THE OBJECTIVE
Joaquín Leguina

La independencia no es el objetivo

«Sánchez sacará al Estado de Cataluña y del País Vasco y el resto de los españoles seguiremos pagando cupos y pensiones y condonando deudas como imbéciles»

Opinión
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La independencia no es el objetivo

Ilustración de Alejandra Svriz.

Ningún vasco en su sano juicio querría independizarse de España. ¿Para qué querría hacerlo si el resto de los españoles les estamos regalando ese robo llamado cupo y además les pagamos el enorme déficit que allí generan las pensiones? Vamos, que si fueran independientes, además de salir de la Unión Europea, se hundirían más de lo que ya están. Un País Vasco desindustrializado y envejecido, de donde han huido a causa de los libertadores de ETA cientos de miles de personas que no piensan volver a ese paraíso.

Unos pocos datos. En 2022 la población del País Vasco era de 2,18 millones y, según las optimistas proyecciones del INE, en el año 2037, es decir en 15 años, tendrá un pírrico crecimiento que no llega al 0,11% anual.

En 2022 el 23,6% de los habitantes del País Vasco tenía 65 años o más, muy por encima de la media nacional, pero es que —siempre según las proyecciones del INE— en 2037 ese porcentaje subirá casi al 30%. Insisto: en tales condiciones nadie sensato querría la independencia en el País Vasco. Una nación pequeña, en claro declive y sin el paraguas de la Unión Europea.

Vayamos ahora a Cataluña. En 1976 los residentes en Cataluña con 65 años y más eran el 10% de la población; en 2022 habían sobrepasado el 25%. En 1976 los nacidos en Cataluña de madres españolas fueron 104.000 y en 2022 no llegaron a 35.000.

Si a estas demografías declinantes se unen en ambas comunidades unas derivas negativas en el campo económico, en buena parte debido a sus políticas nacionalistas, repito: ¿quién va a querer la independencia en ellas? Lo dicho, nadie en su sano juicio.

«El mayor enemigo a combatir no son los separatistas sino el PSC, ese cáncer que viene llevando al PSOE hacia el desastre»

¿Qué quieren entonces los separatistas? Pues está bastante claro: que desaparezca allí el Estado, pero que se queden sus dineros. Ese es el objetivo real que los demócratas españoles deberíamos combatir. Pero el mayor enemigo a combatir no son los separatistas sino el PSC, ese cáncer que viene llevando al PSOE hacia el desastre con su impulso insano, que lleva erosionándolo desde la época de ese genio llamado José Luis Rodríguez Zapatero.

Fue durante la época de Zapatero cuando se incluyeron en el PSOE términos como el de plurinacionalidad, y en esa línea suicida Sánchez intenta ahora impulsar un modelo territorial que «mejore el funcionamiento de los instrumentos que permiten la participación de las comunidades autónomas en la toma de decisiones». Me pregunto yo si eso alcanzará también a Andalucía y a Madrid.

Esa «cogobernanza» federal ya estaba contemplada en las resoluciones del último congreso del PSOE, que se celebró en Valencia en 2021, y el documento que salió de la convención que el sanchismo celebró el pasado fin de semana en La Coruña precisa que estas «técnicas» de participación de las comunidades en la toma de decisiones «tienen naturaleza diversa desde una perspectiva jurídica», pero que «desde un punto de vista político todas estas fórmulas responden a una misma finalidad: mantener los beneficios de la descentralización». Pero, ¿de qué descentralización nos hablan? La ley de la amnistía redactada por los que van a ser amnistiados, ¿es también descentralización?

En efecto, Sánchez y sus acólitos sacarán al Estado de Cataluña y del País Vasco y el resto de los españoles seguiremos pagando cupos y pensiones y condonando deudas como imbéciles.

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