MyTO

Vox, nazis, mentiras y Sánchez

«La alternativa de las derechas debe ser distinta al Gobierno que critica. No sería responsable caer también en el cinismo y el engaño para llegar al poder»

Opinión

Ilustración de Alejandra Svriz.

  • Madrid, 1967. He sido columnista en Libertad Digital, Vozpópuli y El Español. Ahora escribo en La Razón y THE OBJECTIVE y hablo en Herrera en Cope. Soy profesor titular de Historia del Pensamiento en la UCM. Tengo unos cuantos libros de historia y política.

Leo que el PP es ingenuo. Que lo hizo mal. Que no debió pactar públicamente con Vox tras las elecciones del 28-M, las locales, sino guardar los acuerdos en un cajón hasta después de las generales. Al hacerlo al descubierto, la gente vio que el PP pactaba con el coco ultra y decidió depositar su voto por la «coalición de progreso». Dicen también que Sánchez fue más listo. El astuto socialista habló con Bildu para asaltar Pamplona ya en junio de 2023, pero, en su inmensa sapiencia, no dijo nada para no retraer al electorado «progresista» que vota al PSOE. 

Los populares, afirman los que señalan el toro que ya pasó, se lanzaron frenéticamente a pactar con Vox tras abrir las urnas de mayo. Primero, Valencia, y el último, Murcia, pasando por una Extremadura a regañadientes con una incomprensible Guardiola. Feijóo dejó hacer a los barones y se arrepintió, porque una cosa es permitir la autonomía de las direcciones territoriales y otra muy diferente convertir el PP en la casa de Tócame Roque, con el sainete de la Petra y la Juana. Pero, dicen los devotos del ya te lo dije, que lo mismo hicieron los de Vox, persistentes en su manía de llevar al gobierno lo que dicen en las campañas. ¿A quién se le ocurre? 

En lugar de ir de frente, alegan, hubiera sido conveniente más cinismo, mentir, ocultar y luego presentar la coalición de las derechas en ayuntamientos y autonomías. Vamos, que si Feijóo y Abascal no consiguieron entre ambos la mayoría absoluta el 23-J fue porque no atesoran aquello que hace de Sanchez un político indeseable. Las derechas, certifican esos analistas, viven aún en la edad de la infancia, aferrada a la tradición de cumplir la palabra y atenerse al orden constitucional. Es de locos, vaya, esperar la victoria electoral siguiendo la norma y el espíritu democráticos cuando el otro, el PSOE, no lo hace.  

«Sánchez se ha desprendido de todo atisbo de vergüenza. No se lo pidamos también a la oposición»

Ahora, además, no solo estas derechas son idiotas, sostienen los ilusionistas del relato, sino que Feijóo y el PP son el Von Papen y el Zentrum que facilitaron el ascenso del partido nazi al poder en 1933 en la República de Weimar. Los populares, así, resultan ser los tontos útiles que asumen los postulados de Vox, que vendría a ser el NSDAP de 2023. Este cuento para memos viene de la factoría de Moncloa, lo escribió Tezanos, y lo soltó Pedro Sánchez en Estrasburgo como si tal cosa. El español dejó ojipláticos a los conservadores del PPE, al punto de que Manfred Weber, alemán, dijo a Sánchez lo que todos sabemos: «No te has enterado de nada. La democracia se preserva con el acuerdo entre moderados». 

A este relato mezquino, consistente en que toda alianza es buena con tal de parar a la derecha, se ha unido la prensa del movimiento sanchista. Y es que se antoja imprescindible justo ahora. Lo necesitan para blanquear el indigno y oculto pacto entre el PSOE y Bildu para hacerse con la alcaldía de Pamplona. No solo buscan un blanqueamiento, sino protegerse para el futuro con un discurso polarizante. Es lógico. La oposición legal de las derechas se va a endurecer para defender el orden constitucional frente a la involución autoritaria. 

No me convencen esos analistas que piden a las derechas que emulen al sanchismo. Me quedo con lo que escribió Cicerón sobre la República ideal, en la que los mejores buscan «la gloria y el honor, y evitan la ignominia y el descrédito», pero no por miedo al castigo de la ley, sino por la vergüenza ante la crítica justificada. Sabemos que Sánchez se ha desprendido de todo atisbo de vergüenza. No se lo pidamos también a la oposición.

La alternativa de las derechas, en suma, solo debe pasar por ser distinta al Gobierno que critica. No sería responsable caer también en el cinismo, el engaño y la ocultación para llegar y mantener el poder como sea; es decir, en el uso de las mismas técnicas que están vaciando de contenido el sistema de la Constitución de 1978 en beneficio del PSOE y de los independentistas. No basta con prometer una gobernanza honesta y legal, sino que hay que practicarla a cara descubierta, desde el primer instante. 

58 comentarios
  1. Pachus

    Lo que ha hecho y sigue haciendo mal, es comprar el discurso de la siniestra contra VOX en lugar de rebatir todas las falsas acusaciones y definir las diferencias ideológicas que las hay.
    El trilero entendió perfectamente que sin VOX, el PP nunca llegaría a gobernar, por eso, atacó con sus medios afines por tierra mar y aire a VOX. Sin esa pata, la mesa se caería.

  2. Fedeguico

    Pues claro que es de locos seguir respetando un acuerdo cuando la otra parte no lo hace y no existe ningún juez al que reclamar el incumplimiento (Como diría Quintana, los cándidos siempre mirando al árbitro imaginario). Porque el electorado no podrá ser ese juez si quien detenta el gobierno traiciona la norma y el espíritu democrático al punto de impedir de hecho unas elecciones limpias o manipularlas.
    De ningún modo se trata de imitar el proceder rastrero e inmoral del traidor, sino de dar por zanjados, ante la falta de reciprocidad, los compromisos y miramientos que ya no puede demandar quien por su parte decidió ignorarlos. ¿Qué tiene que ver el culo con las témporas?
    No se trata de ser un degenerado, pero tampoco un idiota. No caigamos en la falacia del falso dilema.
    Además, si no le das al bellaco algo de su propia medicina, nunca entenderá la necesidad de respetar ninguna norma ni pacto.

  3. Grossman

    Sr Vilches, no se trata de mentir, se trata de utilizar un mínimo de inteligencia.

    Es importante, a mí el PP y VOX me importan una higa, por mi como si se quieren morir, el problema es España, es nuestra libertad que se va por el sumidero y tanto PP como VOX tienen la responsabilidad histórica de librarnos del tirano.

    Se perdió por un puñado de votos, por un puñado de votos España pagará caro durante cuatro años las tonterías de la derechita, la cobarde y la bravucona.

    El carajal fue de aúpa, por un lado se pactaba a la velocidad del sonido, por otro una aspirante a presidenta acusaba a sus futuros socios de fascistas, un tonto de VOX decía que la violencia de género no existe, dando munición a los fascistas rojos para sembrar la histeria, la directiva de VOX sacaba un decálogo de defensa de la mujer para desmentir al tonto, una olimpiada de tontos.

    Pero los tontos siguen, los de VOX están obsesionados con el PP, no con Sánchez, su gran enemigo es el PP y Feijoo, con el que luego pactan y pactarán.

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