The Objective
Román Cendoya

Operador privado

«Sánchez está utilizando el dinero de todos los españoles para hacer “operadores privados de gestión” donde colocar a sus amigos y familiares»

Opinión
Operador privado

Ilustración: Alejandra Svriz.

Apagón. España en negro. Su color con Pedro Sánchez al frente. Todo el país sumido en el caos. La cuarta economía del euro apagada bajo la presidencia de Pedro Sánchez Castejón. Hoy hace una semana que se apagó y paró España. Miles de millones de pérdidas y varios muertos. Y el único objetivo que tiene el gobierno es que ni el gabinete ni Red Eléctrica Nacional asuman una sola responsabilidad. Desde el Gobierno han aplicado el protocolo de fango, bulo y mentira. Lo que Pedro Sánchez sabe hacer en grado de excelencia.

No hay nada más repugnante que la cobardía del dirigente político. Postularse para el liderazgo político es un acto de voluntad propia. Ser líder político puede resumirse en la capacidad de un ciudadano para ejercer influencia, tomar decisiones y guiar a la sociedad. Los líderes políticos son responsables de representar los intereses de la comunidad, promover el bienestar social, gestionar los recursos públicos de manera responsable y tomar decisiones que impacten, en positivo, en la sociedad en su conjunto. O sea, todo lo contrario de lo que representa y hace Pedro Sánchez. Por su forma de proceder sabemos que su vocación política responde a su infinita necesidad de alimentar su insaciable ego y desmedida ambición de poder.

El sistema eléctrico colapsó. Y el presidente también. Tardó más en manifestarse que Mazón en la dana. Pedro Sánchez apareció en público para mentir y manipular rehusando cualquier responsabilidad en una España inundada de oscuridad, millones de ciudadanos damnificados, incomunicados, aislados, abandonados en trenes o angustiados en los ascensores y, por suerte, con pocos fallecidos por la ausencia de fluido eléctrico.

“Sánchez, en vez de nombrar a alguien que supiera del tema, optó por Beatriz Corredor, exministra de puerta giratoria. Después de haber cobrado 2,8 millones de euros, lo que sabe de la luz es que se enciende y ahora ha aprendido que es un lío cuando se apaga”

El físico alemán Hermann von Helmholtz descubrió, en 1847, el principio fundamental de la energía según el cual “la energía ni se crea, ni se destruye, solo se puede transformar de una forma a otra, manteniéndose constante en un sistema aislado”. A Pedro Sánchez pueden darle el Premio Nobel de Física por su descubrimiento. Con Sánchez la energía se pierde. En cinco segundos se le perdieron 15GW —el equivalente al 60% de la demanda del país—. Ante semejante fenómeno “la ciencia”, a la que tanto le gusta citar para sus manipulaciones, y el pueblo deberían gritar: “Sánchez Nóbel súbito”.

Soltó con toda certeza —porque miente con toda sinceridad— toda una sarta de barbaridades conscientes. Dijo que “el Gobierno va a llegar hasta el final”. Mentira, ha montado dos comisiones. No explicó nada al país. Intentó establecer un relato exculpatorio para él y su Gobierno. Y todo era falso. Porque de física y energía puede que no sepa nada, pero cuando afirmó categóricamente que la responsabilidad era de los “operadores privados” se puso en evidencia. No son varios, hay solo uno. El “operador privado” es Redeia, del que Red Eléctrica Nacional es la máxima accionista a través de la SEPI y trabaja en régimen de monopolio la distribución eléctrica nacional. Es tan empresa pública que, aunque cotiza en bolsa, los accionistas tienen limitados sus derechos, su capacidad de compra y su representación. El presidente del Gobierno es el que nombra al presidente de la compañía. Anteriores presidentes incluso optaron por poner gente con perfil adecuado en el puesto. Pero Pedro Sánchez, para gestionar el difícil equilibrio del flujo energético, puesto que está remunerado con el sueldo más alto de la Administración española, en vez de nombrar a alguien que supiera del tema, optó por Beatriz Corredor, presidenta de la Fundación Pablo Iglesias, exministra de puerta giratoria, registradora de la propiedad, que lleva en el cargo desde febrero de 2020. Después de haber cobrado 2,8 millones de euros, lo que sabe de la luz es que se enciende y ahora ha aprendido que es un lío cuando se apaga. 

