La España plutocracional que viene
«En el fondo, los centrífugos no quieren ni nunca han querido nunca la independencia, ¡ni en ensoñación!, pues esta supondría un divorcio, y es sabido que el que se separa siempre se lleva la peor parte del reparto…»
Nadie parece querer coger los dos cuernos del centro izquierda y el centro derecha de nuestro toro bravo (esa cobarde, vieja, tan salvaje tierra, esa sucia, triste, desdichada patria, que trovaba el único poeta bilingüe que ha habido en Cataluña); ni tampoco el rey recogerá el guante de Pedro Jota para convencer de esos 18 meses para Sánchez, 18 para Feijóo, luego paz y después gloria y que arreen gente nueva detrás.
La asignatura de una coalición PP-PSOE seguirá siendo la revolución pendiente y lo que nos hace aún diferentes en la Europa civilizada.
Nos encaminamos pues, si Puigdemont desde Waterloo lo quiere, hacia un Estado plutocracional, en el que, con los votos decisivos de los nacionalistas centrífugos de izquierdas y derechas, même combat, con o sin corbata, las regiones más ricas e insolidarias podrán aumentar su diferencial, y debilitar eso que llaman Estado, esa entelequia que según ellos encabeza el delfín del delfín del jefe del Estado anterior a la monarquía.
Volverá el Madrid nos roba: no quieren pagar los ordenadores de los escolares extremeños pero sí querrían pagar en Europa para que lo niños rumanos o búlgaros los tuviesen.
En el fondo, los centrífugos no quieren ni nunca han querido nunca la independencia, ¡ni en ensoñación!, pues esta supondría un divorcio, y es sabido que el que se separa siempre se lleva la peor parte del reparto, amén de que los colocaría a la cola de los países candidatos a entrar en la UE, haciendo compañía a Serbia, Macedonia Moldavia y hasta a la malhadada Ucrania.
Los nacionalistas vascos ya no aspiran a la independencia, ni siquiera los sucesores de los que mataban para ello y para ocupar el poder: ya van solo a por rolex: se han dado cuenta de que la plusquamautonomía de que disfrutarán les da mejor acomodo en Europa, y que el poder se lo pueden ir turnando con el PNV o compartiéndolo. En un mundo en que la derecha y la izquierda moderadas votan, junto a los liberales, casi siempre lo mismo en Europa, la dicotomía es el eje nacionalista/antinacionalista.
Y los nacionalistas catalanes han perdido tantos votos, que ya no les salen las cuentas.
Pero no sería un camino de rosas para el Frankenteisn 2.0. Las CC.AA. en manos del PP irán destejiendo, cual Penélopes, lo que vaya tramando (nunca mejor dicho) la mayoría autodenominada de progreso, ese vocablo de traslación tan sobrevalorado: también se avanza hacia el abismo. Y el Senado se convertiría en un cansino frontón que apelmace la lanzadera legislativa y reactive el histerismo del decreto-ley.
Pero lo relevante es que la gobernación será con peajes; unos inmediatos y otros a cuenta:
¿Referéndum? El Estatuto del 2006, antes del cepillado, del que tanto se dolía a Montilla (¿qué fue de él, tan callando?)
¿Amnistía? Menú, por mayoría simple; o indultos de amplio espectro a la carta. Au choix.
¿Financiación a la vasca? Rodalies, puertos, aeropuertos y otros pezpequeñitos al cove.
¿Lenguas locales en el Congreso? Con interpretación, aunque se vuelvan majaretas diputados con pinganillo y taquígrafos políglotos (no vaig dir Diego vaig dir Digui).
¿Y en España? 25% de catalán, gallego y euskera obligatorio en todo el territorio monolingüe, es decir paridad al 25%.
¿Y en Europa? Tres nuevas lenguas a cargo del erario nacional, y obligar a pasar de 552 (23×24) a 702 (26×27) combinaciones, tan lindas como maltés-valencianocatalanobalear, esloveno-euskera, o portugués-gallego, afinando mucho el oído.
¿Memoria histórica y terrorismo? Ley de desmemoria: matar en España siempre ha ido más izquierdas: Dril, Frap Terra Lliure, ETA, ¡hasta el GAL era socialista!
O bien repetición de elecciones, y que todo cambie para que todo siga igual.
Coda 1) Liberales über alles. Se publica que los “liberales” abandonan Vox. ¡Los liberales! También llaman liberales a los purgados del PC chino, o a los miembros del gobierno de los Ayatolás que piden conmutar las penas de muerte por cadenas perpetuas y algunos latigazos para las mujeres que se quitan el velo en la calle y, encima, protestan.
Coda 2) Lotería. Anna Grau se plantea que Ciudadanos concurra a las generales si éstas se repiten, pues tienen, según ella, “dinero y ganas”. O les has tocado la lotería o es que no tenían ninguna de ambas cosas hace unas semanas. El espejo de Ciudadanos es UPyD… Y no se engañe nadie: el electorado cruel nunca apuesta a caballo cojo y perdedor.
Coda 3) Nadie Calviño: la vicepresidenta económica afirma que no hay nadie más en España con posibilidades de llevarse el puesto de Presidenta del BEI con sede en Luxemburgo. No miente. El problema es que en Europa hay alguienes: Meloni, para que luego digan, presenta a un tecnócrata Daniel Franco, que fue ministro de finanzas con Draghi, y Dinamarca a la vicepresidenta de la Comisión Margrethe Vestager, especialista en multar a los GAFA.
Coda 4) El Caso. Un joven chef hijo y nieto de actores comete un horrendo asesinato en Tailandia, de esos que en tiempos llamaban pasionales. El autor confeso alega que vivía en una Cárcel de Cristal para justificar el asesinato de su amante-socio-secuestrador moral, mientras en Tele 5 (¿dónde mejor?) manda este mensaje propio de un telegrama de S.O.S: “Volver a España, moved cielo y tierra para eso. Seguid con cobertura mediática”. Manos a la obra: a la prensa del corazón le ha salido competencia en “la otra prensa”, que cada vez más compite por hacerse con el share del público que antaño compraba “El Caso”. El largo y caluroso verano ya tiene su serpiente.
Cuestionario maldito al protoinvestido:
- ¿Qué tal por Marruecos? – Menos calor que en España.
- ¿Por qué no felicitó a Feijóo? – Él tampoco me felicitó a mí.
- Defina mayoría de progreso: – Mucho progre, eso.
- ¿Qué le dirá a Puigdemont? –Que me equivoqué, que lo siento mucho y que no volverá a pasar.
- Y en la intimidad, ¿libertad, amnistía y Estatut de Autonomía? – Santamente.
- ¿Qué le dirá al rey? – Que el pueblo ha votado y que a él no lo ha votado nadie.
- Hablando de nadies: ¿si se va Nadia qué Nadie se ocupará de la Economía? – Servidor, Zapatero me instruirá en dos tardes.
- ¿Qué tal la presidencia europea? – De momento, un verano estupendo
- ¿Y si hay repetición de elecciones? – Un otoño estupendo también y mucho Manual de Insistencia.
- Otegi, si se empeña ¿ministro de qué cartera? – Del ministerio del tiempo, todo el mundo merece una segunda oportunidad.
- ¿Cómo pasar página a los crímenes etarras? – Clonando Maixabeles.
- ¿Qué libro no recomendaría de ninguna manera? – Este de Ladrón.