Renacimiento 2.0

Queridos lectores, agárrense los machos porque no creo que estén preparados para lo que se les avecina hoy entre estas líneas. Mi artículo dominical va a hacer una propuesta radical: llenar su ánimo de optimismo. 

Es verdad que en Europa será un año repleto de retos comunes, en el que habrá que encontrar una solución a la invasión rusa de Ucrania, reiniciar la recuperación económica en un entorno inflacionista, y resolver el problema del suministro energético (adecuado y asequible). En España, como diagnosticó brillantemente el Rey Felipe IV en su discurso de Navidad, tenemos que buscar solución a la división, el deterioro de la convivencia,  y la erosión de las instituciones. Por otro lado habrá que superar los desvaríos radicales del gobierno y sus socios. Por lo tanto, pese a que el terreno de juego parece inclinado en nuestra contra, he decidido ser optimista de cara al año 2023. 

Sé perfectamente que lo que vende en muchos medios de comunicación son las trincheras políticas, las predicciones estilo Nostradamus, y la crítica corrosiva. A veces leer los titulares de prensa y los artículos de opinión deprime hasta al más eufórico. Así, con mucha fe y cierto grado de convicción lanzo al ciberespacio mis pronósticos futuristas y optimistas para este año que acaba de empezar.

• Perderá el PSOE su poder ejecutivo nacional, y se desgastará mucho a nivel regional y autonómico. Junto a sus acólitos del «Frente Impopular» sufrirán en sus carnes la venganza de la clase media, del sector del campo y la naturaleza, de las feministas, de los que se curraron la Transición a base de perdonar a sus enemigos, de los autónomos y los pequeños empresarios, de la gente de centro, y de los que buscan el consenso y huyen de la confrontación. 
• Tendrá el Partido Popular la oportunidad de gobernar en solitario, gestionando el país para todos, y no solamente para una minoría.
• Se generará un gran unanimidad social contra el radicalismo que ha sembrado cizaña, y que conducirá a anular leyes que han sido altamente perjudiciales para la sociedad y francamente divisorias por su falta de consenso. Será el resurgir de un espíritu similar al de la Transición entre la gente moderada de todo el espectro político, en busca del progreso real económico y social. Volverá a ser prioridad mejorar la calidad de vida y la igualdad de oportunidades de los ciudadanos. Se volverá a poder convivir sin tensión, y sin miedo a que nos cambien las porterías a base de leyes para acomodar exclusivamente a los extremistas.
• Surgirá una nueva era de ‘Renacimiento’ político que surgirá de las cenizas del mal recuerdo del gobierno Sanchista, y que pondrá en valor la importancia de nuestras instituciones para la convivencia. Liderará este proceso con su ejemplo el Rey Felipe IV, el gran baluarte de la defensa de la libertad, la Constitución, el imperio de la ley, y la unidad nacional. Porque la familia Real es un ejemplo de modernidad, tolerancia y convivencia. El acoso que sufre la institución desde el gobierno y su entorno radical solamente realza su enorme valor. Y es así, porque el cumplimiento ejemplar y discreto de sus funciones constitucionales ante las torpes embestidas del Frente Impopular, la coloca en la cima de la pirámide de admiración pública.
• La inflación iniciará una fuerte bajada ante la subida de tipos de interés, logrando el ansiado soft -landing (subida de tipos para bajar inflación sin generar una recesión). Este efecto preparará el terreno para un nuevo ciclo de expansión económica que durará años y que, bien gestionado desde los poderes públicos, ofrecerá prosperidad para todos. Subirá la bolsa y la renta fija, ayudando a los ahorradores a mejorar sus finanzas.
• Desaparecerá por completo el cuello de botella logístico derivado de la pandemia, normalizando por fin las cadenas de distribución, y rebajando los precios, lo que beneficiará a productores y consumidores por igual.
• Renacerá el cuarto poder, el de la prensa independiente que actúa como factor controlador del poder en general, y que garantiza la lucha contra las fake news. Medios como THE OBJECTIVE, libres, fuertes e independientes se consolidarán como la nueva fuente de noticias rigurosas, verificadas y contrastadas, y darán la batalla de las ideas.
• Florecerá una nueva era de creatividad cultural e innovación tecnológica derivada de las frustraciones originadas por la pandemia. El confinamiento ilegal ordenado desde el gobierno (no olvidemos que el Tribunal Constitucional lo declaró como tal) empujó a millones de españoles a replantearse la vida, a valorar su libertad, a dar importancia a la vida interior y a la necesidad de volar mas allá de la mediocridad. Las nuevas tecnologías han puesto al alcance de la mano de cualquier individuo la capacidad de crear y de distribuir sus creaciones culturales o tecnológicas al margen del poder y de los oligopolios, desde cualquier rincón de España.
• Se consolidará el vehículo eléctrico como motor del transporte, alcanzando un punto de no retorno en los hábitos de consumo, reduciendo el impacto medioambiental en las grandes ciudades (otra cosa es que la solución acabe siendo más contaminante para el medioambiente si se sigue produciendo energía eléctrica con el mix actual, y si no se gestiona bien la producción y el reciclaje). 
• La fusión nuclear, la energía realmente limpia e infinita, la que calienta el sol, ha superado por fin el objetivo de producir más energía que la utilizada para provocar la reacción de fusión en una reciente prueba en los EEUU. Este año se tomarán las decisiones estratégicas necesarias para allanar el camino al sueño de una energía que transforme por completo el mundo en el que vivimos. De aquí a cincuenta o sesenta años tendremos las primeras centrales que produzcan esta energía a gran escala. Ese será el final del debate del calentamiento global y el principio de una revolución económica como jamás se ha visto. 

Y sobre todo, les recuerdo que este año saldrá el sol todos los días, generando trescientas sesenta y cinco oportunidades de ser feliz, progresar, y hacer el bien, en un país tan extraordinario como es España. 

El poder de la amabilidad

Álvaro del Castaño