THE OBJECTIVE
Laura Fàbregas

Toros y censura en el Festival de cine de San Sebastián

«¿Se atreverán a darle la Concha de Oro al documental de Albert Sierra sobre la tauromaquia que entendidos cinéfilos dicen que merece?»

Opinión
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Toros y censura en el Festival de cine de San Sebastián

Toros y censura. | Ilustración de Alejandra Svriz

En mi juventud, uno de los aspectos que marcaba el tránsito de la infancia a la primera adolescencia era permanecer inmune a la ofensa y no escandalizarse por nada de lo que viéramos en la pantalla o escucháramos en las canciones. Mi retina conserva algunas escenas irreverentes del cine con el que he crecido, como la lluvia dorada de Pepi, Luci y Bom, de Almodóvar, el piloto pedófilo de Aterriza como puedas; y otras directamente poco educativas, como el humo de coche y de tabaco, junto a la exaltación de la chulería, de la pandilla de Grease

Eran los estertores de los años ochenta y principios de los noventa, una época en la que ETA aún mataba y algunas bandas musicales abertzales escribían canciones abiertamente filoetarras y de apología al terrorismo, pero, curiosamente, las denuncias por delito de odio eran escasas.

«Vivimos escandalizados por encima de nuestras posibilidades»

Ahora, en cambio, están a la orden del día, y el País Vasco lidera las detenciones por este delito sin que tengan que ver con el terrorismo, sino con el racismo o la orientación sexual. Y en el resto de España también crecen. Vivimos escandalizados por encima de nuestras posibilidades. Las redes sociales, además, funcionan como un círculo vicioso que alimenta lo que se intenta criticar. Jordi Évole lo sabe bien, lanza el anzuelo de la polémica y espera a que piquemos. 

También en el País Vasco, en concreto en San Sebastián, el partido animalista Pacma ha pedido cancelar el documental sobre la tauromaquia Tardes de soledad, de Albert Serra, del Festival internacional de cine. Su argumento es que «no es contra el arte ni se trata de censura», sino de «sentido común y de humanidad» para «no normalizar el maltrato animal». Ya saben que, detrás de la censura, siempre hay un buen motivo, como antes era Dios, ahora es el bienestar animal.

En el cine de Almodóvar hemos visto a un torero gay, a Rosario Flores de diestra y no pasaba nada. El problema parece que surge si haces un retrato fiel a la realidad y lo «embelleces». No es políticamente correcto. Por el mismo motivo Ada Colau prohibió en Barcelona una valla publicitaria de Morante de la Puebla, reencarnado en Dalí. O el ministro de Cultura ha retirado el Premio Nacional de Tauromaquia.

Dudo de que en el Festival de San Sebastián sean tan burdos como el Pacma. Pero, ¿se atreverán a darle la Concha de Oro a este filme que entendidos cinéfilos dicen que merece? Apuesto a que no. Lo veremos en breve. Y si me equivoco, olé por ellos.

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