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Tadeu

España a cero, el oscurantismo político

«Sánchez sabe que tendrá que sacrificar algunos peones si no quiere que el gran apagón le pase factura electoral»

Opinión
España a cero, el oscurantismo político

Alejandra Svriz

Si no es una avería fortuita y no es un ataque ciber, o una combinación de ambas causas, la causa del apagón, aunque se tarden seis meses en publicarla, es obvia: fallo en cadena de gestión, en el sentido más amplio del sintagma. Y ello entraña responsabilidades, como poco, políticas y administrativas por parte de la Empresa de Energía y del gobierno que la parió. Sánchez sabe que tendrá que sacrificar algunos peones si no quiere que el gran apagón le pase factura electoral. Por eso tira del Fiat Lux a las 24 horas.

Pero la cantinela es la de siempre, hoy como ayer, con el covid o con la dana: los españoles (o los madrileños, o los catalanes o los valencianos) son ejemplo de “resiliencia” (cuando oiga la palabreja, en boca de hunos y hotros, me entran unas ganas irreprimibles de votar en blanco). 

Hace el PP lo mismo que criticó en el PSOE cuando lo de la dana: intentar sacar tajada política. Puto oscurantismo político. ¿Lo habrían hecho mejor, habría salido antes Feijóo a no decir nada como Sánchez? La duda ofende. ¿Estará el PP preparando un video obsceno, al estilo de los de la Factoría Moncloa, sobre la tragedia en las residencias de Ayuso o los damnificados por Mazón en Valencia? Siempre usando el dolor ajeno en beneficio propio, ese límite que un político digno nunca debe rebasar

 Coda 1) Bildu ataca de nuevo. Esta vez con votos y más votos según las encuestas. Igual de criminales, por cierto, pero sin sangre. En su particular “Historia Particular de la Infamia”, los batasunos siguen creciendo en las encuestas, preparados para asaltar los cielos del gobierno en Navarra y, seguramente, en el País Vasco. No es la amnesia del pueblo que vota a los albaceas de los asesinos racistas (es lo que eran, lo más parecido en Europa al Ku Klux Klan) lo que estremece, sino, precisamente, la falta de amnesia: saben a quienes votan.

 Ahora serán el PSE (el amnésico, él sí) y el PNV (el recoge-nueces omnisciente) los que tendrán que lidiar con este toro, obligados a entenderse entre sí si no quieren ceder el poder a Otegi y su ciudad de los muchachos.

Coda 2) Papa loto. Es pueril, como suelen ser las cosas en la Iglesia, pero no cesan las quinielas de papabiles, una pugna entre conservadores (los de al César lo que es del César) y progresistas (los de somos el César), un ejercicio tan absurdo como vacuo, por dos razones: el elegido lo será por la Divina Providencia; y, la segunda: habiendo nombrado a más de 3 de cada 4 cardenales electores (son 133) el difunto papa Francisco, lo raro sería que el futuro pontífice no fuera un cardenal cercano a él y que se reclame de su legado. Hasta se permitió bautizarlo, él que quiso para sí ser el primero y único Francisco: lo llamó Juan XXIV, ¿para que apeche con el legado de 23 tocayos, algunos de avío y señor mío? ¿O para que sepa que no es más que un número?

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Coda 3) Xoriço nostre. La peli Parenostre sobre Pujol de Toni Soler (el chistoso malasombra), y Manuel Huerga (quien ya perpetró un documental consistente en una entrevista masaje con final feliz que le hizo Miquel Calçada a Jordi Pujol con ocasión de su octagésimo cumpleaños), es la recreación de “la previa” a la confesión de Pujol de su fraude fiscal andorrano. Resulta que el film es veneno para la taquilla: lleva recaudados apenas 150 mil euros desde su salida en salas, lo que representa un 7,5% de las subvenciones recibidas, que eran el 70% del presupuesto total de 2,7 millones de euros. Una estafa rindiendo homenaje a otra estafa. Todo por ir allanando el camino de unos funerales que inquietan: para que esté Puigdemont, el hijo pródigo y descerebrado de Pujol, y quien tiene cogida la medida a Sánchez, han de ser los propios de un cadáver semi “honorable”. 

«España es el país 23 en el ranking de libertad de prensa que encabeza Noruega, es decir, en el pelotón de cola de la UE»

Coda 4) Informar o vivir. Ayer fue el día de la libertad de prensa. Periodistas sin Fronteras destaca, en su informe anual, que “las condiciones para ejercer el periodismo son inexistente casi el 67% de los países, y malas en la mitad”, siendo Palestina la zona nigérrima. La cosa va por barrios: 37 periodistas asesinados en México (infierno y paraíso) este año, mientras que, en tres meses, el acoso de Trump a la prensa no cesa. Entre los nuestros, Hungría vulnera alegremente la libertad de prensa, sin que la Comisión tome serias cartas en el asunto. España es el país 23 en el ranking que encabeza Noruega, es decir, en el pelotón de cola de la UE; a nadie parece importarle demasiado. El último país, 163º, es la entidad palestina, gracias a Hamás y a los que quieren acabar con Hamás. (No se entiende —o sí se entiende— que Corea del Norte, China, Venezuela o Cuba salgan mejor parados); e Israel ostenta el 112º, “la única democracia de la región”. Desde el 7 de octubre de 2023, han muerto más de 200 periodistas en la zona. 

Informar no es que sea un derecho, es que es una obligación para poder hacer frente al poder, sobre todo al poder antidemocrático, que enseñorea el planeta. ¿Cuántos millones de habitantes del planeta viven realmente en regímenes de democracia plena con auténtica liberta de expresión y de informar? ¿700? ¿800? ¿900? Siendo optimistas. Un 10 o 12% de la población mundial.

Coda 5) Trump y los cien días. No del cóndor sino del buitre. Nunca tan pocos (uno) hizo tanto daño a Estados Unidos y al mundo occidental en tan pocos días como Donald Trump; pero las encuestas apenas reflejan el descontento, lo esperable habría sido un descalabro sin precedentes, y no que el mago de Maga siga por encima del 40% de aceptación a nivel nacional. No será el cuerpo electoral, pues el anticuerpo anti Trump. Habrá que buscarlo en otros estamentos menos democráticos y con los pies más en la tierra: el de Don Dólar.

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