THE OBJECTIVE
Esperanza Aguirre

En España la izquierda tiene bula

«Debemos prepararnos para las diferentes varas de medir que van a ofrecernos el PSOE y sus secuaces en este ‘caso Koldo’, que es sólo la punta de un iceberg»

Opinión
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En España la izquierda tiene bula

Ilustración de Alejandra Svriz.

Los españoles sabemos muy bien que la opinión pública, y no digamos la opinión publicada, no trata de la misma manera a los protagonistas de las noticias ni aplica el mismo rasero a la hora de valorar determinadas ideas u opiniones.

Por eso tenemos más de una expresión para describir ese comportamiento evidentemente injusto desde el punto de vista intelectual, y no digamos desde el punto de vista moral, político y social. Así, cuando contemplamos que, por un mismo comportamiento dudoso o delictivo, a unos se les excusa sin problemas y a otros se les descalifica para siempre, decimos que se ha aplicado la ley del embudo. O que los que desde sus tribunas mediáticas emiten juicios aplican diferentes varas de medir.

Desde que ha estallado el caso Koldo los ciudadanos que contemplamos asombrados las noticias que sin parar nos van llegando, estamos asistiendo, entre otras cosas, a una exhibición escandalosa de la aplicación de la ley del embudo o a un uso todavía más escandaloso de las diferentes varas de medir.

Veamos, por ejemplo, cómo, sin el menor complejo ni miedo a que le repregunten para ponerla en un aprieto, la vicepresidenta primera del Gobierno habla ex cathedra para dictaminar que no se puede utilizar la actividad de algunos familiares para criticar las actuaciones concretas de los políticos. Afirma rotundamente esto para censurar las informaciones contrastadas que dan cuenta de las relaciones de la mujer de Sánchez con algunos de los implicados en este caso Koldo. Al mismo tiempo, en las mismas declaraciones, momentos antes, había cargado con saña y mala intención contra Isabel Díaz Ayuso por las actuaciones de su hermano, de las que hace tiempo que fue totalmente exonerado. Y se queda tan ancha porque sabe que sus fieles, entre los que hay muchos periodistas, van a apoyar con entusiasmo ese uso discriminatorio del embudo y no van a descalificarla, a pesar de su evidente incoherencia.

Que unos presuntos delincuentes socialistas, que saben que sus conversaciones telefónicas están siendo grabadas, citen a políticos del PP para embarrar el campo de las investigaciones judiciales, es utilizado inmediatamente por una diputada del PSOE, Mercedes González, que antes ha sido Directora General de la Guardia Civil y que, con todo descaro, declara que «según el sumario hubo un contacto de Koldo con Miguel Tellado», a pesar de que los guardias civiles autores de la investigación no consignen para nada ese contacto. Pero qué más da.

«En Andalucía los socialistas malversaron unos 680 millones de euros, y en Gürtel se condenó al PP por 204.198 euros»

Tanto Mercedes González como María Jesús Montero saben de sobra que el tablero de la opinión pública española, como muy bien ha explicado muchas veces Cayetana Álvarez de Toledo, está inclinado y lo que ellas digan, aunque sea de una incoherencia flagrante, va a favor de la corriente, mientras que lo que diga cualquier político de derechas, liberal, conservador o, simplemente, no progre, siempre va a tener dificultades para ser escuchado y no digamos compartido. Saben muy bien que los ayatolas  todopoderosos de la corrección política están de su lado y siempre dispuestos a descalificar a sus adversarios.

Ahí sigue estando, como muestra palpable de la terrible dictadura de la ley del embudo que impera en la España de hoy, la diferencia de tratamiento y de consecuencias que encontramos entre los hechos que se sentenciaron en el caso de los EREs de Andalucía y los sentenciados en el caso Gürtel. En Andalucía los socialistas malversaron unos 680 millones de euros, 680.000.000 euros, y en Gürtel se condenó al Partido Popular como responsable a título lucrativo en la cantidad de 204.198 euros que Correa gastó en las campañas municipales de los años 2003 y 2007 en Boadilla del Monte. El monto del delito del PP es el 0,00003% de lo que el PSOE malversó.

Pues bien, esos doscientos y pico mil euros de la Gürtel sirvieron para llevarse por delante el Gobierno de Mariano Rajoy, mientras que ese montón de millones no le ha hecho ni un rasguño al PSOE, que sigue presumiendo, sin provocar el rechazo de casi nadie, de ser un partido incompatible con la corrupción. Y, aunque la sentencia de Gürtel en ningún momento condena al PP directamente, sigue sirviendo para que personajes como la Montero, que era consejera de la Junta andaluza cuando se produjo el asalto a los fondos públicos de los EREs, pueda acusar, sin la menor vergüenza, de corrupción al PP y presumir de la limpieza de su partido, sin lugar a dudas, el más corrupto de España.

Con estos antecedentes tenemos que estar preparados para la exhibición de embudos y de diferentes varas de medir que van a ofrecernos el PSOE y sus secuaces en este caso Koldo, que, cada día que pasa, se ve más claramente que es sólo la punta de un iceberg. Por lo que cambia sin parar de nombre y de caso Koldo ya ha pasado a ser caso Cerdán, caso Ábalos, caso Armengol, caso Ángel Víctor Torres, caso Marlaska, caso Illa, caso PSOE, caso Sánchez y, ahora está a punto de convertirse en el caso Begoña. Es muy posible que veamos cómo todos los socialistas que deben sus ingresos a Sánchez y muchos periodistas y medios de comunicación seguirán afirmando, como hacen desde Pedro Sánchez hasta el último socialista, que ellos son incompatibles con la corrupción. Y sin repreguntas.

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