The Objective
Victoria Carvajal

¡Ánimo, Pedro!

«¿Tal vez estaba hablando de su Gobierno cuando advierte de que las democracias están siendo atacadas por fuerzas internas que desprecian el Estado de derecho?»

Opinión
¡Ánimo, Pedro!

Ilustración de Alejandra Svriz.

«Una gobernanza responsable y transparente nunca ha sido más importante que en estos tiempos que vivimos». «Las democracias están siendo atacadas, no solo por enemigos externos, sino por fuerzas internas que no pueden disimular su desprecio profundo por lo que representa la democracia y Estado de derecho». «Debemos dar la batalla con un arma poderosa: más transparencia, más rendición de cuentas y más apertura institucional». Fue lo que dijo Pedro Sánchez el martes pasado durante la Cumbre Global de la Alianza para un Gobierno Abierto, que reunió en Vitoria a 2.000 representantes de alto nivel de gobiernos y líderes de la sociedad civil de todo el mundo. ¡Cuántas verdades! ¡Cuánta razón! Pero en boca del presidente del Gobierno, ¡cuantísimo cinismo! 

¿Tal vez estaba hablando de su Gobierno cuando advierte aquello de que las democracias están siendo atacadas por fuerzas internas que desprecian el Estado de derecho? El presidente que ha sido incapaz de presentar por tercer año consecutivo unos presupuestos generales, incumpliendo el mandato de la Constitución, que ni siquiera se ha molestado en negociarlos con sus socios, que escapa así del control del Parlamento y de otros organismos que fiscalizan las cuentas públicas como la Airef para usar el dinero de los contribuyentes de forma opaca, ¿nos alecciona diciendo que hay que dar la batalla a esas fuerzas del mal con un arma poderosa como la rendición de cuentas o la transparencia? Es buenísimo.

En contra de lo que insistentemente han venido diciendo distintos miembros del Ejecutivo y el propio presidente en las últimas semanas, el Gobierno no ha contactado con todos los grupos parlamentarios cuyo apoyo necesita para la tramitación de los presupuestos. Tampoco para negociar el techo de gasto o la senda fiscal, de obligada presentación también ante el Parlamento nacional y ante las autoridades europeas.

Como es habitual, la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, fue contundente y clara desenmascarando al Gobierno: «en ningún caso nos han contactado, cero, nada de nada, ni para los Presupuestos ni para el techo de gasto». ¿Prorrogar unos presupuestos aprobados por las Cortes anteriores y hurtar al Parlamento del debate sobre las cuentas públicas es lo que Sánchez entiende por rendir cuentas? Parece que sí.

El Gobierno viene cubriendo el déficit de la Seguridad Social para pagar las pensiones mediante transferencias del Estado incrementando la deuda acumulada del sistema con el Estado a 116.000 millones de euros en 2024. Y lo ha seguido haciendo en 2025. Una medida extraordinaria a la que se recurre para cubrir un déficit puntual, relacionado con una situación de crisis que puede provocar más desempleo y una caída de los ingresos por las cotizaciones sociales, se ha convertido en una práctica habitual y eso ocurre en un contexto de crecimiento del empleo. Detrayendo de esta manera recursos para otras partidas, como la educación, la investigación y el desarrollo, que pueden comprometer la prosperidad futura. Pero tampoco rinde cuentas sobre este consistente desvío.

Ni por aprobación de una partida extraordinaria de 10.471 millones para financiar los compromisos de España con la OTAN. Un plan que requiere ajustar otras partidas presupuestarias o aumentar la emisión de deuda y que, como es marca de la casa, no ha pasado por el Congreso. ¿Transparencia?

Esta semana se ha sabido que Red Eléctrica de España ha alertado del riesgo inminente de otro apagón. El país ha vuelto a estar al borde de quedarse sin suministro eléctrico, como ocurrió el pasado 28 de abril. Al parecer se han repetido todos los errores que llevaron a ese cero. El operador del sistema eléctrico ha advertido de que existe un riesgo inminente de apagón como consecuencia de las variaciones bruscas en la tensión eléctrica por confiar el suministro a las energías renovables y prescindir de la estabilidad que dan otras fuentes de energía como la nuclear. Nadie dimitió por esa mala gestión que aisló al país y a la vecina Portugal entre 12 y 17 horas dependiendo de las zonas, y aquí estamos de nuevo, sin que se hayan tomado las medidas necesarias para mitigar los riesgos. Una gestión muy transparente también.

Por no hablar de las conclusiones de la Comisión de Venecia sobre el sistema del Gobierno para elegir jueces que se conocieron ayer. Este órgano consultivo del Consejo de Europa, formado por expertos independientes del derecho constitucional, advierte de que el sistema «no cumple con los estándares europeos». Y alerta de que la votación de los vocales por el Parlamento es un filtro político, al tiempo de que se declara partidaria de la elección de jueces por jueces. Seguramente Pedro Sánchez y su ministro de Justicia, Félix Bolaños, sabrán cómo darle la vuelta a estas conclusiones para afirmar que la Comisión está en perfecta sintonía con la idea de democracia y Estado de derecho que tiene el Gobierno. Nada nuevo. Ya lo hicieron con la Ley de Amnistía.

Pero no se alarmen. Sánchez ha anunciado el próximo lanzamiento del nuevo portal de transparencia del Gobierno de España. «Una herramienta bajo las premisas del derecho a saber, del derecho a participar». ¿Hasta cuándo durará este delirio?

¡Ánimo, Pedro!

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