MyTO

Censura moral al PSOE

«Los actos de dudosa ética democrática (la mentira, el desprecio a la separación de poderes) pueden penalizar a un candidato tanto como un delito tipificado»

Opinión

Erich Gordon

  • David Mejía es doctor por la Universidad de Columbia y profesor de Filosofía y Humanidades en IE University.

El Partido Popular se ve gobernando España a finales de agosto. Y la visión no es un delirio: los resultados del 28-M y casi todas las encuestas lo señalan como futuro más probable. Si hace dos años un viajero en el tiempo nos hubiera soplado que habría elecciones generales en julio del 23, y que el PP se disponía a arrasar al PSOE tras haberlo arrasado en las municipales y autonómicas, hubiéramos imaginado una crisis económica como catalizador del cambio. De hecho, se decía que el PP esperaba ansioso ese escenario que le permitiría ejecutar su estrategia predilecta: estarse quieto y esperar a que el PSOE se hundiera en las encuestas al mismo ritmo al que se hundía el PIB. Y después, avistado el primer número rojo, a canturrear el estribillo: «La izquierda quiebra la economía y la derecha viene a cuadrar las cuentas».

Quizá lo más extravagante de la probable victoria del PP en las generales es que se daría contra un Gobierno socialista en números negros, porque España crece y crea empleo. Las nefastas previsiones electorales del PSOE contrastan sus buenas previsiones económicas. En el PSOE hay incredulidad y en el PP cunde el desconcierto: están tan acostumbrados a presentarse como reacción a la ruina económica que les está costando articular un mensaje alternativo. 

«Los votantes censuran comportamientos inmorales, sobre todo aquellos que erosionan la credibilidad del candidato»

Dejando a un lado las estrategias electorales, ambos partidos deben anotar que el cambio de gobierno, de producirse, no lo procurará un reproche económico, sino un reproche moral. El escenario no es nuevo. Recordarán que en 2018, tras años de recesión y recortes, la España gobernada por Mariano Rajoy crecía y creaba empleo. Sin embargo, poco antes de la moción de censura, las encuestas colocaban a Ciudadanos como primera fuerza política. La recuperación económica no bastó para contrarrestar la indignación ciudadana por el goteo constante de casos de corrupción. Y en las elecciones de 2019, el PP perdió 71 diputados. 

Los delitos del PP de entonces y los pecados del PSOE de Pedro Sánchez no son comparables desde el punto de vista legal, pero el juicio ciudadano es más moral que legalista. Los actos de dudosa ética democrática (la mentira, la colonización institucional, el desprecio a la separación de poderes) pueden penalizar a un candidato tanto como un delito tipificado. Sabemos que es así: los votantes censuran comportamientos inmorales, sobre todo aquellos que erosionan la credibilidad del candidato. Es evidente que la gravedad de la transgresión depende de la percepción pública, y que tanto la lealtad al partido como la disponibilidad de alternativas viables pueden influir en la respuesta de los votantes. Pero incluso aquellos votantes dispuestos a priorizar la gestión o las siglas sobre las conductas tienen sus límites. Seguro que en Ferraz, a esta hora, hay fieles que lamentan la injusticia que vaticinan las encuestas, mientras Dolores Delgado toma posesión como fiscal de Memoria Democrática. 

6 comentarios
  1. Grossman

    Usted, sr Mejía, como no sabe nada de economía, cree que la economía crece porque se lo han contado.

    El crecimiento económico no deja de ser una estadística, que, como todo lo que hace este gobierno, está trucada, como la inflación o las encuestas Tezanos.

    A la gente le dicen que crece un 1% que tampoco es para tirar cohetes, pero la realidad es que la renta real del español ha bajado y, a esto, añádele todas las trapacerías.

    Bájese de la moto, que no hay moto.

  2. Apeiron

    «España crece y crea empleo», afirmas. Sí, aunque matizando que principalmente crece el empleo público y el temporal. Pero olvidas David, que también han crecido (y mucho) la deuda del estado, la inflación, la carga fiscal y, lo más grave, ha aumentado la pérdida de nivel adquisitivo de los españoles. De verdad crees que a este gobierno no se le va a castigar también por su gestión económica?
    Es cierto que el PP siempre se presenta a sí mismo como buenos gestores de la economía, aunque eso sólo sea verdad si se comparan con el PSOE. No lo son y si obtuvieran la mayoría absoluta, cosa harto improbable, se limitarían a congelar sueldos y pensiones, elevar impuestos y también la deuda del país. No está en su agenda acometer las reformas necesarias para recortar el despilfarro publico ni introducir medidas de corte liberal que permitan el desarrollo económico del país. Eso no, porque ellos se presentan sólo para servirse, igual que el PSOE.

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