MyTO

A propósito de Cibeles

«Con un Estado de derecho gravemente mellado por las decisiones del Gobierno y sus socios, la sociedad civil debe alzar su voz en defensa de la Constitución»

Opinión

Manifestación del pasado sábado en Cibeles.

  • Escritor. Su último libro es ‘Aly Herscovitz. Cenizas en la vida europea de Josep Pla’ (Athenaica, 2023).

Ignoro cuántas personas había el pasado sábado en Cibeles, pero, por supuesto, muchísimas más decenas de miles que las ridículamente reconocidas por la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid. Para convencerse de ello, basta con haber estado allí, con ver las imágenes tomadas desde las alturas o, mejor aún, con acceder a uno de esos cálculos en los que la superficie ocupada se divide por el número aproximado de individuos que, algo apretujados, podrían caber en ella. El éxito de la convocatoria resulta todavía más notorio si se atiende al carácter de los convocantes, un centenar de entidades cívicas procedentes de distintos puntos de la geografía española y de idearios diversos, desde los más liberales hasta los más conservadores. ¿Qué les unía, aparte de la defensa de la Constitución y el Estado de derecho? Como bien dijo por una vez el presidente Pedro Sánchez, les unía, al igual que a los asistentes que respondieron a la convocatoria, su carácter excluyente: los allí reunidos tenían como fin último excluir del Gobierno de la nación al PSOE de Sánchez y a sus aprovechados compinches de las dos últimas legislaturas. Eso sí, excluirlos dentro de unos meses, o sea, urnas mediante.

Esa clase de iniciativas, en las que los partidos políticos asumen un papel vicario, son siempre motivo de controversia. ¿Deben sumarse a ellas las formaciones afines? ¿Deben hacerlo con una representación de primer nivel o con una más discreta? Como es natural, lo que hagan o dejen de hacer dependerá al cabo de lo que juzguen más conveniente para sus intereses electorales. En el caso que aquí nos ocupa, Vox fue a por todas, con sus primeros espadas, como tiene por costumbre. El PP, en cambio, tiró de su inveterada moderación y mandó una representación de segundo nivel, no vaya a ser que. Y la flamante pareja directiva de Ciudadanos, en fin, acabó renunciando –sí voy, no voy– a lo que habría sido, como en el caso de Vox, una representación top. Claro que la jugada tuvo un final feliz y quién sabe si planeado, al estar presente el partido en Cibeles con una representación muchísimo más top: la de los tres rostros más conocidos y mediáticos –los dos femeninos, en especial– de la ejecutiva entrante.

«No basta con la actividad parlamentaria ni con la intervención de los representantes de los partidos en el escenario mediático»

Hay quien considera que esas movilizaciones no sirven para nada. O incluso que son contraproducentes. Discrepo. Creo que en un momento político como el actual, con un Estado de derecho gravemente mellado por las decisiones del Gobierno y sus socios de legislatura, la sociedad civil debe alzar su voz en defensa de los valores constitucionales. No basta con la actividad parlamentaria ni con la intervención de los representantes de los partidos en el escenario mediático. La movilización ciudadana, en la medida en que traslada a las formaciones políticas el aliento de la gente de a pie y las empuja a actuar, es fundamental en circunstancias como las presentes. No hay que hacerle ascos, al contrario. Ni tenerle miedo. El sábado en Cibeles había mucho militante de los partidos adheridos a la manifestación, sobre todo del que se había sumado a ella sin matices. Pero también había ciudadanos sin adscripción partidista que acaso no habrían ido si la convocatoria hubiera corrido a cargo de los partidos en cuestión.

«El hombre es más importante que los hombres», creía y escribía André Gide antes de entregarse en 1935 a la causa del comunismo –de la que renegó, por cierto, al cabo de un año tras un viaje a la URSS en el que tuvo ocasión de comprobar in situ los efectos del experimento–. Semejante creencia en el individuo por encima del colectivo; en el libre albedrío del ciudadano por encima de ingenierías sociales y coacciones identitarias, del orden que sean; en la necesidad, en definitiva, de defender lo que nos une para poder comportarnos conforme a lo que, uno a uno, nos singulariza, también estaba presente entre muchos de los manifestantes. Lo que no quita, claro, que la indignación, e incluso la rabia, tuvieran asimismo su asiento en el ánimo de la mayoría. No era, ni es, para menos.

