Resultados del 23 de julio
«Una fecha tan estrambótica para las elecciones genera serias incertidumbres, como es el desarrollo de algo tan crucial como el voto por correo»
«Madrid, 24 de julio de 2023.
En las elecciones celebradas ayer se produjo una inusitada baja en la participación electoral. Según todos los datos e indicios disponibles, el espectacular aumento de la abstención se ha debido al significativo número de electores que tras haber solicitado votar por correo, no han podido finalmente lograrlo. Por la relevancia de la cuestión nos hemos puesto en contacto con varios afectados que nos han expuesto las diversas causas que les han impedido ejercer su derecho al voto.
Diego Diéguez nos ha manifestado que según le ha contado el portero de su finca, un empleado de Correos se personó en el inmueble el día 6 de julio a las 11 horas, momento en el que él estaba ausente por encontrarse en su centro de trabajo, situación que se repitió al día siguiente y a la misma hora, momento en el que lógicamente él se encontraba de nuevo fuera de casa cumpliendo su jornada laboral. No ha podido ejercitar el voto por correo que había solicitado y, contra su voluntad, ha resultado ser una abstención más.
Pedro Pérez nos ha contado que, teniendo programadas sus vacaciones a partir del 15 de julio, al solicitar el voto por correo indicó la dirección de residencia habitual en Madrid, en la que iba a permanecer hasta la fecha indicada, como lugar donde recibir la documentación que le permitiría ejercitar su derecho al voto en la forma indicada. Sin embargo, según ha podido averiguar, un empleado de Correos se personó en la dirección indicada los días 16 y 17 estando ya él ausente de Madrid, por lo que no recibió la correspondiente documentación. No pudo ejercer su derecho al voto y, contra su voluntad, ha resultado ser una abstención más.
En sentido radicalmente opuesto, Martín Martínez nos ha manifestado que le sucedió lo contrario. Como dirección para recibir la documentación necesaria para votar por correo, él fijó su segunda residencia en el lugar de la costa en el que iba a estar desde el 15 de julio. Según le han manifestado los vecinos de la urbanización, los carteros se personaron allí los días 13 y 14 sin que pudieran entregarle la documentación necesaria para votar por correo. Por ello, no ha podido ejercitar el voto de este modo y, contra su voluntad, ha resultado ser una abstención más.
«Nunca se personó allí ningún empleado de Correos por lo que, no habiendo recibido la citada documentación, no ha podido votar»
Fernando Fernández nos señala que al solicitar el voto por correo indicó como lugar de recepción de la documentación necesaria su domicilio habitual, sito en Madrid en un barrio de clase media. Con gran disgusto, cuenta que nunca se personó allí ningún empleado de Correos por lo que, no habiendo recibido la citada documentación no ha podido votar por correo y, contra su voluntad, ha resultado ser una abstención más.
Parece ser que lo sucedido a Fernando Fernández le ha sucedido a un número significativo de electores residentes en varios barrios de Madrid -todos de clase media- que, contra su deseo, han resultado también ser abstencionistas involuntarios. Tras ser preguntada la empresa pública Correos, sus portavoces oficiales han declinado hacer declaración alguna. Sin embargo, fuentes sindicales de la empresa nos informan que la escasez de los medios humanos contratados por la empresa para la ocasión ha provocado que la entrega personalizada de la documentación necesaria para votar por correo no haya podido culminarse de manera íntegra en todos los barrios, existiendo varios en los que existe un número elevado de electores respecto de los que no se podido acudir a entregárseles la documentación. En las últimas horas, empieza a conocerse que algo semejante ha podido ocurrir en otras ciudades españolas.
Sin duda, lo que acabamos de exponer ha sido la causa directa de la escasa participación habida en las elecciones celebradas ayer y, muy probablemente, la causa indirecta del sorprendente resultado electoral que se produjo. Así lo entienden y lo explican todos los analistas que han analizado los resultados con los que hemos podido hablar».
Bien, se acabó la ficción y empieza la reflexión. Es indudable que la elección de una fecha tan estrambótica como el 23 de julio para la celebración de las elecciones incorpora varias y serias incertidumbres. Entre ellas, el desarrollo de algo tan crucial como es el ejercicio del voto por correo que, debido a la fecha elegida, va a resultar en esta ocasión notablemente más elevado que habitualmente. Y como toda incertidumbre incorpora un riesgo, en este caso la existencia del riesgo vinculado al voto por correo es incuestionable. Se hace preciso un seguimiento y control exhaustivos y detallados de su desarrollo para evitar que la ficción que hemos recreado se convierta en realidad.