Ahora sé que aún quedan cuatro libros de su serie por publicarse en castellano, incluido el último, que escribió cuando se dio cuenta de que, quizá, pero sólo quizá, algún día todo aquello terminaría para siempre. Pero vivió hasta el último día como si eso fuese una posibilidad remota.
“Solo hay un entusiasta de la falaz disyuntiva de Sánchez. Se llama Gabriel Rufián y ahora no exhibe los gadgets que le hicieron famoso como provocador”
“A las espeleólogas espero que les vaya bien, y se dediquen desde ahora a la repostería, a la repoblación forestal o al spinning”
“Estamos en medio de una batalla cultural y esta derecha todavía no se ha enterado de los proyectiles que sobrevuelan su tejado”
“A los supuestos cambios ideológicos de Errejón los llaman evolución ideológica y hacen bien porque tiene mucho más de adaptación al medio que de progreso”
Para que las disensiones políticas no acaben extendiéndose de forma irreparable al resto de la vida del país, parece imprescindible que las fuerzas democráticas empiecen a encontrar unos mensajes más positivos y conciliadores
“Ha sido en Twitter donde he comprendido perfectamente lo que el sabio español quería denunciar al definir el fariseísmo como el hábito de construir la bondad propia con la maldad ajena”
“El terror se abre paso cuando la incertidumbre pesa más que la conciencia”
“El amor: un año de ardor y llamas y luego treinta de cenizas”