MyTO

Que no gobierne el PP

«Si para el elector izquierdista lo prioritario es derrotar a la derecha, para el derechista es que ganen sus siglas o que se oiga a los suyos»

Opinión

Ilustración de Alejandra Svriz.

  • Madrid, 1967. He sido columnista en Libertad Digital, Vozpópuli y El Español. Ahora escribo en La Razón y THE OBJECTIVE y hablo en Herrera en Cope. Soy profesor titular de Historia del Pensamiento en la UCM. Tengo unos cuantos libros de historia y política.

La paradoja política en España es que la izquierda, la gran emotiva, es racional en el voto, mientras que la derecha tiene mente tecnocrática pero vota con el corazón. Ocurrió el 23-J, cuando el electorado de la izquierda catalanista, ERC, se pasó al PSOE para detener a un posible gobierno de coalición entre el PP y Vox. Antes había ocurrido en Andalucía, cuando el votante de Podemos se fue al PSOE para evitar la victoria de Moreno Bonilla. Y está pasando a nivel general. Tras comprobar la inutilidad de Sumar y Podemos, inmersos en batallitas entre mediocres, su elector busca refugio en el sanchismo.

Ahora, en Galicia el PSOE ha hecho campaña por el BNG como ariete contra el PP. Esto ocurre porque ninguno de estos partidos contrarios a la derecha hace campaña uno contra el otro, lo que facilita el trasiego de los votantes. A ningún ciudadano de izquierdas y aledaños nacionalistas le pesa la conciencia si se pasa de Podemos al PSOE o Bildu, del PS de Galicia al BNG, del PSC a ERC si es necesario, así como el resto de combinaciones. Han conseguido un modus vivendi basado en el sentimiento de comunidad circunstancial frente a la derecha que empuja a la racionalidad a la hora de votar.

Sin embargo, a la derecha esto no ocurre. Nunca hubo esa alianza de intereses entre el PP y Ciudadanos. Ahora hay una absorción de los restos del naufragio centrista. La unidad de acción se ha producido cuando uno de ellos, el partido de Rivera y Arrimadas, ha fallecido. Antes Cs coqueteaba con el PSOE y urdía mociones de censura contra el PP, al que denostaban y del que se reían. Véase lo ocurrido en la Comunidad de Madrid entre 2019 y 2021. Hoy llaman a las puertas de Génova pidiendo trabajo.

«La izquierda responsabiliza siempre a la derecha, y, sin embargo, ésta se echa los trastos a la cabeza entre un partido y otro»

Tampoco pasa entre el PP y Vox. Los de Abascal son fieles a su origen en este aspecto. Si nacieron porque los populares habían abandonado la guerra cultural, era lógico que se centraran en atacar al PP. Ahí estaba su caladero de votos, o eso pensaron en cuanto dejaron de ser un partido testimonial de tertulia marginal. Llenaron su discurso de insultos para demostrar que Vox era la verdadera derecha, sin miedo a nada y a nadie, frente a un PP que era el PSOE del día después, cobarde hasta la náusea, poco viril y menos patriótico.

Si los votantes de la derecha fueran como los de la izquierda, el próximo domingo en Galicia actuarían de una forma racional. Elegirían al PP para evitar que en esa región gobierne un partido que quiere destruir el orden constitucional y salir de España. Cuando se dice esto, y se comprueba que el ciudadano joven y movilizado se decide por el BNG, el dirigente de Vox culpa al PP gallego por abanderar el galleguismo y su lengua. Esa es la diferencia: la izquierda responsabiliza siempre a la derecha, y, sin embargo, ésta se echa los trastos a la cabeza entre un partido y otro.

Si para el elector izquierdista lo prioritario es derrotar a la derecha, para el derechista es que ganen sus siglas o que se oiga a los suyos. Es legítimo, pero poco práctico. Luego, en la derrota, mientras lo celebran en Ferraz, vienen las lamentaciones y las acusaciones mutuas entre los partidos de la derecha. ¿Es útil que Vox se presente en circunscripciones donde no va a sacar nada, pero puede ganar el BNG por un puñado de votos? Habrá quien piense que el PP se lo ha buscado, y que cuanto peor, mejor, a ver si espabilan. Perfecto, porque es justo lo que la izquierda quiere que piensen, que no gobierne el PP.

75 comentarios
  1. Ciudadano_Keith

    Habrá que responder a la última pregunta, siquiera sea por educación. Si VOX se desgajó del PP lo fue porque entendía que no comulgaba con sus dirigentes (en la real-politik lo humano está por encima de lo que quiera que sea lo ideológico). Otro gallo es cómo se instrumentalizó desde dentro y desde afuera ese asco personal y con qué facilidad se vendió la burra.

    En lo tocante a elecciones tan sólo plantear estretagias «win-win» es desvirtuar la esencia del voto que no es otra que la de identificar y cuantificar a los partidarios de los distintos modelos de gestión de lo público. Un Profesor Titular de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos debiera de mostrar cierto respeto por la personalidad de todos y cada uno de los votos, incluídos los que se decantan por la purria. Es higiénico saberlo todo y no tener que suponerlo.

    ¿Que la Ley Electoral es un atentado al principio ‘un ciudadano, un voto del mismo peso’? Eso se sabe desde el minuto uno y aún espero a que alguien formule preguntas retóricas. Arréglese primero lo intolerable y ya veremos después lo de arrimar el ascua al percebe PPero.

  2. Chaves

    Del corrupto PP resalto sobre todo últimamente su su práctica de chantaje: si no me votas, si pretendes presentarte y me quitas votos gobernará la izquierda… por cierto, esa con la que me conchabo siempre que puedo y ante la que llevo años poniendo el culete… qué bueno ;)))…

  3. Casandro

    Ya está el PP y todos los satélites mediáticos repitienndo la campaña de los Guardiolos. La verdad es que si el PP pierde Galicia se lo habrá ganado a pulso.
    Hay personas que no ceden ante la amenaza o el chantaje, aunque si suelen hacerlo por una buena razón. Votar al PP porque viene la izquierda es votar bajo amenaza, chantaje o miedo, «o me votas a mi o te mando al PSOE, si esas son las razones del PP prefiero que me manden a los sicarios del PSOE, yo me se defender solito, no pago impuestos ni recibo subvenciones.

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