodiputados y funcionarios en defensores de un régimen absolutista que nada en gas y petróleo. «Qatar está a la vanguardia en lo que a los derechos de los trabajadores se refiere», señalaba sin rubor la eurodiputada socialista griega Kaili el pasado mes de noviembre en la tribuna de oradores del Parlamento Europeo, mientras el diario The Guardian denunciaba la muerte de 6.500 trabajadores en el emirato desde 2010 hasta el fin de la construcción de los estadios que albergan el Mundial de fútbol. 

La investigación también alcanza al exeurodiputado socialista italiano, Pier Antonio Panzieri, que preside la ONG Fight Impunity (Lucha contra la Impunidad), y posible líder de la trama de corrupción, y al secretario general de la Confederación Sindical Internacional, el también italiano Luca Visentini, que hasta hace poco era responsable de los sindicatos europeos. Griegos e italianos de nuevo en una trama de sobornos y corrupción, lo que faltaba para dar argumentos a los países del norte de Europa tan defensores de la transparencia y la frugalidad. 

«El acuerdo aéreo entre la UE y Qatar, que permite a las líneas aéreas del emirato acceder al mercado europeo, será revisado»

Las pesquisas de la justicia belga quizás solo sean la punta del iceberg. Otros defensores del régimen catarí podrían estar en el punto de mira, como el eurodiputado español de Ciudadanos, José Ramón Bauzá, que es miembro de la comisión de Transporte y Turismo del Parlamento que legisló sobre el acuerdo aéreo entre la UE y Qatar, que permite a las líneas aéreas del emirato acceder al mercado europeo y que ahora será revisado. Bauzá también presidía el recién suspendido Grupo de Amistad UE-Qatar y niega haber cobrado por defender el régimen catarí en el Europarlamento. Sin embargo, según Financial Times, ha sido a través de este Grupo desde donde los cataríes han tratado de persuadir a los europarlamentarios con viajes y regalos para que suavizaran sus críticas sobre el historial de derechos humanos del emirato. La Eurocámara prohíbe aceptar regalos por más de 150 euros, pero solo 8 de los 705 eurodiputados han declarado en el registro haber recibido obsequios por menos de esa cantidad desde el año 2020. La Comisión Europea también está siendo escrutada por el escándalo, en concreto, el vicepresidente, Margaritis Schinas, debido a sus elogios al país del Golfo por sus esfuerzos en materia de reforma laboral; pero el comisario griego dice que solo defiende la posición de la Comisión. 

El Parlamento Europeo es la institución más democrática al ser elegida directamente por los ciudadanos y la que defiende con más ahínco los derechos humanos y el respeto al Estado de derecho. Sin embargo, este caso de sobornos ha demostrado que el Parlamento carece de herramientas para controlarse a sí mismo ante la presión que pueden ejercer Estados autoritarios en defensa de sus intereses. Y llueve sobre mojado, pues en 2011 la Eurocámara sufrió otro escándalo cuando varios de sus miembros fueron sobornados por periodistas del Sunday Times que se hicieron pasar por lobistas. Si a esto añadimos que, el pasado mes de octubre, la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, y sus 14 vicepresidentes salvo la verde, Heidi Hautala, acordaron eliminar los controles sobre las dietas de 4.342 euros al mes que recibe cada eurodiputado, no hace más que mostrar lo alejados que están de la ciudadanía, de la transparencia y de la rendición de cuentas. 

La autoridad moral del Europarlamento queda dañada con estos escándalos y le puede pasar factura cuando tenga que enfrentarse a expedientes de respeto al Estado de derecho como los de Polonia o Hungría. Orban ya tiene su regalo de Navidades para la próxima vez que la UE le amoneste con suspender los fondos europeos por el supuesto riesgo de que se vayan a usar de manera indebida. La promesa que hizo en 2019 la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de crear un organismo ético para controlar a todas las instituciones comunitarias debería ser una realidad inmediata, siempre y cuando permita investigar y sancionar casos de conflictos de intereses o de puertas giratorias. 

«Qatar se ha convertido en socio estratégico de muchos países a través de las exportaciones de energía»

Este tipo de escándalos con países ricos y autoritarios no solo afecta a las instituciones europeas, sino a organismos como la FIFA, que llevan tiempo bajo el escrutinio del FBI y la sombra de la corrupción, e incluso algunos gobiernos occidentales podrían ver en el futuro como su relación con este tipo de regímenes, que no respetan los derechos humanos, puede estallarles en la cara. Qatar se ha convertido en socio estratégico de muchos países a través de las exportaciones de energía y de las inversiones que realiza con su fondo soberano. Esto le permite comprar clubes de fútbol (el PSG en Francia), grandes almacenes (Harrods en Londres) o entrar en el accionariado de grandes empresas francesas, alemanas, británicas, españolas o norteamericanas como Twitter. Mal hacen gobiernos como el alemán al cambiar el suministro ruso de gas por el de Qatar hasta el año 2041 o el español que a partir de 2025 buscará aumentar las importaciones de gas desde Doha. A cambio, el fondo soberano de Qatar promete invertir 5.000 millones de euros en inversiones en empresas españolas beneficiarias del Plan de Recuperación de la UE.  

El emirato utiliza el dinero para conseguir influencia y poder y desarrolla lo que se denomina sharp power o poder afilado que busca la erosión de las instituciones democráticas occidentales. Los países democráticos deberían buscar relaciones comerciales, energéticas y económicas con Estados con valores homologables si quieren mantener su legitimidad y credibilidad, de lo contrario seguiremos viendo resultados como el de estos últimos días: Qatar 1 – Europa 0.

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