¿Reunirse 'pa na'?
«Es importante que Feijóo y Sánchez se reúnan, porque la palabra, los símbolos y los ritos son la base, el capitel y el fuste de nuestra convivencia»
La democracia es un sistema de organización de la convivencia que, además de tener su origen en unas elecciones libres, periódicas, transparentes y competitivas está basado en tres elementos que lo fundamentan, ejercen como pilares de la misma y sin los cuales no existiría: la palabra, los símbolos y los ritos.
La palabra es el engranaje de la democracia, sobre ella se debaten ideas, se controla al gobierno en el parlamento, se llega a acuerdos entre partidos o se manifiesta la falta de los mismos mediante la discrepancia. Es la palabra lo que usan los líderes para tratar de convencer a los ciudadanos para que les entreguen su voto y la falta de la misma la que conduce a las derrotas electorales.
Los símbolos son la argamasa que sirve para edificar el edificio democrático, son ellos los que señalan la importancia del congreso y del senado para el ejercicio de la soberanía nacional, los que ponen el foco sobre la la corona como institución que encarna el espíritu de permanencia y la indivisibilidad de la patria, los que señalan los colores de la bandera y las formas del escudo como figuraciones tangibles de los valores que representa.
Pero la democracia también son sus ritos, los patrones de comportamiento cuyo ejercicio inveterado hace que estos se vean impregnados de la esencia de los principios motores que los pusieron en marcha dotando así de consistencia y previsibilidad a la misma, unos automatismos ceremoniales que logran que la ciudadanía sepa que sus vidas y sus haciendas están seguras y sus derechos protegidos ya que siguen viviendo bajo un régimen democrático.
«Que nosotros veamos que ellos hablan con naturalidad a pesar de haber luchado hace pocas semanas por el poder, fortalece nuestro sistema y nos hace sentirnos parte del mismo»
Me refiero por ejemplo a la constitución formal de las cortes tras cada elección con la presencia del jefe del estado, a la promesa de los ministros ante el Rey al ser nombrados, a los debates sobre el estado de la nación, a las jornadas electorales con millones de españoles acudiendo a las urnas o a todos los que acompañan a la formación de un nuevo gobierno, comenzando por las reuniones del Jefe del Estado con los portavoces de los partidos que desembocan en la petición del mismo a uno de ellos para que se presente a la investidura y trate de lograr la mayoría de la cámara.
Esto incluye, por supuesto, las reuniones entre los líderes de los principales partidos antes de procederse a esa tasada ceremonia de la investidura. Reuniones que ellas mismas forman parte de la liturgia de la misma y cuya inexistencia sólo podría significar una falla en el engranaje del sistema democrático.
Por todo esto es importante que Feijóo y Sánchez se reúnan antes de procederse al debate de investidura, porque la palabra, los símbolos y los ritos son la base, el capitel y el fuste de nuestra convivencia, respectivamente. No porque deban llegar a algún acuerdo, no, sino porque se digan lo que se digan, que nosotros veamos que ellos hablan con naturalidad e independientemente de haber luchado hace pocas semanas por el poder, fortalece nuestro sistema y nos hace sentirnos parte del mismo.
Porque en una democracia, reunirse pa na, es reunirse pa to.