Manual de supervivencia para candidatos socialistas
«Vienen curvas para los candidatos socialistas. Hay muchos trenes acercándose desbocados a la campaña electoral y el túnel de entrada a las urnas es estrecho»
Juan Bernardo Fuentes. | Europa Press
Se acercan. Las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo se acercan. Y ese estado de amnesia de sus medidas más polémicas con el que Pedro Sánchez pretendía afrontarlas se está convirtiendo en una sucesión de infiernos que amenazan con carbonizar a muchos cargos socialistas por todo el país. Si uno fuera candidato socialista tendría ya hecho desde hace tiempo un manual para intentar mitigar daños colaterales que vienen del gobierno central. Un manual que, pese a Sánchez, aumenta más de tamaño cada día que pasa. Parece ya la Enciclopedia británica porque entre independentistas, Código Penal, el ‘tito Berni’, los trenes y lo peor de todo, las rebajas de condena a los delincuentes sexuales, la campaña puede ser una tortura.
Estoy seguro de que muchos empezaron a escribir el manual de supervivencia meditando con cuidado el cómo decir que se estaba en contra de los indultos a los sediciosos juzgados y condenados, sin que se enfadaran los jefes. Su sentido común, su sentido ético, y sobre todo el olfato, les habrían avisado que esos indultos serían como un bumerán destructivo que regresaría. Nada mejor que hacer unas declaraciones ocasionales y en voz baja que quedaran registradas y así un par de años después se pudieran buscar en Google para demostrar su rechazo. Seguro que nadie recordaría el silencio sumiso en el que entrarían para evitar represalias desde arriba.
Esta táctica prudente de valentía dos días y luego sumisión pasiva frente a Moncloa y Ferraz se podría haber repetido alguna que otra cada vez que el jefe les daba todo a los socios de ERC y Bildu para conseguir su apoyo en el Congreso. Y luego, sin respiro, hacer otras declaraciones en las que se mostrara, esta vez sí, fuerte y alto, el respeto a la inteligencia y visión galáctica del Supremo. No del Tribunal, sino del Supremo líder de la Moncloa. Y así se hizo. Que se derogaba el delito de sedición para no penalizar a futuros golpistas independentistas, pues un susurro para que se registrara en Google. Que se rebajaban las penas de la malversación, pues otro susurro en el que se manifestaba que no afectaría a la corrupción de los independentistas ni de ningún político en general.
«Parecía que se había alejado la opción de que en la campaña se hablara del mayor caso de corrupción de la historia de España»
En el manual si había algo escrito con mayúsculas era la lucha contra la corrupción. Era el compromiso inalterable contra la corrupción. Era la lucha, inasequible al desaliento, contra la corrupción. Una palabra que podrían usar siempre contra los rivales. Habían conseguido tachar a fuego en el manual el capítulo de los condenados por los ERE de Andalucía y acallar, por cuestiones de salud, el dilema de ver a un expresidente del partido socialista y de la Junta de Andalucía, entrar en la cárcel. Parecía que se había alejado la opción de que en la campaña se hablara del mayor caso de corrupción de la historia de España.
Y en esto llegó ‘tito Berni’. Juan Bernardo Fuentes, ya exdiputado socialista, conocido en determinados círculos, por el ‘tito Berni’ y ahora en toda España. Más famoso ya que el Dioni o Roldán. Su nombre ha roto todos los niveles de popularidad. Y es que en la historia hay de todo: extorsión a empresarios, fiestas con prostitutas y cocaína. Y cenas, cenas con parlamentarios socialistas. Por no faltar, no falta ni un sobrino que hereda su cargo público de director general de Ganadería del gobierno canario. Un sobrino que ante la jueza que le interrogó vino a decir que lo más cerca que había estado de la ganadería antes de heredar el cargo era cuando se comía una hamburguesa. Un sobrino que mantuvo el negocio hasta que los pillaron.
Desde Canarias el tsunami del ‘tito Berni’ puede arrasar la campaña electoral. Desconcierto total, hasta el extremo de que el portavoz socialista, Patxi López, ha llegado a decir que qué más da que se sepa el nombre de los diputados que iban a esas cenas con los empresarios. Huele a corrupción en su estado más cutre. Ya ha ensuciado a un gobierno autónomo y también al propio Parlamento nacional, donde los empresarios iban de gira a cerrar «negocietes» y hacerse fotos. Un buen manual para la supervivencia de candidatos aconsejaría al candidato esperar con discreción a que pase pronto y hay que hablar, pedir, por supuesto, transparencia y decir que hay confianza en la justicia. Y rezar porque no siga creciendo la infección.
El manual ya estará preparado para afrontar el hecho de una campaña electoral en la que el goteo de rebajas de condenas por delitos sexuales seguirá. Pronto llegaremos a los 800 y a los 80 excarcelados. ¿Cuántos serán en mayo, durante la campaña electoral? Se supone que para esa fecha la reforma para tapar la brecha ya estará aprobada… con los votos del PP y VOX. Pero eso no parará el goteo. Tendrán que vender que han sido ellos los que lo han frenado, acusar a la ministra de Igualdad del caos, y callar que fue una ley del Gobierno de Pedro Sánchez. Y que han tardado más de medio año en afrontar las reformas por miedo a sus socios de gobierno.
Este manual de supervivencia debería también decir a los candidatos socialistas que no es bueno insultar a los empresarios de la localidad o de la comunidad. Que para eso ya están las ministras de Unidas Podemos. Decir que son ellas las incendiarias y olvidar también que fue el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que, en vez de solucionar el problema, echó más gasolina en el incendio.
Vienen curvas para los candidatos socialistas. Hay muchos trenes acercándose desbocados hacia la campaña electoral y el túnel de entrada a las urnas es estrecho. Y eso, dicen las encuestas, supone que cada candidato socialista tendrá que apañárselas como puedan para sobrevivir a 28M.
