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El CIS dice la verdad

«Retenga en su mente por un momento la imagen: Sánchez sale en Ferraz en diciembre de 2023 anunciando que ha ganado las elecciones»

Opinión

El directo del CIS, José Félix Tezanos. | Europa Press

  • Madrid, 1967. He sido columnista en Libertad Digital, Vozpópuli y El Español. Ahora escribo en La Razón y THE OBJECTIVE y hablo en Herrera en Cope. Soy profesor titular de Historia del Pensamiento en la UCM. Tengo unos cuantos libros de historia y política.

Imagínelo por un segundo. Piense que Tezanos no fantasea, que no es la obediente voz de su amo, y que los españoles engordan a Frankenstein en las urnas. Retenga en su mente por un momento la imagen: Sánchez sale en Ferraz en diciembre de 2023 anunciando que ha ganado las elecciones. Los feligreses sanchistas, apostados desde horas antes en la calle, corean que quieren un gobierno de coalición con Podemos -o lo que surja-, Rufián y Otegi. 

En las sedes de ERC y Bildu se descorcha cualquier botella, aunque esta vez no será para hacer un cóctel molotov. Ha ganado Sánchez, su candidato. Es el momento de avanzar en la ruptura del orden constitucional como paso previo a la independencia de los territorios. Sus regiones son naciones, y toda nación tiene el derecho a decidir. Otegi toma la delantera y sale en público acompañado del habitual coro de la herriko taberna. Ropa de Alcampo, barbas descuidadas y flequillos a media frente. «Vamos a aprovechar la ocasión. Se lo debemos a los compañeros que lucharon contra el franquismo hasta 1983», dice el viejo dirigente de ETA ante las cámaras de RTVE. 

Rufián apura el vaso de plástico, consigue abotonarse la americana y sale en rueda de prensa. «Este Gobierno depende de nosotros, y se hará lo que digamos», piensa en voz alta el independentista. Lo hace sin rubor porque es consciente de que tiene bula para el insulto y la arrogancia. Es más; sabe que Sánchez no se atreverá a discutir en público nada de lo que diga. Mientras Rufián habla, gente con banderas indepes llenan las calles del centro de Barcelona. Se abrazan y dan vivas. Al grito de «¡Ahora solo son desórdenes públicos y no golpe de Estado!» hay algún conato de tomar alguna institución, pero lo procrastinan por pereza.

En Madrid, Podemos, o el branding que se les ocurra cuando se junten o no con Yolanda Díaz, ha montado una carpa en el centro. Se oye música para el empoderamiento femenino. No faltan los sones indígenas, la batucada y las niñas del coro de Ángela Rodríguez Pam, que han montado un grupo de pop suave. Tras la pelea entre Belarra, Montero y Díaz para decidir quién habla, vence la ministra de Igualdad. «Si esta no es la victoria de las mujeres, no es de nadie», dice la vecina de Galapagar. «¿Qué es una mujer, ministra?», susurra vengativa Díaz. Irene sale cabreada al escenario, como siempre, dispuesta a meterse con la otra parte de España. «No lo han conseguido. No pasarán. Vamos a seguir», amenaza con el puñito en alto. 

«El PP de Feijóo ha perdido aunque ha subido un 8% su voto. A duras penas llega a los 105 diputados»

En otro punto de la ciudad, en la calle Génova, todo es sombrío en esa noche electoral. El PP de Feijóo ha perdido aunque ha subido un 8% su voto. A duras penas llega a los 105 diputados. El despacho del presidente empieza a vaciarse, y los afiliados populares vuelven a sus casas con la bandera al hombro. Comienzan a oírse voces para cesar a Feijóo y sustituirlo por alguien que haya triunfado en las autonómicas de mayo de 2023. «El partido necesita un revulsivo», dice uno en plan futbolístico. «España lo demanda», apunta otro. «¡Sangre nueva!», afirma alguien como si fuera una carrera de caballos. «En Alemania harían una gran coalición», apunta esperanzado el que todavía no ha pagado la hipoteca. «Tendríamos que haber sido más duros, y no tragar con la ideología de género, el rollo ecologista y demás mierda», suelta otro a quien su compañero le recuerda que Vox no ha tenido mejor suerte.

