Pedro Sánchez, no va más
«Ya no le valen ni siquiera las trampas de Tezanos en los demenciales sondeos que mes a mes realiza para diseñar un horizonte de prosperidad para el PSOE»

Ilustración de Alejandra Svriz.
A Pedro Sánchez hay que reconocerle algunos méritos. Aunque a base de mucha insistencia acaba memorizando las cosas, aunque no siempre sea capaz de registrarlas en el apartado que les corresponde. Ayer, por ejemplo, citó como lema de la Guardia Civil «Servir y proteger», que es, en realidad, el título de una serie televisiva policial ambientada en una comisaría de Madrid. El lema de la Guardia Civil fue escrito por su fundador, el duque de Ahumada en su artículo 1º y dice así: «El honor ha de ser la principal divisa de los hombres y mujeres de la Guardia Civil, verdadera seña de identidad y guía para cumplir con exactitud sus deberes y obligaciones». El honor es mi divisa, ¿comprendes, Pedro? Se comprende la confusión. La serie Servir y proteger se extendía a lo largo de siete temporadas y tenía 1.372 capítulos. A base de insistir se entiende que se le quedara, aunque mucha confusión de cuerpo parece entre la Policía Nacional y la Guardia Civil después de tantísimos capítulos.
Es verdad que incurrió en algunas contradicciones de las que ha hecho su norma de conducta. A pesar de que Presidencia del Gobierno alejó más si cabía a la multitud del lugar en el que iba a estar Su Sanchidad, no pudieron evitar los abucheos, insultos y silbidos que le dirigió el pueblo llano. Todos recordamos que su primera reacción ante las imputaciones que afectaron a su mujer, fue exhibirla en los mítines, recuerden Benalmádena, donde el entonces secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, le dijo: «Pedro, gracias por estar aquí y gracias por estar aquí con Begoña. ¡Gracias, Begoña!»
Este domingo ya habían empezado a esfumarse los efluvios de Begoña porque su marido acudió solo al besamanos del Palacio Real, una soledad que ya va constituyendo tradición porque es el tercer año en que la augusta pareja pone en escena este cancionero y romancero de ausencias. No hubo tragedia en el acto, quizá sí un poquito de comedia, cuando la infanta Sofía no pudo reprimir un esbozo de sonrisa al comenzar el populacho sus protestas.
Otra novedad fue la espantada del presidente, que tomó el olivo inmediatamente después del besamanos sin atender lo que venía siendo tradición de los gobernantes en días como el de ayer: ponerse a disposición de los periodistas para cambiar impresiones con ellos en corrillos informales. Naturalmente, Moncloa dio una explicación falsa: se marchó el domingo a mediodía porque el lunes debía viajar a Egipto para asistir a la cumbre de la paz en Gaza.
¿Y a qué iba a ir a Sharm el Sheij el hombre? Seguramente para quitarse el mal sabor de boca que debió de quedarle en aquella foto de la cumbre de la OTAN celebrada los días 24 y 25 de junio en la que se vio obligado a posar en el extremo de la foto, hecho un paria a un metro de distancia de los líderes más cercanos. En esta ocasión ha sido muy distinto según ha revelado el portentoso Albares, nuestro ministro de Asuntos Exteriores, según el cual España ha tenido un papel clave para el acuerdo de paz entre Israel y Hamás.
El cerco se va estrechando cada vez más en torno el marido de Begoña Gómez. Mañana va a comparecer ante el juez José Luis Ábalos y el jueves lo hará Koldo García Izaguirre. Por si dichas comparecencias no fueran por sí mismas un asunto de mucha preocupación para los socialistas, Podemos se ha dedicado a calentar el terreno poniendo en evidencia a Pedro Sánchez con siete preguntas comprometidas. Una tarea perfectamente inútil con un tipo que nunca ha respondido a ninguna de las preguntas que se le han formulado, ni en sede parlamentaria ni fuera de ella.
En esta ocasión ya no le valen ni siquiera las trampas de José Félix Tezanos en los demenciales sondeos que mes a mes realiza para diseñar un horizonte de prosperidad para el PSOE. En medio del berenjenal que viven los socialistas, cuando empiezan a manifestarse en contra algunos líderes, no diré prudentes, sino simplemente avergonzados por lo que tienen que tragar, pongamos que hablo de Jordi Sevilla, ha acudido al rescate del socialismo el perverso Tezanos que provoca asombro con la rematada corrupción de sus encuestas. Su procedimiento es sencillo: basta con hacer las preguntas a la gente indicada y se las ha ido a hacer mayormente a votantes socialistas. Mientras el común de las encuestas auguran a las derechas más de 190 escaños, el CIS se queda en 146 diputados y la coalición de Gobierno que forman el PSOE y Sumar llegan a 175.
Hace falta ser idiota para hacer augurios con éste. Si tuviera una mínima verosimilitud, Sánchez habría convocado ya elecciones, a no ser, naturalmente, que espere a la entrada de Ábalos y Koldo en la cárcel para ponerse en los 210 escaños que necesitan para poder reformar la Constitución y proclamar, al fin, la III República Española.