Que no te confundan, son terroristas fundamentalistas
«No les importa Palestina, solo tienen la obsesión, alimentada con armas y dinero iraníes, de exterminar hasta el ultimo judío y aniquilar el Estado de Israel»
Bombardeos en Gaza.
El ataque terrorista de Hamás a Israel y la respuesta israelí bombardeando Gaza ha costado ya la vida a casi dos mil personas, heridas a otras seis mil y la huida de casi 150.000 palestinos de las zonas fronterizas. Una guerra en la que la terrible novedad ha sido el salvajismo y la búsqueda de rehenes civiles con las que posteriormente poder chantajear y exigir a Israel. Lo consiguieron. Se llevaron no solo a militares, sino también a muchos civiles. Especialmente secuestraron mujeres. No se sabe por cuánto tiempo seguirán vivas. Parece difícil que estén intactas tras conocerse que muchas de las mujeres que asesinaron en el ataque fueron previamente violadas. Buscaban el chantaje y la humillación. Israel siempre ha hecho todo lo posible para proteger la vida y a veces incluso los cuerpos ya muertos capturados por los terroristas. No ha dudado en intercambiar mil prisioneros palestinos por un soldado israelí.
Esta vez es difícil que lo pueda hacer. El país se ha unido en el objetivo de intentar barrer para siempre a Hamás. Estamos en un escenario en el que parecen imposibles acciones relámpago de rescate de tantos secuestrados en una Gaza durísimamente golpeada por la aviación y la artillería israelí. Hamás ya ha hecho la jugada más vil y terrorífica que nadie pueda pensar. Un ataque que más allá del impacto militar de los cinco mil cohetes lanzados sobre Israel, se ha basado en instalar en la opinión pública israelí y mundial, la peor de las pesadillas: el asesinato a sangre fría de civiles, de familias enteras. El asesinato de niñas de pocos años delante de sus padres a los que luego secuestraban. La violación indiscriminada de centenares de mujeres. Muchas de ellas luego también asesinadas. La exhibición de cadáveres por las calles de Gaza. Ellos mismos han grabado los vídeos y los han distribuido a todo el mundo por las redes sociales.
No son animales. No, los animales no son sádicos. Hamás es un grupo asesino fundamentalista religioso. No les importa morir. Tampoco les importa Palestina. Solo tienen la obsesión, alimentada con armas y dinero iraníes, de exterminar hasta el ultimo judío y aniquilar el Estado de Israel. Por eso esta exhibición del mal más profundo del ser humano. Ya lo han hecho, lo han exhibido y todo el mundo se teme que lo estarán haciendo ya con los secuestrados a los que amenazan ahora con asesinar de uno en uno cada vez que Israel bombardee sin previo aviso.
Puede sonar raro esto del previo aviso, pero se refieren a que las fuerzas militares israelíes suelen avisar antes al edificio que van a bombardear. Lo hacen con bombas detonadoras para que los civiles huyan e incluso lo han hecho con llamadas telefónicas a las viviendas. Lo hacen desde hace muchos años. Saben que los terroristas de Hamás se esconden entre su población, los usan como escudos humanos, en escuelas, hospitales o edificios civiles. Pese a este procedimiento muchas veces no ha podido evitar la muerte de civiles palestinos. Y eso está ocurriendo ahora. Son casi dos millones de palestinos que viven en la estrecha franja de Gaza. Un rectángulo de cuarenta kilómetros por diez, con una de las mayores densidades urbanas del mundo.
Hamás sabía que más que el humillante ataque para Israel serían las atrocidades cometidas contra civiles las que iban a despertar la más furiosa de las venganzas. Y Hamás también sabía que esa venganza la iba a pagar el pueblo palestino. Es su terreno de juego. Nada más. Nadie debe olvidar que en 2007 los terroristas de Hamás ganaron una guerra civil al luchar contra las fuerzas de Seguridad Nacionales de la Autoridad Palestina en manos de Al Fatah. Rompieron el gobierno de unidad y convirtieron Gaza en un laboratorio iraní de fundamentalismo islámico. En Gaza no sólo está Hamás. Cierto que las Brigadas Al Qasam, brazo militar de Hamás, dominan al resto de grupos fundamentalistas que son muchos y muy bien armados. Están las brigadas al-Quds, el brazo militar de la Yihad Islámica Palestina, las brigadas al-Nasser Salah al-Din y las brigadas de los Mártires Abu Ali Mustafa, el brazo militar del Frente Popular para la Liberación de Palestina. Todas ellos con un solo fin: el exterminio judío.
«Da grima el silencio de nuestras ministras feministas de Podemos ante los asesinatos, violaciones, secuestros y exhibición de cadáveres de mujeres israelíes»
Ninguna de esas fuerzas fundamentalistas ha mirado nunca por el bien del pueblo palestino. Un pueblo palestino históricamente sacrificado también por los países árabes en su lucha contra Israel. Los palestinos de Gaza son casi dos millones y se encuentran enjaulados entre Israel y un Egipto que ya ha anunciado rápidamente que se niega a aceptar a refugiados palestinos en su frontera en el Sinaí.
Los últimos gobiernos de Netanyahu han sido un ejemplo de una rigidez inhumana en su mantenimiento de políticas de asentamientos judíos. También es verdad que las relaciones con Cisjordania y la Autoridad Palestina no tienen nada que ver con la mantenida con la Gaza dominada por los iraníes. Gaza está ahora tras el ataque totalmente aislada. Sin agua, sin luz, sin comida. Bajo el poder de un grupo fundamentalista terrorista y bajo el fuego de la venganza israelí.
Todo el mundo ha visto el horror terrorista fundamentalista. Como sus propios dirigentes dicen en sus vídeos en redes, quieren acabar con el pueblo judío. Exterminarlos. Todos los gobiernos democráticos del mundo han calificado y condenado estos actos terroristas. Todos no. Sumar y el resto de los socios de Pedro Sánchez se niegan a condenar estos actos terroristas. Incluida la vicepresidenta Yolanda Díaz, las ministras de Podemos y otros altos cargos de esa izquierda española que, como pasó con las tropelías de Putin, prefieren no hablar de las salvajadas. Da grima el silencio de nuestras ministras feministas de Podemos ante los asesinatos, violaciones, secuestros y exhibición de cadáveres de mujeres israelíes en esos vídeo sádicos. Silencio repugnante.
Y si alguien es capaz de no condenar esos actos es que es capaz de justificar cualquier cosa. Arnaldo Otegi, el líder de Bildu, condenado por secuestro terrorista, asegura que si no acaba la ocupación de Palestina estas cosas seguirán pasando. ¿Se refiere a violaciones, asesinatos y secuestros? Seguramente nada de eso le horroriza. Tiene otros valores. Otras han optado por un silencio cobarde como el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, escondido e incapaz de decir nada sobre lo ocurrido. Todos sabemos que lo que ha pasado es terrorismo. Nadie debe confundir Hamás con Palestina y nadie debe confundir a los terroristas con el pueblo de Palestina.
