Medidas urgentes contra la sequía
«Es necesario un estudio en profundidad de aquellas reservas de agua menos conocidas y que son una posibilidad para emergencias de abastecimiento»
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A pesar de las últimas lluvias en toda España, en Andalucía solo existe reserva del 26% de agua en los embalses justo en los comienzos de un verano que se prevé muy seco. Concretamente en Córdoba y Almería estamos en límites dramáticos de reserva del 15%, prácticamente inviable para el consumo como agua potable.
Es verdad que las últimas semanas ha llovido lo que no ha caído en marzo de este año. Sin embargo, el 90% del agua caída del cielo se ha infiltrado o directamente ha vuelto al mar u océano. Estas lluvias caídas las últimas semanas son irregulares y de carácter convectivo, por ello, la aportación de agua es muy localizada. Al estar el terreno tan seco, mucha agua ha quedado retenida en el terreno, por lo que son necesarias lluvias más suaves y continuadas para el aumento del volumen de agua embalsada. Incluso en la Comunidad de Madrid, en la que se han producido tormentas muchas tardes estos últimos días, no ha logrado frenar la caída de las reservas hídricas y están ya por debajo del 60%, 13 puntos por debajo de la media histórica de los últimos 30 años.
Castilla-La Mancha y Murcia también se encuentran en torno al 35% de reservas, es decir, una situación muy preocupante también. Se añade a esta situación las reducciones de volúmenes de trasvase del Tajo a las Cuencas de los ríos Júcar y Segura que el Gobierno del PSOE ha tenido como ocurrencia de última hora.
«Tenemos que trabajar en obras de urgencia en casos de extrema necesidad de abastecimiento»
Aparte de la clara necesidad de una gran infraestructura para un necesario y urgente trasvase de los excedentes de agua de las cuencas hidrográficas del norte de España hacia el sur y sureste de la península ibérica, tenemos que trabajar en obras de urgencia en casos de extrema necesidad de abastecimiento. La necesaria construcción de presas en cuencas cercanas al mar Mediterráneo para evitar la pérdida de retención del agua de escorrentía superficial, la ejecución de trasvases norte-sur o incluso nuevas desaladoras en municipios costeros son proyectos a medio-largo plazo que precisan un mínimo de cinco años que la población y los agricultores y ganaderos no pueden permitirse.
Cierto es que muchas comunidades autónomas como Madrid, Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña y, en los últimos años, la comunidad andaluza, están desarrollando proyectos de gran envergadura para desarrollar tratamientos terciarios de aguas residuales y redes de riego para el aprovechamiento de las aguas del saneamiento urbano tratadas. De hecho, la Comunidad de Madrid tiene una red de más de 500 kms de conducciones de agua regenerada o reutilizada para riego de parques y jardines públicos y más de 30 instalaciones para tratamientos terciarios en las depuradoras de Canal de Isabel II. Se trata de aprovechar el agua tratada en las depuradoras sin necesidad de devolver el 100% a los cauces naturales. De hecho, Canal de Isabel II en la Comunidad de Madrid, al igual que el resto de comunidades autónomas tiene un Plan de Emergencia en situaciones de sequía que plantea incluso el uso de pozos de abastecimiento a parte de otras muchas medidas.
Sin embargo, también existen unas reservas de agua en acuíferos profundos que no se han desarrollado e investigado lo suficiente por parte de las confederaciones hidrográficas en España. Son grandes reservas de agua para consumo humano, riego o uso industrial a grandes profundidades en la corteza terrestre. Existe un gran desconocimiento del agua subterránea almacenada en acuíferos a más de 300 metros de profundidad con reducida renovación pues se trata del agua acumulada durante miles de años cuando se infiltra en el suelo. En España existen 64 acuíferos profundos —según relatan Camuñas y otros— a lo largo de toda la península en 13 demarcaciones hidrográficas, pero no existen los suficientes sondeos de gran profundidad que los hayan aforado. Las confederaciones hidrográficas sí tienen integrados una red importante de sondeos, pero hace falta una mayor definición de los sondeos de gran profundidad como los inventariados por el Instituto Geológico Minero de España.
«El verdadero cambio climático es el calentamiento del clima político por las acciones de este Gobierno»
Ante un escenario de una época de cambio climático en el que se prevé una reducción sensible de recursos hídricos en los próximos años, es necesario un estudio en profundidad de aquellas reservas de agua menos conocidas y que son una posibilidad hidráulica para emergencias de abastecimiento, riego y uso industrial. El conocimiento que se tiene hoy día de estos acuíferos en profundidad se debe a las investigaciones en trabajos relacionados con búsqueda de recursos de hidrocarburos, investigación geotérmica y otros. De los estudios realizados por Camuñas y otros se ha concluido que las formaciones profundas pueden aportar agua dulce con unos rendimientos de decenas de litros por segundo.
Creo que un futuro gobierno —diferente al actual— centrado en los ciudadanos y no en exprimirlos a impuestos o leyes absurdas tiene que abordar grandes asuntos de Estado y uno de ellos creo humildemente es el abastecimiento de agua de la población y ganadería así como el riego en agricultura o el suministro a instalaciones industriales.
A pesar de que el verdadero cambio climático que se está produciendo en nuestro país es un calentamiento global del clima político por las acciones de este Gobierno, debemos siempre pensar que a las futuras generaciones debemos dejarles un país con las mejores condiciones posibles. Por ello, y dado que los españoles somos los verdaderos resilientes al calentamiento global generado por Sánchez y sus socios, pronto podremos emprender estos proyectos desde una visión más eficaz y eficiente para los españoles.
El cambio climático no solamente debe abordar los problemas de suministro energético. Sin agua no hay vida.
