THE OBJECTIVE
Juan E. Iranzo

¿Qué nos traerán los Reyes Magos?

«A Sus Majestades les pido que se aplique una política económica ortodoxa y se lleven a cabo reformas estructurales que favorezcan la eficiencia de la empresa»

Opinión
1 comentario
¿Qué nos traerán los Reyes Magos?

Ilustración de Erich Gordon.

Si el futuro siempre es una incógnita y genera incertidumbre, esta circunstancia es especialmente intensa al enfrentarnos al año que acabamos de estrenar.

A nivel internacional, el año 2024 ha empezado con las dos guerras cercanas en plena efervescencia; si bien salvo que ocurra algo impredecible, sus consecuencias económicas ya han sido descontadas y los efectos sobre los mercados de materias primas, ya están valorados, puesto que ante la fuerte subida en el pasado de los cereales debido al descenso del grano que provenía de Ucrania, se ha incrementado enormemente la producción en otros países; con lo que los precios se han reducido y no parece que deban crecer significativamente en los próximos meses. En el caso de los precios de las materias primas energéticas la desaceleración de la demanda ha estabilizado los mercados y solo debería incrementarse ligeramente los precios del gas al comienzo del próximo otoño. Desgraciadamente no es previsible que la guerra de Ucrania finalice este año, pero sí la de Israel.

Respecto al conjunto de la economía mundial se espera una nueva desaceleración respecto al año anterior, pudiéndose situar según el FMI, en el 2,9% en este año 2024, frente al 3% de 2023. Las perspectivas para la economía china son complicadas, por su alto nivel de endeudamiento tanto público como privado, por la crisis inmobiliaria que incluso se está agravando y por los problemas en algunos sectores productivos.

Sin embargo, para EEUU se espera un aterrizaje muy suave, tal y como se desprende de los datos últimos del mercado de trabajo; además si se confirma la desaceleración de su inflación, la Reserva Federal Norteamericana podría bajar sus tipos, situados actualmente entre el 5% y el 5,5%, ya durante el segundo trimestre, y cuando menos un 0,75% a lo largo de este año.

Los Países de la Unión Monetaria han comenzado el año en una clara caída de sus economías, con un crecimiento del PIB estimado por el BCE de tan solo el 0,6% para el conjunto de 2023; lastradas fundamentalmente por la recesión en Alemania. Esta circunstancia está reduciendo la inflación en la eurozona, un 5,4% por lo que también es previsible que durante el segundo trimestre del año. El Banco Central Europeo, reducirá sus tipos de interés, por lo menos un 0,5%. Además, se debería replantear seriamente las restricciones medioambientales para la agricultura y la industria europea; en ese sentido es una gran decisión impulsar por nuevas centrales nucleares modulares, tal y como aprobó por gran mayoría el Parlamento Europeo el pasado mes de diciembre. Con todo ello los países de la zona euro deberán comenzar una senda de muy moderado crecimiento; se estima un 0,8% para el 2024 y del 1% en 2025.

La economía española comienza el 2024 con un sector exterior muy debilitado, y con unas inversiones lastradas por la incertidumbre sociopolítica y por los altos tipos de interés, aunque empiecen a bajar; con lo que el PIB difícilmente crecerá más de un 1,3%. Además, es completamente contraproducente el fuerte incremento del gasto que se pretende realizar durante este año por el Gobierno, se ha elevado el techo de gasto para los Presupuestos de este año un 9,3%. También resulta muy inadecuada la fuerte elevación del 15% de las transferencias a las comunidades autónomas. La consolidación fiscal se debe realizar desde la perspectiva de la reducción del gasto público, como en el caso de Argentina; sin embargo, no existe ningún indicio de que el Gobierno pueda realizar este ajuste absolutamente imprescindible, no debería seguir subiendo los impuestos, porque estrangularía aún más la actividad económica y además no recaudarían mucho más, tal y como ya se está produciendo.

La bajada de los precios de la energía y la propia desaceleración de la demanda debería permitir una cierta reducción del IPC, que se podría situar en el 3,5%, de media; puesto que la buena campaña turística que se espera también para este año 2024, podría tensionar los precios, sobre todo durante el verano. El mercado laboral tendría un comportamiento errático y estacional, si bien es cierto que la reforma laboral de Yolanda Díaz lo que ha provocado es un incremento de la rigidez del mercado de trabajo, que limita la creación de empleo; es decir, tal y como establece la Ley de Okun, es necesario crecer ya más para generar empleo neto que hace cinco años.

España padece importantes deficiencias estructurales que limitan nuestro potencial de crecimiento, que se han agravado en los últimos años como consecuencia de la política económica implementada por el actual Gobierno; por lo que he pedido a los Reyes Magos que llegan esta noche, que se aplique una política económica ortodoxa. Es decir, se lleven a cabo reformas estructurales que favorezcan la eficiencia de la empresa privada; y que el Sector Público ofrezca un entorno que impulse la competitividad empresarial, garantizando el Estado de Derecho, ofreciendo la dotación de infraestructuras, y que flexibilice el mercado de trabajo. Además, me gustaría que también me trajeran una reducción del gasto público y de los impuestos para las personas físicas y jurídicas, que favorezcan la libertad personal y de empresa; y que el Estado no intervenga mucho en la actividad económica. Si se cumplen mis deseos mejorará la competitividad y se elevará el potencial de crecimiento de la economía española, lo que impulsaría la riqueza, el empleo y el bienestar social. 

Sin embargo, es difícil que los Reyes Magos puedan cumplir mis deseos, debido al populismo del actual Gobierno, por lo que es previsible que, durante este nuevo año, se incremente el gasto publico desorbitadamente, un 9,3% el techo de gasto, según se establece en el borrador de Presupuestos; y pueden seguir elevando la fiscalidad. También, el incremento de los costes laborales por la subida del SMI y por la reducción de la jornada laboral, lastrará aún más la productividad y por tanto la competitividad de las empresas, como ya está sucediendo en la actualidad, lo que perjudica no solo a la empresa y al empresario, sino también a sus trabajadores, clientes, proveedores y en general al conjunto de la sociedad. 

En cualquier caso, queridos Reyes Magos, que esta noche tengáis un buen viaje y traigáis todo lo que os han pedido los niños.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D