Porque el partido de Santiago Abascal ha perdido cinco puntos, y con eso llega a los 30 escaños. Ese número no da ni para sumar con la derecha «cobarde». Cuántos jarros de agua fría, y cuánta gente hay que echar. Sí, sobre todo a esa que se acercó al calor del cargo y el sueldo, a esos patriotas de última hora que se apuntaron con el lema de «#SoloquedaVox». Ya pasó en Ciudadanos y fue muy triste. «España no ha entendido nada», dice un antiguo falangista. Otro habla de la manipulación de la prensa, que «siempre intoxica». «Ya os dije que lo de Tamames era una gilipollez», suelta un oportuno. Abascal toma unos papeles y se prepara para dar la cara. «¿Quién sale con Santi?», pregunta un asesor. 

En el fragor de la noche aparece Sánchez. Oh, es él. El vencedor. En verdad no nos merecemos a su augusta persona. Cree que en su mano está todo el poder. Pasará a la historia. Justo lo que él quería. Que le den a la Unión Europea y a la ONU. Ya no necesita un cargo internacional en enero de 2024. Puede seguir en Moncloa. El Falcon calienta motores. Sube las manos como el Papa y consigue que el público congregado en Ferraz guarde silencio. Todavía se oye algún grito contra el PP y Vox. Están ebrios de victoria. Ningún escándalo de corrupción ha podido con ellos. Ni los ERE de Andalucía ni Tito Berni, o la ley del sólo sí es sí. Tampoco ha erosionado al partido su cesión a los nacionalistas. Ni la negligencia durante la pandemia, que se llevó a 150.000 personas. Ni la voracidad impositiva, la inflación y la carestía de la vida. Menos aún el deterioro de la democracia liberal. «¿De qué sirve el sistema democrático cuando gobernamos nosotros? Pues eso», piensan. 

Sánchez está feliz. Por fin tiene un baño de masas. Nadie dice ahora «Que te vote Txapote». Su Sanchidad se retrasa un poco para tomar la palabra. Le acompaña Begoña. No hace falta nadie más. El rey y la reina. Anuncia allí mismo que va a gobernar con el apoyo de los grupos «progresistas». España es suya. Su Estado, también. Gobernará por decreto, como siempre, hasta 2027. Ya lo dijo Tezanos. 

86 comentarios
  1. Pasmao

    Pus podría ser.

    Pero no porque lo diga el CIS, sino porque lo diga INDRA, el censo, Correos, y el TC.

    El resultado real podría ser perfectamente PP 125 escaños y VOX 65. Sumando mas de 175 holgadamente..

    Pero para el PP es mejor que le roben 20 escaños, porque puede seguir diciendo que ha crecido y que es el único partido que puede hacer oposición; siempre que VOX retrocediera, robándole 35 .. para poder mirarles por encima del hombro con todos los Sinsentidos ahitos de emoción.

    Ergo el PP no reclamará nada en la idea de que así le dejarán comprartir el Poder y de paso desgastar a VOX, y VOX no dirá nada porque aún no han interiorizado que les pueden saquear de esa manera. No tengo empacho en reconocer que son algo pardillos.

    Desde ya deberían de empezar a montar un centro de recuento en paralelo, tener 1,5-2 interventores por mesa, y entrar e l detalle de quien ingresa de nuevas en el censo y de que es lo que pasa en Correos.

    Un saludo

  2. Campeonisimo

    Sr. Vilches puede comprobar más abajo como uno a los Voxeros y los Comunistas, lo cual creo que dice mucho en mi favor.

    Me despido, si alguno quiere salir conmigo, ya sabe que le pongo un bozal y la correa y le saco a dar un paseo y así toma el aire y se desfoga.

    Sin acritud y un cordial saludo a todos y seguir disfrutando de eso que tenéis.

  3. Campeonisimo

    Atención Boxeros leeros bien el artículo que el CIS dice que bajáis de 52 a 30 escaños y el PP aún con este resultado del Tezanos incrementa como 25 escaños.

    Ya sabéis que cuando los perrosss ladran el PP cabalga.

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