Una prueba de su gestión negligente y de la culpabilidad de la empresa que preside es que Beatriz Corredor ha tardado más de 48 horas en empezar a dar explicaciones. Y ha dado sus imposibles explicaciones en los medios oficiales del sanchismo: RNE, la Cadena SER y el diario El País. Ha acudido a esos medios porque sabe que son los únicos que no van a hacerle las preguntas definitivas que ella no podría contestar. En noviembre de 2021, en una entrevista a Susanna Griso para Espejo Público de Antena 3, afirmó categóricamente que “en España, un apagón total no puede ocurrir”. Aseguró, como presidenta de REE, que el sistema eléctrico español era “uno de los más seguros y evolucionados del mundo”. Bla, bla, bla… No hay riesgo [de apagón] ni a corto ni a medio plazo”. Su negligente gestión, tan generosamente remunerada, ha logrado hacer posible lo imposible. Hemos pasado del no puede ocurrir un apagón, al apagón. Ahora, ha asegurado en El País que “no existe garantía 100% de suministro”. A temblar.

Corredor no puede explicar cómo la red estaba abastecida en el 78% por energía “no gestionable”. Se les fue la mano por hacer política contra las nucleares. Por ser muy verde nos llevó a todos a negro. Cuando el sistema se desestabilizó y fueron a recurrir a la energía de turbina, ya no había suficiente recurso. Error. Error punible. No van a conseguir imponer el falso relato del presidente. Beatriz Corredor dice que no dimite.  La ministra Sara Aagesen ya ha afirmado que el desempeño de REE fue “extraordinario”, —y tanto, nunca se había producido un apagón— con el respaldo entusiasta de la ministra portavoz, Pilar Alegría, y del titular de economía, Carlos Cuerpo. Han echado mano hasta del CIS para aumentar la intención de voto del PSOE después del apagón. No insulten a la ciudadanía.

Desde la hora seis del apagón, Sánchez utilizó al equipo de opinión sincronizada. Los pseudo periodistas amanuenses, sobrecogedores del régimen como Jordi Évole, Esther Palomera… quienes, ante la situación provocada por el apagón, recurrieron al burdo mensaje en X de preguntar y hablar del “ventorro” de Valencia. Pseudo profesionales que disciplinadamente atienden las necesidades de fango —curiosamente a todos se les ocurrió lo mismo— que proteja políticamente a su presidente. Según pasan las horas, y aumenta la evidencia de la negligencia de Beatriz Corredor, ya no les queda más remedio que empezar, incluso, a informar.

A Pedro Sánchez cada día que pasa en La Moncloa se le suma un lío más. Sus respuestas son entre lamentables y catastróficas. Se pone en evidencia. Todos los puestos de responsabilidad de cualquier institución, con algún vínculo con lo público, están okupados por amigos, familiares y asimilados de Pedro Sánchez. Si sucede cualquier crisis, los responsables no son “los operadores privados” son la gente de Sánchez con él al frente. Tras seis años de gobierno de Pedro Sánchez, la gestión de toda España está en manos de alguien puesto por él porque considera que España es un bien privativo suyo. Así es en Red Eléctrica, Hispasat, CIS, EFE, RTVE, Telefónica, de la que Sánchez echó a Pallete para poner a Murtra y añadirle el hijo de Conde Pumpido, Indra… y muchos más. Para esos puestos vitales no se exige ninguna valía, sólo la lealtad y proximidad al presidente. Sánchez está utilizando el dinero de todos los españoles para hacer “operadores privados de gestión” donde colocar a sus amigos y familiares ¿Hasta dónde van a llegar las malas prácticas institucionales y la corrupción? Lo sucedido es muy grave. Y el responsable político es Pedro Sánchez.

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