ETA y el giro lingüístico
«Sánchez acusa a sus adversarios de aquello que él hace: tanto él como sus socios son expertos en blanquear a la izquierda abertzale que hace homenajes a etarras»
El giro de 180 grados que ha dado el oficialismo con respecto a Bildu en la última semana es digno de estudio (o de psicoanálisis). De pronto, porque hay elecciones y el PSE (que es un partido totalmente bisagra) parece que prefiere apoyar al PNV que a Bildu, los socialistas han descubierto o redescubierto que Bildu todavía guarda simpatías con ETA. Las declaraciones del candidato de Bildu, Pello Otxandiano, que se negó a calificar de «banda terrorista» a ETA no son en absoluto novedosas, pero los socialistas se han hecho los sorprendidos. Su denuncia de la inmoralidad de Bildu sonaría sensata si no se hubiera pronunciado a pocos días de las elecciones.
Incluso el presidente Sánchez se unió al coro de denuncias, con una mención perfectamente cínica a Aznar: «No fue una banda armada, ni un movimiento de liberación nacional, como decía Aznar. Fue una banda terrorista derrotada por la democracia española gracias a la unidad de todas las fuerzas políticas». Aznar no solo hizo esas declaraciones mientras ETA mataba; sufrió un intento de atentado del que se salvó de milagro. De nuevo, Sánchez acusa a sus adversarios de aquello que él mismo hace: tanto él como sus socios son expertos en la lengua de madera y en el blanqueamiento de la izquierda abertzale que hace homenajes a etarras.
«Cuando la izquierda abertzale deje de hablar como los etarras, su supuesto ‘recorrido ético’ comenzará a ser creíble»
El PSOE lleva años intentando blanquear, porque necesita sus votos, a un partido político que, cuando el asesino etarra Josu Ternera fue excarcelado, tuiteó lo siguiente: «Queremos trasladar nuestro abrazo a Josu y a todos sus familiares y amigos». Luego se justificaron diciendo que Ternera había sido «uno de los principales protagonistas en el trabajo a favor de un escenario de solución en Euskal Herria». Es una lógica que me resulta especialmente repugnante, por retorcida. No solo es algo falso, es que aunque fuera cierto sería igual de delirante: el asesino es un héroe porque… un día decidió dejar de matar.
Las palabras del candidato de Bildu, Pello Otxandiano, son indistinguibles de las de ETA. Otxandiano dijo que ETA fue una «banda armada» y un «ciclo político que afortunadamente se ha dejado atrás». En el documental No me llame Ternera, el terrorista Josu Ternera dijo que el atentado de la casa cuartel de Zaragoza, en 1987, fue «consecuencia de un análisis político». En ese atentado murieron 11 personas, entre ellas cinco niñas de entre tres y 12 años.
No hace falta mirar los ongi etorris (1.596 homenajes a etarras en los últimos cuatro años), los concejales de Bildu con delitos de sangre, el pasado cercano a ETA de líderes como Mertxe Aizpurua. Solo hace falta escucharles. Hablan igual que los etarras. Es la misma retórica pegajosa, cínica, siniestra que la que usaban asesinos como Josu Ternera para justificar sus crímenes. Cuando la izquierda abertzale deje de hablar como los etarras, su supuesto «recorrido ético» comenzará a ser creíble.
Resulta ya aburrido tener que insistir en los mismos argumentos, pero las proclamas de los que dicen ahora acordarse de “la ética” cuando EH Bildu se acerca, probablemente, a los mejores resultados de la izquierda independentista vasca en su historia, resultan totalmente vacías en boca de los que callaron convenientemente (cuando no aplaudieron calurosamente) ante la indecente conversión en “demócratas de toda la vida” de quienes no habían sido mas que una pandilla de criminales en la dictadura franquista, y me refiero, obviamente, al PP. Por no hablar de todos los silencios y aprobaciones nada disimuladas de las estrategias terroristas (Guerra Sucia) llevadas a cabo desde el Estado, la aplicación masiva de la Tortura como arma contra la disidencia política, etc. Porque dejémoslo ya claro de una vez : aquí lo que les preocupa de la izquierda independentista vasca (ahora EH Bildu, antes HB, etc.) es su defensa clara y abierta de la independencia de Euskal Herria, y con ello la ruptura de la para algunos “sagrada unidad de España”. Ya lo dijo Calvo Sotelo en su día “antes roja que rota”. Y seguimos igual. Lo otro, lo de la violencia de algunos (solo de algunos), pura arma política.
Si «le resulta aburrido insistir en los mismos argumentos» deje de aburrirse y no insista, porque a diferencia de lo que hicieron sus héroes abertxales, nadie le está apuntando con una pistola en la cabeza para defender lo que desde un punto de vista moral, social, político y jurídico es indefendible. Sus héroes usaron la violencia indiscriminada para causar el terror y segar la vida de cientos de inocentes civiles. Sus héroes abertxales eran terroristas criminales y actuaron como criminales terroristas en plena democracia. Es más, dejaron las armas no porque se hubieran dado un golpe en la cabeza y de pronto se hubieran transformado en unos demócratas «progresistas, feministas y amantes de la justicia social». No, si dejaron las armas fue porque ya estaban debilitados, acorralados y ya no tenían opción de seguir con la estrategia del terror, Así que las proclamas vacías y cínicas de sus héroes abertxales que han sido blanqueadas en estos años por los tontos útiles y cobardes del sanchismo tienen escaso recorrido en la gran mayoría de españoles con memoria.
Claro, preciso, contundente: un ejemplo de claridad mental.
Pues no puedo estar más de acuerdo con usted.