'Progrelandés' para 'dummies'

El perdón por un delito y la extinción de la responsabilidad de sus autores no es una amnistía, es una forma de superar las consecuencias judiciales. Un prófugo no es un huido de la justicia, es una persona que está fuera del país. Un referéndum no es un procedimiento político por el que ratificar una propuesta mediante el voto popular, sino una consulta sobre el marco de una consulta. Un reforzamiento del modelo autonómico no es el peaje debido a los socios separatistas ni las líneas precautorias sin condicionalidad macroeconómica son rescates. Un toque de queda no es la prohibición de la libre deambulación, sino una restricción eventual de la movilidad nocturna. El separatismo es debate sobre el modelo territorial y, desjudicializar el conflicto político, garantizar la impunidad de terroristas y sediciosos.

No hay crisis, sino desaceleraciones económicas internacionales. Los empleados fijos discontinuos no son trabajadores eventuales, sino permanentes pero intermitentes con contrato indefinido. Un cambio de tendencia en las afiliaciones a la Seguridad Social es un aumento del paro, pero no digan desempleo. No se falta a la palabra sino que se cambia de opinión y la inoperancia ante una circunstancia y sus desastrosos resultados no responden a ineptitud del causante sino al sesgo de retrospección del que osa exigir responsabilidades. El feminismo ya no es el movimiento que defiende y exige la igualdad entre hombres y mujeres, sino que es lo que diga Irene Montero. No existe la sedición, en todo caso serían desórdenes públicos agravados. Y las madres nunca secuestran, son protectoras; ni asesinan a sus hijos, es suicidio ampliado. No existen los inmigrantes ilegales, son personas en situación administrativa irregular; tampoco las mujeres, son personas menstruantes.

Fascista es todo aquel que piense diferente y la meritocracia nada tiene que ver con la capacitación, el esfuerzo y el merecimiento: es un sistema social que perpetúa la desigualdad económica y los privilegios de una minoría. La interrupción voluntaria del embarazo no es un aborto, es un derecho de la mujer, que es dueña de su cuerpo. Pero ya no es madre ni embarazada, sino progenitora gestante. El antifascista es el fascista de siempre, pero por las razones correctas.