Los ingresos evolucionan peor de lo previsto

La evolución económica es cada vez más preocupante, pese a que desde el Gobierno se intente ignorar esa realidad. La ralentización es un hecho y el comportamiento de los ingresos tributarios dejan constancia de ello, como podemos ver a continuación con los siguientes datos:

• Los ingresos tributarios del Estado crecen un 4,4% interanual en noviembre, pero en el acumulado del año mantiene una senda descendente, con una caída del 5,7% en el acumulado de los primeros 11 meses del año respecto al mismo período del año pasado.

• En ese agregado, los ingresos tributarios totales crecen un 9% interanual en noviembre (frente al 4,1% del año pasado)…

• …pero se ralentizan hasta quedarse en un 5,5% interanual en los primeros 11 meses del año (frente al 15,9% del mismo período de 2022).

• En ese sentido, el IRPF crece un 10,4% interanual a nivel del Estado en noviembre, cuando en el mismo período de 2022 crecía un 28,2%. 

• En el conjunto de las AAPP, crece el IRPF un 11,5% interanual en noviembre, frente al 18,4% del mismo período de 2022.

• En el acumulado del año, el IRPF en el Estado cae un 0,4%.
• Sociedades crece sólo un 4,4% interanual en los 11 primeros meses del año (el año pasado crecía un 26,8%).

• Los impuestos indirectos caen un 17,7% interanual en noviembre en el Estado cuando caía un 6,5% el año pasado (cae un 39,6% el IVA interanual en noviembre de 2023 cuando caía un 23,4% interanual en 2022)…

•  …y aunque crecen un 2,2% interanual en noviembre en el total de AAPP (frente a la caída del 2,2% del año pasado, en el caso del IVA en el total de las AAPP, cae en interanual en noviembre un 0,5% (también caía en noviembre de 2022, en ese caso, con mayor intensidad, un 6,8%. 

• Esos mismos impuestos caen un 16,7% en interanual en los 11 primeros meses del año en el Estado cuando crecían un 39,2% en 2022 (el IVA cae un 19,6% en 2023 frente al crecimiento del 41,6% de 2022)…

•  Y crece un 1,1% en el conjunto de AAPP en interanual en esos 11 primeros meses del año frente al crecimiento de 2022 del 13,9% (el IVA crece un 0,8% frente al 16,2% del año pasado).

• El hecho de que IRPF e IVA caigan en el Estado en el acumulado del año -y el IVA también en noviembre en tasa interanual- muestra claramente la ralentización de la economía, ya que el Estado sufre en el instante el impacto de los aumentos y descensos de la recaudación derivada de la evolución de la actividad económica, mientras que las comunidades autónomas, debido al decalaje de dos años del Sistema de Financiación Autonómica, no sufren el impacto de la realidad en el momento, motivo por el que aumentando la recaudación líquida, el Estado, al descontar las doceavas partes de las entregas a cuenta a las comunidades autónomas, sufre una merma, que indica que la estimación de entregas a cuenta era mayor que la evolución de la recaudación efectiva, que debería provocar unas liquidaciones negativas a las comunidades autónomas del año 2023, presupuestariamente en 2025.

• Por tanto, es sumamente preocupante que la recaudación del Estado se esté desplomando, con el gasto estructural disparado.
• Por tanto, nos encontramos con una clara ralentización de los ingresos, con caída incluso a nivel del Estado en las figuras tributarias mencionadas y también en términos mensuales del año en impuestos indirectos en el conjunto de AAPP, un gasto disparado y una presión sobre el déficit que sólo se mitiga porcentualmente sobre el PIB por el crecimiento nominal del mismo originado por la inflación.
• El problema de las cuentas públicas no es de ingresos, sino de unos gastos exponenciales, que se han tratado de sostener con unos ingresos coyunturales derivados de la inflación. Una vez que los ingresos se disipan, queda el enorme gasto estructural generado por Sánchez y eso impulsa el desequilibrio presupuestario, del que sólo estamos viendo el comienzo.