9 comentarios
  1. danif

    Lo que me extraña , después de haber apoyado “tan ciegamente” a Sánchez los medios no hagan una cuantificación del daño a su reputación profesional y a su futuro.
    Si no saben dar una información veraz de un tema tan próximo ¿ cómo van a pretender que les creamos en asuntos tan complejos como la crisis climática, la guerra de Ucrania, la crisis energética, los problemas de la globalización y de la política internacional…..?. Si su visión es que los participantes eran de Vox, lo que no les afectaría ¿ no se están arriesgando a que sean realmente una representación de un enorme colectivo que cree en la democracia y en un estado de derecho homologable con la UE y que son millones de posibles clientes que les van a guardar un rencor totalmente justificado? .
    Si lo han hecho por cuestiones económicas ¿ qué futuro tendrán si cambia la dirección política del país sin credibilidad ni subvención? ¿ O es , tal vez, esto lo que les hace apoyar «tan ciegamente” el proyecto hacia el autoritarismo de Sánchez?

  2. danif

    Mantener la idea de que la manifestación estaba promovida por la sociedad civil y democrática era fundamental para el éxito de la misma y del futuro del movimiento democrático.
    Un problema , clave para una democracia eficiente y plena, es que tenemos un importante sector del periodismo influyente con graves carencias de independencia , solvencia profesional y de implicación en el interés general y en la defensa de los principios democráticos.
    La Vanguardia , en la primera página de este domingo 22 de enero. titulaba la manifestación “ LA DERECHA SALE A LA CALLE CONTRA SÁNCHEZ” y “ Abascal aprovecha la ausencia de Feijóo para tratar de capitalizar la protesta” .Dentro en las páginas 14 y 15 hay un artículo en la que no aparece ninguna referencia al texto que leyeron en el escenario y sí uno con la misma intención que este titular” Manifestación en Madrid contra el Gobierno, con Abascal y sin Feijóo” . Pero al lado hay un artículo de Enric Juliana histórico para guardar “Vox se queda con Cibeles”. Os entresaco dos muestras para que comprobéis “ la calidad” del autor.”Vox ganó ayer Cibeles” y “ Ayer hubo trazas de bolsonarismo en Cibeles”
    La Vanguardia había previsto lo que pasaría. A primera hora del sábado publicó un editorial sobre la manifestación “ profético”. “ Vox se echa a la calle”. Sabía quienes participarían ” Los convocantes son un centenar de entidades derechistas, entre ellas algunas formadas por ultraconservadores católicos o por nacionalistas españoles o por grupos de ciudadanos que no se sienten incómodos a la derecha del PP..Esta marcha conservadora….Y finalizó el editorial pronosticando su evidencia .Vox “se dispone a capitalizar la manifestación de hoy en Madrid”.

  3. danif

    Mantener la idea de que la manifestación estaba promovida por la sociedad civil y democrática era fundamental para el éxito de la misma y del futuro del movimiento democrático.
    Un problema , clave para una democracia eficiente y plena, es que tenemos un importante sector del periodismo influyente con graves carencias de independencia , solvencia profesional y de implicación en el interés general y en la defensa de los principios democráticos.
    La Vanguardia , en la primera página de este domingo 22 de enero. titulaba la manifestación “ LA DERECHA SALE A LA CALLE CONTRA SÁNCHEZ” y “ Abascal aprovecha la ausencia de Feijóo para tratar de capitalizar la protesta” .Dentro en las páginas 14 y 15 hay un artículo en la que no aparece ninguna referencia al texto que leyeron en el escenario y sí uno con la misma intención que este titular” Manifestación en Madrid contra el Gobierno, con Abascal y sin Feijóo” . Pero al lado hay un artículo de Enric Juliana histórico para guardar “Vox se queda con Cibeles”. Os entresaco dos muestras para que comprobéis “ la calidad” del autor.”Vox ganó ayer Cibeles” y “ Ayer hubo trazas de bolsonarismo en Cibeles”
    La Vanguardia había previsto lo que pasaría. A primera hora del sábado publicó un editorial sobre la manifestación “ profético”. “ Vox se echa a la calle”. Sabía quienes participarían ” Los convocantes son un centenar de entidades derechistas, entre ellas algunas formadas por ultraconservadores católicos o por nacionalistas españoles o por grupos de ciudadanos que no se sienten incómodos a la derecha del PP..Esta marcha conservadora….Y finalizó el editorial pronosticando su evidencia .Vox “se dispone a capitalizar la manifestación de hoy en Madrid”.

Inicia sesión para comentar